| Donde estaba la barda en Vista Alegre, Neuquén, hay ahora unas 150 hectáreas totalmente sistematizadas y parte importante de esta superficie, plantada con cerezas. El verde sobresale en el agreste paisaje.
Según publicó Rionegro.com.ar, el proyecto lo lleva adelante la firma Vista Alegre SA. Uno de sus socios gerentes, Carlos Enríquez, conocido ejecutivo neuquino dentro de la fruticultura, asegura que se invertirán unos 15 millones de dólares en los próximos cinco años para el desarrollo del emprendimiento.
"La idea es tener una escala adecuada que nos permita colocar nuestra fruta en los mercados más exigentes del exterior", comentó Enríquez al dar a conocer la puesta en marcha de este importante proyecto.
Estimó que en los próximos cinco años comercializarán cerca de 500.000 cajas de cerezas, lo que demandará alrededor de 800 trabajadores en forma estable.
La región norpatagónica cuenta hoy con una ventana comercial importante para colocar este tipo de producto. Ésta va de noviembre a diciembre de cada temporada y comprende las semanas en las que no está presente el peak de la oferta chilena en los mercados.
"La cereza de nuestra región es muy valorada en el exterior y debemos apuntar a aquellos destinos que muestran hoy una demanda muy activa. En esta actividad nos encontramos con un nuevo paradigma: Europa, que antes era el gran comprador de frutas del mundo, hoy está siendo desplazado por Asia, que muestra un crecimiento significativo en la demanda de alimentos", afirmó Enríquez.
El ejecutivo aseguró que el Viejo Continente es un mercado maduro y resulta muy difícil que reaccione en el corto y mediano plazo.
En este sentido, es importante observar la evolución de las ventas de Chile, líder en la comercialización de frutas del hemisferio sur. Durante la temporada 2007 el 30% de la oferta exportable de cerezas de ese país tuvo como destino el Lejano Oriente (sudeste asiático, China e India, entre otros). En la pasada temporada ese indicador se ubicó cerca del 65%; es decir, creció 35 puntos porcentuales en sólo cinco años. Por otra parte, la participación de Europa para este producto pasó del 25 al 8% en el mismo período.
No hay mucho más que agregar a esta estadística: el desvío de comercio que registran las exportaciones trasandinas muestra con claridad la tendencia mencionada por el director de Vista Alegre.
–¿Somos competitivos como proveedores en el mercado internacional de cerezas?
–Sí. Si se maneja bien el producto, tanto en la fase productiva como en la parte comercial, tenemos muchas oportunidades de crecer.
–¿Cómo estamos respecto de Chile?
–Bueno, es muy difícil compararnos con ellos. Es un país que está haciendo las cosas muy bien y la producción de cerezas no queda fuera de ese esquema. Por otra parte, no nos podemos comparar por una cuestión de escala: ellos hoy están exportando 14 millones de cajas de cerezas y nosotros no llegamos a las 400.000.
–Tomemos como referencia los costos de producción, ¿cómo estamos ahí?
–El costo de mano de obra, que define el de producción, en Chile es un 25% más bajo que el nuestro. En productividad (cajas por hectárea) estamos en niveles parecidos a los alcanzados en el vecino país.
–¿Un dólar a 4,95 pesos es competitivo para la actividad?
–Todavía resiste, ya que éste es un producto que se vende en nichos bien definidos y por el que se paga muy bien; por ende, los márgenes de ganancia son muy amplios.
–¿Qué es lo que le estaría faltando a la región para despegar como un jugador importante de cerezas en el mercado internacional?
–Lo primero, organizarnos. Deberíamos tener una cámara que reúna a productores y empresas para fijar mínimas normas que garanticen un desarrollo sustentable del sector, producir y comercializar de una forma que nos permita ir ganando mercados en forma progresiva. Lo segundo es trabajar para que la oferta exportable de cerezas pueda salir directamente de Neuquén y no tenga que ir a Ezeiza, donde se pierde y tiempo valioso y la fruta cae en calidad por el manejo que se realiza previo al ingreso al avión. Y, por último, deberíamos trabajar codo a codo con el gobierno nacional para que se eliminen los aranceles en mercados clave para la colocación de nuestros productos.
–¿Cree que esto se puede dar en el corto plazo?
–Voy a dar pelea. No sé si se va a concretar o no, lo que sí sé es que no nos podemos quedar con los brazos cruzados ante las oportunidades que hoy tiene el país para desarrollar este tipo de pro- ducto.
–¿Cómo fue esta temporada para la cereza en el exterior?
–En lo que se refiere a la producción, se observaron algunas mermas en todo el hemisferio sur, algo más pronunciadas en nuestros valles. Comercialmente hablando fue muy buena; los precios siguen creciendo en los mercados, que sostienen su demanda. |
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