ESPAÑA : El grupo Torres creció en 2015 un 9,7 % en ventas, hasta 263 millones, debido a las exportaciones de vino; este año, prevé seguir avanzando un 3 %, apostar fuerte por el mercado americano y centrarse en el medioambiente: “En 2018, la mitad de nuestros viñedos serán ecológicos”.
En una entrevista con Efeagro, en el marco de Alimentaria, el director general del grupo Torres, Miguel Torres Maczassek, apunta que “buena parte de las inversiones -sobre el 11 %- van destinadas a luchar contra el cambio climático con medidas medioambientales”.
La bodega cuenta hoy con 500 hectáreas certificadas con viticultura ecológica y tiene en proceso otras 350, por lo que sumará 850 hectáreas con esta certificación en 2018.
Ya en 2008, el grupo presentó su plan “Torres & Earth”, diseñado para activar medidas que ayuden a minimizar los efectos del cambio climático.
Ya en 2008, el grupo presentó su plan “Torres & Earth”, diseñado para activar medidas que ayuden a minimizar los efectos del cambio climático.
Desde entones, hemos invertido diez millones de euros en energías renovables, placas fotovoltaicas, calderas de biomasa…
“Nuestro reto es reducir nuestra huella de carbono desde 2008 al 2020 en un 30 %, un porcentaje muy ambicioso, pero estamos luchando para conseguirlo”, asegura Torres. Desde entonces, hemos invertido diez millones de euros en energías renovables, placas fotovoltaicas, calderas de biomasa…
Por otra parte, señala que la mejora de la facturación en 2015 se ha visto influenciada “por un cambio de divisas favorable como el del euro-dólar”.
En cuanto a las exportaciones de vino y brandy, que suponen el 72 % de las ventas, “han mostrado una correcta evolución en Europa y Asia”, destaca Torres, quien también subraya la buena actuación de sus filiales internacionales de China, Chile y Suecia.
En China “contamos con la segunda empresa de distribución más importante del mercado -Torres China- y, aunque los primeros años fueron complejos, ahora nos va muy bien”.
La nota negativa viene dada, en parte, por mercados como Rusia y Brasil, cuya devaluación de la moneda ha dejado una menor rentabilidad.
“Brasil ha sido duro, ya que la moneda se reducido a la mitad; es un mercado difícil, pero se esperan cambios políticos que puedan ayudar a estabilizar la economía, y los Juegos Olímpicos pueden desempeñar un papel importante en este sentido”, afirma.
Para este año, Torres pronostica un crecimiento más moderado que el anterior (+3 %), pero espera “buenas cifras”.
En cuanto a mercados prioritarios para crecer, Torres cita el americano.
“Desde hace un año y medio apostamos por él y hemos realizado un cambio de distribución allí, donde ya genera el 5 % de las exportaciones gracias al acuerdo que mantiene con Saint Michael Winery, uno de los cinco productores de vino más importantes en aquel destino”, detalla.
“Desde hace un año y medio apostamos por él y hemos realizado un cambio de distribución allí, donde ya genera el 5 % de las exportaciones gracias al acuerdo que mantiene con Saint Michael Winery, uno de los cinco productores de vino más importantes en aquel destino”, detalla.
Y recuerda que “el estadounidense es un mercado muy difícil, porque el bodeguero tiene que pasar siempre por un distribuidor y no puede ir directamente al restaurador”.
A este destino, Torres lo define como “un reloj de arena: miles de bodegas arriba, consumidores abajo y, en medio, unos pocos distribuidores”.
A pesar de la dificultad de entrar en él, dice “estar en el buen camino para crecer allí”.
Bodegas Torres invirtió 16 millones de euros en 2015 en diferentes proyectos, en línea con lo que desembolsó en este sentido en 2014.
A este destino, Torres lo define como “un reloj de arena: miles de bodegas arriba, consumidores abajo y, en medio, unos pocos distribuidores”.
A pesar de la dificultad de entrar en él, dice “estar en el buen camino para crecer allí”.
Bodegas Torres invirtió 16 millones de euros en 2015 en diferentes proyectos, en línea con lo que desembolsó en este sentido en 2014.
Destaca, entre otros, la compra de 14 hectáreas de viñedo en Ribera del Duero para elaborar un vino de alta gama y la fase final de las obras de la bodega de Santa Margarida d’Agulladolç (Penedès), destinada a la crianza del cava, que verá la luz a finales de 2016.
También resalta la construcción de una bodega de microvinificaciones en Pacs del Penedés, para la investigación, entre otros ámbitos, de variedades ancestrales.
Torres remarca, además, “la buena marcha” de su variedad de vino sin alcohol, “que este año hemos conseguido bajar el nivel de 0,5 de alcohol al 0,0; en los mercados escandinavos tiene mayor demanda porque se persigue que no se consuma en exceso el alcohol”.
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