Con destreza Alexandra Paredes enfunda los chifles que se elaboran en la planta de industrialización de la Asociación Agropecuaria y Piscícola (Udodic), ubicada en el kilómetro 6 de la vía a Quevedo, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Ella es una de las 4 mujeres que procesan los chifles de plátano y yuca, que se comercializan en el mercado nacional con la marca ‘Tsachibanana’.
Para Rodrigo Cuenca, socio y encargado de la producción de la Udodic, tener esta planta para industrializar maqueño, barraganete y yuca “es un sueño convertido en realidad”.
Este sueño se concretó en 2009, cuando se unieron 5 organizaciones y 80 socios productores de maqueño, barraganete y yuca, con el propósito de mejorar la producción y productividad de estos alimentos, y darles valor agregado con la elaboración de chifles en diferentes presentaciones.
Actualmente, 116 socios se dedican a la producción agrícola de maqueño y barraganete, que cuentan con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), a través del Proyecto de Innovación Tecnológica Participativa y Productividad Agrícola (Pitppa).
Para construir el centro de acopio, e instalar la infraestructura apropiada para la planta de industrialización de chifles de sal y dulce, y mejorar la producción, el Magap aportó $ 55.010, mientras que la Udodic invirtió $ 12.430.
Los socios de la Udodic cuentan con una selladora semiautomática de fundas, una freidora a diésel y una máquina cortadora dos en uno con cuchillas de acero inoxidable para rebanar el producto. “La fábrica tiene maquinaria necesaria y de primera calidad, la infraestructura adecuada y se cumplen con las normas y registros para la producción de chifles”, manifestó Cuenca.
¿Cómo es el proceso?
Para obtener óptimos productos, el maqueño, el barraganete y la yuca son primeramente seleccionados desde la cosecha. Luego pasan por el proceso de pelado y posteriormente reposan en ácido cítrico, antes de ser procesados en la fábrica de la Udodic.
En sus presentaciones de sal y de dulce, de 1.000, 500, 200, 85 y 45 gramos, el chifle ‘Tsachibanana’ y de yuca es distribuido en tiendas de Santo Domingo de los Tsáchilas y de Quito. Diariamente se producen 2.000 fundas.
Cuenca indicó que catedráticos y estudiantes de la Universidad Técnica Equinoccial (UTE) capacitan a los productores para lograr la comercialización.
Carlos Lizano, director del Proyecto de Internacionalización de los Productos de la UTE, manifestó que con este trabajo los alumnos adquieren experiencias y vivencias reales.
Por medio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UTE se ejecuta el ‘Proyecto para la comercialización nacional de chifle’ para fortalecer económicamente a la Udodic.
Lizano indicó que se han logrado 26 convenios con establecimientos de Quito, mientras que Cuenca señaló que de esta forma se benefician, de manera directa, 60 familias y, en general, el sector bananero de la provincia.
El emprendedor indicó que “así los miembros de la organización mejoran las condiciones de la comercialización local de los productos obtenidos, como resultado del procesamiento y se convierten en empresarios organizados”.
Para Jhon Chemel Paladines, gerente del Proyecto de Innovación Tecnológica Participativa y Productividad Agrícola, el trabajo que realiza el Magap y el Pitppa en los territorios permite un acercamiento directo con los productores.“Se les ofrece asistencia técnica permanente, además de la entrega de insumos, en donde el único requisito es acreditarse al Magap para formar parte de sus programas y proyectos”, precisó Paladines.
Indicó que el Proyecto de Innovación Tecnológica Participativa y Productividad Agrícola se desarrolla desde 2010 en todas las provincias y cantones, incluso en las áreas rurales del país.
El objetivo es intervenir activamente en los territorios y que la asistencia técnica llegue a todos los productores de manera individual.
En el caso de las asociaciones se seleccionan las organizaciones registradas, los gremios agrícolas y las asociaciones que se encuentran activas y legalmente registradas en las instituciones públicas, ligadas al fortalecimiento del desarrollo rural.
Chemel agregó que el Pitppa promueve la reactivación del agro con la optimización de los procesos, como asistencia técnica y planes permanentes de capacitación en producción agrícola.
Para mejorar las capacidades productivas tradicionales de los pequeños y medianos productores del sector agropecuario, a los socios de la Udodic se los capacita en liderazgo, métodos agroecológicos de producción y siembra, conocimientos que son complementados con dotación de tecnología innovadora, infraestructura y equipamiento tecnológico de punta.
Para el proyecto de la asociación, el Pittpa incrementó las áreas de producción, invirtió en insumos, en infraestructura de riego, asistencia técnica y capacitación, control de plagas y programas de reforestación para no contaminar el medio ambiente.
Con el fin de incrementar la producción y la productividad del plátano, y fomentar el buen manejo de la plantación, el Pittpa también realizó un análisis de suelos.
Paladines dijo que la innovación es un proceso que el Gobierno Nacional desea rescatar, porque es de gran importancia para el desarrollo agropecuario del país y porque contribuye al buen vivir de los pequeños y medianos productores agropecuarios.
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