La Diarrea Epidémica Porcina (DEP) es una enfermedad causada por un coronavirus que se ha difundido ampliamente en México, causando altas tasas de mortalidad en cerdos lactantes y pérdida de peso en cerdos de destete y engorda.
Se ha descrito la presentación clínica y diversos escenarios (1) en los que se identifica la presentación en un solo evento clínico de alta mortalidad y posterior retorno a parámetros normales, la circulación persistente por varias semanas del virus en maternidades con tasas de morbilidad y mortalidad variables (15 a 30%) y los “rebrotes” de enfermedad en granjas en donde ocurre una reinfección del virus con un nuevo episodio clínico y elevación de la mortalidad en lactancia.
Cabe mencionar que el control de la DEP depende de dos factores clave:
1.- Lograr un 100 % de inmunidad en el hato reproductor, con la capacidad de generar elevadas cantidades de Ig A en la leche y mantener la protección de la camada durante la lactancia.
2.- Eliminar el virus de la DEP de la maternidad, en base a una limpieza y desinfección profunda de la instalación y evitar una nueva contaminación viral durante la permanencia de cerdos lactantes en la misma, lo que nos lleva a seguir un protocolo de bioseguridad estricto en cada sala.
La enfermedad permanecerá controlada mientras se logre que la inmunidad evite la infección viral en el intestino del lechón. Cuando la balanza se inclina a favor de la carga viral la diarrea es inevitable.
Cabe mencionar que el control de la DEP depende de dos factores clave:
1.- Lograr un 100 % de inmunidad en el hato reproductor, con la capacidad de generar elevadas cantidades de Ig A en la leche y mantener la protección de la camada durante la lactancia.
2.- Eliminar el virus de la DEP de la maternidad, en base a una limpieza y desinfección profunda de la instalación y evitar una nueva contaminación viral durante la permanencia de cerdos lactantes en la misma, lo que nos lleva a seguir un protocolo de bioseguridad estricto en cada sala.
La enfermedad permanecerá controlada mientras se logre que la inmunidad evite la infección viral en el intestino del lechón. Cuando la balanza se inclina a favor de la carga viral la diarrea es inevitable.
A continuación se comentan los principales puntos críticos en el control de la DEP y errores que observamos con frecuencia y se deben evitar:
1.- EFECTIVIDAD DE LA EXPOSICION VIRAL CONTROLADA (FEEDBACK) PARA LA ESTANDARIZACIÓN DE INMUNIDAD EN EL BROTE INICIAL.
Si el procedimiento de infección de las cerdas con el uso del inóculo preparado de contenido intestinal o diarrea (feedback) fue exitoso se espera que todas las cerdas del hato reproductor generen inmunidad y la transmitan a sus lechones a través de la leche.
De acuerdo a las condiciones de la granja se puede establecer el número de días de administración del feedback y la dosis del mismo. En diversas publicaciones se han propuesto técnicas de obtención de contenido intestinal infectado y procedimientos para garantizar la ingesta por parte de las cerdas (1,2). Sin embargo hemos detectado errores como los siguientes:
a.- Cerdas reproductoras a las que por error u omisión no se administró el inóculo.
b.- Presencia de infección activa en las cerdas por otro agente viral, por ejemplo PRRS o Influenza, que disminuyen la calidad de la respuesta inmune hacia la DEP.
c.- Muy baja cantidad de virus en la preparación del inóculo.
d.- Inactivación del inóculo por utilizar recipientes que habían sido previamente desinfectados, emplear agua clorada, ya sea de la toma de agua potable, de garrafón de agua para consumo humano o cisternas en las que se usa un potabilizador.
e.- Aplicación de desinfectantes en naves de gestación en los días en que se da el inóculo.
f.- Preparación del inóculo empleando cerdos muertos o con más de 24 horas de cuadro diarreico. El uso de diarrea recolectada del piso o de tapetes previamente desinfectados también tendrá un valor limitado o nulo. La selección de los lechones para elaborar el inóculo es un factor de extrema importancia.
g.- Mezclado del inóculo con líquidos (agua o leche) calientes. Lo ideal es manejar estos productos a temperatura de refrigeración (4°C).
h.- Exposición del inóculo a luz solar (rayos ultravioleta) y calentamiento del mismo.
i.- Repetición del feedback por varias semanas sin un diagnóstico que respalde la necesidad de hacerlo.
