Los aproximadamente 400.000 ovinos en la Provincias de Ente Ríos, alrededor de 40.000 se encuentran en los departamentos de Victoria, Diamante, Islas de Ibicuy, Gualeguay y Gualeguachú. Estos departamentos al igual que el resto de la provincia bajaron mucho su cantidad de ovinos, pero siguen siendo una zona apta para la cría del mismo, con [...]
Los aproximadamente 400.000 ovinos en la Provincias de Ente Ríos, alrededor de 40.000 se encuentran en los departamentos de Victoria, Diamante, Islas de Ibicuy, Gualeguay y Gualeguachú.
Estos departamentos al igual que el resto de la provincia bajaron mucho su cantidad de ovinos, pero siguen siendo una zona apta para la cría del mismo, con algunas restricciones especialmente en las zonas más bajas. Otra característica de estos departamentos es que el 98% de los tenedores de ovinos en sus campos son majadas que van desde 50 cabezas la gran mayoría a 400 cabezas, por lo tanto muchos de estos pueden ser consideradas de autoconsumo. En la actualidad con la tecnología disponible, la demanda y los precios de la carne ovina, hace que estos productores con características de autoconsumo puedan pasar a actividades comercialmente rentables y mejoren los ingresos prediales.
La carne ovina aparece como la opción más rentable para este tipo de establecimientos pequeños y medianos, sin descartar la lana que también el ovino produce. Tomando el rubro en su conjunto y, de acuerdo a la raza que se trabaje, las entradas por carne van desde el 70% a 90%, correspondiendo el resto a la lana, en la medida que sean más eficientes.
Es importante en estos departamentos la posibilidad de incluir el ovino en rotación con los cultivos agrícolas, posibilitando otra entrada en el predio que hace agricultura. El ovino no perjudica el suelo para la siembra directa de cultivos y puede incluirse en los cultivos protectores que se hacen en la rotación, entre los cultivos de verano, esta rotación agrícola ganadera va a favorecer tanto al agricultor como al criador de ovinos. Para el productor que se dedique al engorde de corderos para llegar a carcazas de 20 kg o más, le resulta muy económico este sistema, también puede ser usado con vientres en el último tercio de gestación. Hay experiencia de rotaciones de este tipo tanto en rastrojos de arroz, que han sido preparados en verano para la siembra en setiembre, como en los cultivos de Ray-grass, usados como cubiertas de suelos desnudos en los cultivos de soja.
Para lograr estos objetivos es necesario que los productores adopten prácticas de manejo, de fácil implementación y bajo costo, independiente de la cantidad de cabezas que dispongan.Tecnología para levantar las principales restricciones
Tradicionalmente en las zonas de cría de Entre Ríos los porcentajes de señalada fueron bajos (55-60 %), lo que sólo permitía realizar los reemplazos de vientres quedando un remanente muy reducido de corderos para la venta. Para la producción de carne la clave es poder señalar cerca del 100% de corderos para permitir los reemplazos y tener una buena cantidad de corderos para la venta.
Existe tecnología probada para las zonas de cría aplicada en varios establecimientos comerciales, indicando que si se pasa la época de servicio del verano, como tradicionalmente se hacía en los sistemas laneros, al otoño se consiguen porcentajes de señalada del 90-95%, superando en casi 30 puntos porcentuales la media de la zona.
Al realizar la encarnerada en otoño (15 de marzo – 1º de mayo), estamos aprovechando la época que coincide con la mayor fertilidad y fecundidad natural de los vientres, lo que asegura tener un porcentaje de mellizos que nos permiten llegar a las cifras del 95%, o más según de que raza se trate.
