El porcentaje de personas que nunca la lee es mayor en el caso de los huevos que en otros alimento.
La información del envase de huevos es la mejor garantía de calidad y seguridad que los productores pueden ofrecer al consumidor. Ayuda no solo a conocer el recorrido realizado por los huevos desde la granja de producción hasta su mesa, sino también a manipularlos y consumirlos correctamente. Unas recomendaciones gracias a las que podemos aprovechar todas sus propiedades. Para explicar cómo se produce este alimento tan cotidiano y a la vez desconocido, INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos) realiza la campaña “El huevo, de etiqueta”, cofinanciada por la Unión Europea y el Magrama. Los últimos datos de la encuesta “Huevómetro” para medir el conocimiento de la población sobre la producción del huevo, su marcado y etiquetado, revelaron que el 63% de los consumidores asegura leer la información de la etiqueta de los productos envasados. Sin embargo, en el caso de los huevos el porcentaje que no la lee es mayor.
Los envases de huevos frescos cuentan con la distinción de “Categoría A” en su etiqueta, es decir, que indica que son aptos para consumo humano y presentan una cáscara limpia e intacta. Además, en el envase también encontramos un consejo de conservación en frio, para mantener toda la frescura de los huevos hasta el momento de su utilización y la fecha de consumo preferente, que es 28 días después de la puesta (no confundir con fecha de caducidad). La etiqueta nos informa, además, de la clase de peso (S, M, L o XL) así como del número de huevos que contiene el envase, opcional si éstos pueden contarse desde el exterior.
La forma de cría de las gallinas (en jaula, en suelo, camperas o de producción ecológica) debe aparecer en un lugar visible, junto con la explicación del código marcado en la cáscara del huevo (sistema de producción y lugar de origen). Por último, en el envase encontramos la identificación de la empresa que ha embalado o comercializado los huevos y el número de registro del centro de embalaje. La etiqueta puede incluir, además, información más detallada sobre el método de cría, la fecha de puesta, la alimentación de la gallina o la composición nutritiva del huevo.
Campaña “El huevo, de etiqueta”
Durante dos años, informará al consumidor sobre las características de la producción de huevos en la Unión Europea, un sector moderno y competitivo que en los últimos años ha realizado grandes esfuerzos para lograr que la sanidad y el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente comunitarios sean un referente mundial.
La campaña, promovida por INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos) y cuenta con el apoyo y la cofinanciación de la Unión Europea y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
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