En este punto cabe mencionar que el repetir el feedback solo se justifica cuando es evidente que no se logró generar inmunidad en la primera inoculación. En este caso se observa que un alto porcentaje de las camadas que nacen se infectan en la primera semana de edad y la tasa de mortalidad es elevada, mayor al 30 %. Además se debe confirmar que el virus está presente en las diarreas a través de una prueba de PCR.
También existe la posibilidad de que la granja se infecte con un virus diferente, por ejemplo rotavirus, virus de Gastroenteritis Transmisible del Cerdo o un Deltacoronavirus, que dan una signología semejante a la DEP. En México aún no se detecta la presencia de Deltacoronavirus.
2.- PROCEDIMIENTO DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE NAVES.
La limpieza de toda la granja es muy importante, pero en particular la maternidad es de especial relevancia para eliminar el virus y evitar el desafío a los lechones. En este punto es muy común encontrar fallas en el procedimiento de lavado y desinfección, por lo que se recomienda la siguiente secuencia:
a.- Eliminación manual de toda la materia orgánica de jaulas, pisos, fosas y canales de drenaje. Cabe mencionar que el virus de DEP persiste por 28 días en restos de materia fecal húmeda.
b.- Lavado con un producto desengrasante que desprenda restos de materia orgánica y grasa de la superficie de techos, paredes, pisos, tuberías, fosas y drenajes. Con ello se elimina cualquier material que proteja y mantenga al virus en la sala. De preferencia aplicar con boquilla espumadora si se emplea hidro-lavadora.
c.- Enjuagado con agua a presión, de preferencia caliente. Verificar la calidad del lavado.
d.- Aplicar desinfectante elegido a las concentraciones recomendadas por el fabricante.
f.- Dejar secar por lo menos dos días.
El secado del desinfectante es muy importante para la destrucción de agentes microbianos. En el caso del coronavirus de DEP se requieren 48 hrs para que el virus desaparezca de una superficie desinfectada y secada.
3.- FLUJO DE PRODUCCION
Esta enfermedad nos ha obligado a retomar los conceptos de zootecnia relacionados con flujo de producción y cálculo de espacios. Por la demanda de generar más kg. de carne por metro cuadrado se ha llevado al flujo de producción a extremos de tener intervalos menores a 24 hrs entre el lavado y la repoblación de la sala con cerdas próximas a parto. En estas condiciones el virus de la DEP se mantiene e infecta el siguiente lote de partos. Se deberán calcular espacios de acuerdo al tiempo de lavado de maternidad y retomar el esquema de un mínimo de 5 días para lavado, desinfección e introducción de cerdas.
El mismo aspecto de flujo de producción debe considerarse para la limpieza y poblado de salas de destete y naves de engorda, sobre todo en granjas de ciclo completo y flujo continuo, ya que el virus de DEP puede mantenerse en corrales de destete-engorda y recircular a maternidad.
4.- DISTRIBUCION DE TRABAJO A PERSONAL DE MATERNIDAD.
Como apoyo para eliminar la infección entre maternidades está asignar actividades de tal manera que sólo una persona ingrese a la sala y realizar actividades de limpieza, desinfección, alimentación y tratamiento de las cerdas y lechones. Se calcula el número de cerdas que debe atender un trabajador y una vez definido se asignan las salas a las que solo esa persona tendrá acceso. El partero solo ingresa a maternidades con cerdas en labor de parto. Para mantener la bioseguridad en el área de maternidad se sugiere:
a.- Cambio de botas y colocación de guantes y gel desinfectante en las manos al ingreso a la sala de maternidad.
b.- Limpieza de estiércol de las jaulas con espátula o pala por lo menos dos veces al día y desinfección del equipo entre una jaula y otra con un desinfectante fenólico.
c.- Movimiento de lechones y retiro de cadáveres con un gancho para jalarlos. No pisar los pisos de las jaulas. Colocar los platos para preiniciador al alcance de la mano
d.- Ajustar el sistema McRebell, con un mínimo de reacomodo de camadas y siempre en las primeras horas después del nacimiento. Procurar la aplicación de hierro y descole en las primeras 24 hrs de nacidos y evitar manejos innecesarios a los lechones para reducir al mínimo la manipulación de los mismos. Algunos tratamientos se pueden administrar a través del agua de bebida en platos o charolas.
e.- La aspersión de desinfectante en la sala debe realizarse al menos una vez al día, con productos que puedan aplicarse en presencia de animales (cloro, derivados de cítricos, peróxidos)
5.- MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD.
