Rousseff lo anunció ayer como alternativa para superar el estancamiento de la economía; buscará exportar más a EE.UU. y la UE
RÍO DE JANEIRO.- Más Brasil en el mundo. Con ese lema, el gobierno lanzó ayer su plan nacional de exportaciones, un nuevo esfuerzo para revitalizar la decaída economía, que prevé la activa búsqueda de nuevos mercados para sus productos, principalmente en Estados Unidos, China, la Unión Europea (UE) y los países de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile), sin relegar al Mercosur.
“El plan que hoy anunciamos es parte estratégica de nuestra agenda para volver a crecer. La participación activa e intensa del comercio internacional siempre va a difundir competitividad, va a estimular la generación de empleos y acelerar el crecimiento, resultado que todos deseamos para nuestra economía”, resaltó la presidenta Dilma Rousseff al presentar la iniciativa.
En un acto en el Palacio del Planalto, junto al ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, la mandataria apuntó que, pese a que Brasil se mantiene como la séptima economía mundial, con un mercado interno de unos 200 millones de personas, ocupa apenas la 25» posición entre los mayores exportadores. Y ahora, al haberse agotado el período de auge de los precios de las materias primas, necesita diversificar y dar dinamismo a las exportaciones, sobre todo en un año en el que los pronósticos indican una fuerte recesión en la actividad, con una contracción de alrededor de 1,2% del PBI y una inflación en torno de 9%. A su favor, Brasil cuenta ahora con una moneda menos fuerte, tras una devaluación de casi 30%.
Monteiro explicó que el nuevo plan se apoyará en cinco pilares: acceso a mercados, promoción comercial, facilitación del comercio,FINANCIAMIENTO y garantía a las exportaciones y perfeccionamiento de los mecanismos tributarios.
Para la ofensiva comercial se establecieron 32 mercados prioritarios, entre ellos Estados Unidos, la UE, México, Colombia, Perú y Chile, además de los otros ya tradicionales socios del Mercosur y del llamado grupo Brics (que además del gigante sudamericano incluye a Rusia, la India, China y Sudáfrica), con los que se buscará reducir los obstáculos no tarifarios, regulatorios y tributarios.
Rousseff abogó por la negociación de nuevos acuerdos comerciales, como el que el Mercosur impulsa con el bloque europeo pese a las resistencias argentinas y venezolanas. “Para Brasil es fundamental alcanzar acuerdos en lo que se refiere al comercio, con facilitación deINVERSIONES. Ésta es una cuestión clave y pretendemos de aquí a fin de año presentar nuestra propuesta para la UE -subrayó-. Queremos firmar acuerdos con países y regiones, sin prejuicios y sin discriminar a socios. Nuestra palabra de orden es aumentar la participación del mercado externo. Hay oportunidades para productos y servicios brasileños en cada región. Brasil debe integrarse, especialmente en regiones con mayor dinamismo”.
Para impulsar la colocación de los bienes brasileños en el exterior, el gobierno anunció una ampliación de más de 30% en los recursos dirigidos al programa deFINANCIAMIENTO privado a las exportaciones (Proex), que pasará de US$ 355 millones a US$ 484 millones. Asimismo, los fondos del Bndes para exportar tendrán un aumento de US$ 2000 millones, para sumar US$ 2900 millones. Y el Fondo de Garantía a las Exportaciones sumará US$ 15.000 millones para la aprobación de nuevas operaciones, con un mayor acceso para pequeñas y medianas empresas.
Se establecerá un portal único de comercio exterior y, hasta fin de año, se abolirá el uso de papeles en las operaciones de comercio exterior para que todas sean realizadas de manera electrónica, con más rapidez, seguridad y transparencia. Además, se harán reformas para mejorar el mecanismo de impuestos, con compensaciones “más automáticas” a los exportadores.
“Son pasos en la dirección correcta, que atienden los reclamos que tenía el sector empresarial. Ahora hay que ver cómo se implementan estas medidas”, señaló a LA NACION Fabio Faria, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil. Para el especialista, la Argentina no debería temer la búsqueda de nuevos mercados por parte de Brasil; todo lo contrario. “El plan puede tener un impacto muy positivo también en la Argentina. Si la economía de Brasil crece, aumentará la demanda también de productos argentinos aquí. A nadie en el Mercosur le conviene que Brasil esté estancado”, afirmó.
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