Por otra parte con las encarneradas de otoño se tienen nacimientos en primavera, lo que asegura en estas zonas una mayor disponibilidad de forraje en cantidad y calidad, permitiendo mejorar la alimentación del vientre preñado y la producción de leche de las madres aumentando el crecimiento inicial de los corderos. También posibilitan la esquila preparto mejorando la producción de lana en cantidad y calidad. No todos los corderos nacidos en esta época son terminados para el momento de mayor demanda (fin de año), situación que se acentúa si las encarneradas se realizan a partir del 1° de mayo. Esta situación, lograr corderos tardíos y teniendo en cuenta las posibilidades forrajeras de la zona, va a permitir lograr una oferta de corderos más extendida en el año, posibilitando ventas fuera de la zafra común, con mejores precios y a la vez poder abastecer, las zonas turísticas de la costa del Rio Uruguay y el Delta. Esta situación se puede considerar como muy importante para la zona y con ventajas sobre otras regiones de la provincia que desarrollan sistemas ovinos.
Las ventajas que se logran con estas prácticas para la producción de carne en la zona sur son:• Ampliar el calendario de oferta de carne ovina, especialmente con
categorías jóvenes, a los meses de junio, julio, agosto y setiembre.
• Diversificar el tipo de carne producida (cordero pesado), lo que permite un
sistema de trazado y presentación en cortes, que facilita la
comercialización.
• Mayor oferta de corderos en los momentos de alta demanda (diciembre-
enero).
• Uso de padres de razas carniceras para cruzamientos terminales.
• Venta de ovejas gordas.
Estos departamentos al igual que el resto de la provincia bajaron mucho su cantidad de ovinos, pero siguen siendo una zona apta para la cría del mismo, con algunas restricciones especialmente en las zonas más bajas. Otra característica de estos departamentos es que el 98% de los tenedores de ovinos en sus campos son majadas que van desde 50 cabezas la gran mayoría a 400 cabezas, por lo tanto muchos de estos pueden ser consideradas de autoconsumo. En la actualidad con la tecnología disponible, la demanda y los precios de la carne ovina, hace que estos productores con características de autoconsumo puedan pasar a actividades comercialmente rentables y mejoren los ingresos prediales.
La carne ovina aparece como la opción más rentable para este tipo de establecimientos pequeños y medianos, sin descartar la lana que también el ovino produce. Tomando el rubro en su conjunto y, de acuerdo a la raza que se trabaje, las entradas por carne van desde el 70% a 90%, correspondiendo el resto a la lana, en la medida que sean más eficientes.
Es importante en estos departamentos la posibilidad de incluir el ovino en rotación con los cultivos agrícolas, posibilitando otra entrada en el predio que hace agricultura. El ovino no perjudica el suelo para la siembra directa de cultivos y puede incluirse en los cultivos protectores que se hacen en la rotación, entre los cultivos de verano, esta rotación agrícola ganadera va a favorecer tanto al agricultor como al criador de ovinos. Para el productor que se dedique al engorde de corderos para llegar a carcazas de 20 kg o más, le resulta muy económico este sistema, también puede ser usado con vientres en el último tercio de gestación. Hay experiencia de rotaciones de este tipo tanto en rastrojos de arroz, que han sido preparados en verano para la siembra en setiembre, como en los cultivos de Ray-grass, usados como cubiertas de suelos desnudos en los cultivos de soja.
Para lograr estos objetivos es necesario que los productores adopten prácticas de manejo, de fácil implementación y bajo costo, independiente de la cantidad de cabezas que dispongan.Tecnología para levantar las principales restricciones
Tradicionalmente en las zonas de cría de Entre Ríos los porcentajes de señalada fueron bajos (55-60 %), lo que sólo permitía realizar los reemplazos de vientres quedando un remanente muy reducido de corderos para la venta. Para la producción de carne la clave es poder señalar cerca del 100% de corderos para permitir los reemplazos y tener una buena cantidad de corderos para la venta.
Existe tecnología probada para las zonas de cría aplicada en varios establecimientos comerciales, indicando que si se pasa la época de servicio del verano, como tradicionalmente se hacía en los sistemas laneros, al otoño se consiguen porcentajes de señalada del 90-95%, superando en casi 30 puntos porcentuales la media de la zona.
Al realizar la encarnerada en otoño (15 de marzo – 1º de mayo), estamos aprovechando la época que coincide con la mayor fertilidad y fecundidad natural de los vientres, lo que asegura tener un porcentaje de mellizos que nos permiten llegar a las cifras del 95%, o más según de que raza se trate.