Es frecuente que se relajen las medidas de bioseguridad cuando el virus ya ingresó a la granja. Por el contrario se recomienda reforzar estas medidas, dado que la reinfección de la granja puede ser causa de “rebrotes”. Ante la posibilidad de infectarse nuevamente del exterior el protocolo de bioseguridad debe ser permanentemente.
Un punto fundamental en este sentido sigue siendo el control de vehículos que mueven cerdos, sobre todo cerdos a rastro, cerdas de desecho y destetados de sitio 1 a sitio 2.
De preferencia se deben tener centros de transferencia para entregar cerdos a venta y evitar que los vehículos que vienen de rastro se acerquen a la barda perimetral de la granja.
En todos los casos se debe establecer el protocolo de limpieza y desinfección para estos vehículos antes de su ingreso al área de embarque, que debe incluir:
a.- eliminación manual de todo rastro de materia orgánica
b.- aplicación de detergente desengrasante, de preferencia con boquilla espumadora. Esperar a que actúe por lo menos por 1 hora.
c.- tallado con agua a presión, de preferencia caliente.
d.- aplicación de desinfectante (se ha evaluado cuaternario de amonio con glutaraldehído, pero seguramente varios productos serán de utilidad). La cabina también debe desinfectarse.
e.- secado de 3 horas con ayuda de ventiladores y luz solar.
Los choferes deben tener botas de tipo bolsa de plástico desechables si tienen que bajar a patio de rastro y desde luego tienen prohibido ingresar a la granja a menos que sigan el mismo protocolo de bioseguridad que los trabajadores de la misma.
Sobre los protocolos de bioseguridad para el ingreso a granja se tienen los siguientes aspectos:
a.- Limitar las visitas a las estrictamente necesarias.
b.- A la llegada a puerta de acceso se deben desinfectar zapatos, ropa y manos con tapetes sanitarios, rociadores de desinfectante y gel antibacterial para manos.
c.- Si hay vestidor para baño seco dejar la totalidad de la ropa en este sitio y utilizar la ropa de tránsito. Respetar las zonas sucia, gris y blanca en los baños.
d.- Pasar a baño húmedo y darse un baño completo con jabón antibacterial.
e.- Ingreso a la granja con ropa de trabajo limpia. Se debe tener un sistema de lavado diario de ropa.
f.- Los trabajadores deben ubicarse en sus áreas de trabajo y no ingresar a otros si no es necesario.
Con respecto a la bioseguridad interna se debe evaluar el manejo de excretas, sobre todo si se conoce que el virus puede permanecer viable 28 días en heces húmedas. En granjas donde no hay biodigestores o lagunas de oxidación la acumulación de estiércol a cielo abierto genera un alto riesgo de contaminación. La aplicación frecuente de cal viva o formol puede ayudar un poco a controlar fauna nociva y la difusión del virus.
El manejo de cadáveres también representa un problema, sobre todo en la etapa activa de la DEP, donde los lechones muertos constituyen un material altamente infectante. El enterrado de cadáveres es el procedimiento más sencillo y económico, y si se hace bajo el sistema de composta se debe de circundar con malla para evitar la entrada de perros, gatos, aves y en la medida de lo posible roedores. El uso de cal sobre cada capa de cadáveres ayuda a reducir la acción de la fauna nociva.
Finalmente un problema común en las granjas es la presencia de perros, gatos y fauna nociva. Los roedores deben controlarse a través de sistemas de control de plagas, y los perros y gatos deben ser retirados por la posibilidad de actuar como vectores del virus.
En conclusión, para lograr el control de la DEP es fundamental generar una inmunidad materna sólida y mantener un riguroso programa de limpieza y bioseguridad.
Literatura citada
1.- http://www.porcicultura.com/porcicultura/home/articulos_int.asp?cve_art=1151
2. – 2014 Annual Meeting Proccedings. Dallas, Texas, USA.
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