viernes, 31 de octubre de 2014

Confirman un caso de “mal de los rastrojos” en Santa Fe


Un caso de fiebre hemorrágica, también conocida como “mal de los rastrojos”, causada por el virus Junín, fue detectado en Las Parejas, departamento Belgrano, 156 kilómetros al sur de esta capital. Se trata de un caso novedoso porque el hombre infectado, que ya se recupera, se contagió en la zona urbana y en general la […]
Un caso de fiebre hemorrágica, también conocida como “mal de los rastrojos”, causada por el virus Junín, fue detectado en Las Parejas, departamento Belgrano, 156 kilómetros al sur de esta capital. Se trata de un caso novedoso porque el hombre infectado, que ya se recupera, se contagió en la zona urbana y en general la enfermedad se contrae cuando se realizan labores rurales.
Una serie de análisis y una prueba serológica confirmaron la enfermedad. Ante esta situación, las autoridades sanitarias y municipales convocaron a la población a vacunarse contra la enfermedad, que afecta a una región del país que abarca parte de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa y la contraen principalmente las personas que viven o trabajan en el campo.
Según se explicó, tras las primeras sospechas, tanto los responsables sanitarios de la ciudad como los auxiliares de Bromatología trazaron una cadena epidemiológica de la enfermedad para establecer cómo se originó el contagio que habitualmente depende de un pequeño roedor que se reproduce en los rastrojos.
El jefe de Bromatología, Carlos Pereyra, sostuvo que “se trata de un caso atípico, ya que el paciente no se dedica a tareas rurales y no tiene contacto con ese sector. Desde el hospital y en conjunto con el municipio empezamos a analizar la cadena epidemiológica. Significa que evaluamos hacia atrás dónde pudo existir el foco de infección. Cuando empezamos ese trabajo detectamos que en la manzana en la que habita el vecino existen dos galpones en los que guardan maquinarias agrícolas. Una de las posibles causas puede ser que un roedor llegó a la ciudad en una de esas máquinas”, señaló.
Desde el municipio se trabaja intensamente en tareas de desratización y desmalezamiento a la vez que iniciaron una campaña de adhesión de los vecinos para la limpieza de terrenos baldíos y depósitos urbanos que puedan alojar al vector.
“Más allá de los cuidados de higiene y desratización recomendamos que los vecinos mayores de 15 años, que vivan en la zona determinada por un anillo establecido en torno a la vivienda del afectado, concurran al hospital a vacunarse para aumentar las medidas preventivas. Estamos en una zona endémica en la que la enfermedad está siempre presente y no se presentaban casos porque se habían logrado buenos niveles de vacunación. Pero desde hace un tiempo y, como pasa con otras enfermedades, la misma población no la tiene más en cuenta y esto hace que ocurran nuevos casos”, explicó Pereyra.
“Con una simple vacuna, que otorga inmunidad de por vida y es gratuita, evitaremos padecer esa enfermedad que en muchos casos es mortal”, resaltó.
Dentro de las tareas de profilaxis el galeno recomendó además que las personas que vuelvan con maquinaria agrícola hacia la zona urbana realicen en lo posible un proceso de higiene para no acarrear cereal que pueda estar contaminado.
El virus Junín suele estar presente en algunas especies de roedores silvestres. Estos presentan infecciones crónicas sin síntomas, con eliminación del virus, particularmente por saliva y orina, que contagia a roedores sanos y contamina el medio ambiente, a partir del cual el hombre se infecta accidentalmente.
Se trata de una una enfermedad aguda que presenta cuadros clínicos de gravedad variable, desde formas leves a formas graves caracterizada por fiebre y alteraciones de la sangre, neurológicas, renales y cardiovasculares, que sin tratamiento puede evolucionar hacia la muerte en un lapso de una a dos semanas.
Síntomas
El comienzo de la enfermedad es inespecífico, con decaimiento, dolor de cabeza y fiebre moderada. Con el avance de la enfermedad se agregan dolores musculares y articulares, dolor retroocular y abdominal, mareos, náuseas y vómitos. El diagnóstico y tratamiento precoz aumentan enormemente las posibilidades de cura. El tratamiento específico es la administración de plasma.
La fiebre hemorrágica se previene con la vacunación, cuidado en la higiene personal, evitando introducir en la boca tallos o granos o acostarse sobre bolsas o en el suelo.
A los trabajadores rurales se les recomienda comer y dormir en habitaciones limpias, usar calzado cerrado y mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella.
Además se debe tener especial respeto por la fauna predadora de roedores como lechuzas, lechuzones, chimangos y culebras.

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