Por otra parte con las encarneradas de otoño se tienen nacimientos en primavera, lo que asegura en estas zonas una mayor disponibilidad de forraje en cantidad y calidad, permitiendo mejorar la alimentación del vientre preñado y la producción de leche de las madres aumentando el crecimiento inicial de los corderos. También posibilitan la esquila preparto mejorando la producción de lana en cantidad y calidad. No todos los corderos nacidos en esta época son terminados para el momento de mayor demanda (fin de año), situación que se acentúa si las encarneradas se realizan a partir del 1° de mayo. Esta situación, lograr corderos tardíos y teniendo en cuenta las posibilidades forrajeras de la zona, va a permitir lograr una oferta de corderos más extendida en el año, posibilitando ventas fuera de la zafra común, con mejores precios y a la vez poder abastecer, las zonas turísticas de la costa del Rio Uruguay y el Delta. Esta situación se puede considerar como muy importante para la zona y con ventajas sobre otras regiones de la provincia que desarrollan sistemas ovinos.
Las ventajas que se logran con estas prácticas para la producción de carne en la zona sur son:• Ampliar el calendario de oferta de carne ovina, especialmente con
categorías jóvenes, a los meses de junio, julio, agosto y setiembre.
• Diversificar el tipo de carne producida (cordero pesado), lo que permite un
sistema de trazado y presentación en cortes, que facilita la
comercialización.
• Mayor oferta de corderos en los momentos de alta demanda (diciembre-
enero).
• Uso de padres de razas carniceras para cruzamientos terminales.
• Venta de ovejas gordas.
ImportantePor último no debemos olvidar que para aquellos productores que tienen campos con zonas muy bajas con partes inundables, deben pensar en un sistema que tenga en cuenta las siguientes consideraciones:
1) Calcular la dotación en sus campos en base a las zonas no inundables, que
deberán funcionar como parte de la reserva o para las épocas de
inundación.
2) Para el caso que se disminuya mucho el área de pastoreo, en estas zonas
se debe pensar en sistemas de alimentación en base a reservas de forraje,
silos, henos, o granos, para los momentos de reducción del área.
Siempre en estos casos de zonas problemáticas es bueno, para todas las
categorías de los ovinos, enseñarles a comer granos o silo, para evitar
problemas de acostumbramiento en los momentos críticos. Se tiene la
ventaja de que el ovino una vez que aprendió a comer no se olvida de por
vida. Por este motivo es bueno acostumbrarlos desde corderos,
especialmente en aquellos que no se van a vender enseguida, como las
categorías de reposición o borregas.
3) En estas zonas es también una tarea fundamental cuidar al máximo la
sanidad de los ovinos, tanto en parásitos internos, como de las
enfermedades podales. A estas últimas el ovino es muy sensible en zonas
húmedas, por lo que siempre es aconsejable el asesoramiento de un
profesional veterinario.
1) Calcular la dotación en sus campos en base a las zonas no inundables, que
deberán funcionar como parte de la reserva o para las épocas de
inundación.
2) Para el caso que se disminuya mucho el área de pastoreo, en estas zonas
se debe pensar en sistemas de alimentación en base a reservas de forraje,
silos, henos, o granos, para los momentos de reducción del área.
Siempre en estos casos de zonas problemáticas es bueno, para todas las
categorías de los ovinos, enseñarles a comer granos o silo, para evitar
problemas de acostumbramiento en los momentos críticos. Se tiene la
ventaja de que el ovino una vez que aprendió a comer no se olvida de por
vida. Por este motivo es bueno acostumbrarlos desde corderos,
especialmente en aquellos que no se van a vender enseguida, como las
categorías de reposición o borregas.
3) En estas zonas es también una tarea fundamental cuidar al máximo la
sanidad de los ovinos, tanto en parásitos internos, como de las
enfermedades podales. A estas últimas el ovino es muy sensible en zonas
húmedas, por lo que siempre es aconsejable el asesoramiento de un
profesional veterinario.
Ing. Agr. Ramón Gambetta
INTA Concepción del Uruguay
INTA Concepción del Uruguay
Más información: rgambetta@concepcion.inta.gov.ar
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