martes, 26 de febrero de 2013


Verificar el agua antes de aplicar

Soy asesor técnico de Grupo Agros SA. Es muy común que en épocas de campaña estemos preocupados por conseguir el mejor precio de un herbicida o por asegurarnos de que el aplicador esté disponible en el momento óptimo y nos olvidemos de un factor fundamental: el agua. Sabemos que utilizaremos la de cierto pozo o [...]
Soy asesor técnico de Grupo Agros SA. Es muy común que en épocas de campaña estemos preocupados por conseguir el mejor precio de un herbicida o por asegurarnos de que el aplicador esté disponible en el momento óptimo y nos olvidemos de un factor fundamental: el agua.
Sabemos que utilizaremos la de cierto pozo o tanque, pero desconocemos su calidad y los daños económicos y agronómicos que nos causa. Utilizar agua incorrecta o no corregir sus deficiencias podría ocasionarnos una reducción en la performance del producto a aplicar.
En toda aplicación de agroquímicos el agua es el solvente principal en cualquier mezcla y es de una fundamental importancia en el rendimiento del producto a aplicar. Son tres las variables a tener en cuenta:

  • 1) El pH del agua, que indica si la misma es ácida o alcalina. Cada producto es estable dentro de un rango de pH definido, pero fuera de ese rango comienza un proceso de hidrólisis, o sea, la desintegración del producto con la pérdida de performance correspondiente. La mayoría de los productos requieren aguas ligeramente ácidas (pH entre 4 y 6).


  • 2) Las sales disueltas en el agua. Las aguas con alta presencia de minerales son denominadas “aguas duras”. Las más comunes son las que contienen calcio, magnesio y hierro. Estas sales perjudican significativamente el rendimiento en aplicaciones de glifosato o 2.4D. Existen en el mercado productos que actúan como secuestrantes de cationes, como el sulfato de amonio, que evita estos problemas y potencia el poder herbicida de un glifosato, posibilitando reducir dosis y acelerar el tiempo de control.


  • 3) Las partículas suspendidas en agua. Éste es un problema que no puede ser solucionado mediante el agregado de aditivos, por lo que hay que buscar una fuente de agua libre de partículas de arcilla y materia orgánica. Algunos herbicidas como glifosato o el paraquat son muy susceptibles a esta variable por formarse una película sobre la superficie foliar. Todos estos problemas son evitables con un rápido y sencillo análisis del agua. En el mercado existen muchos productos para mejorar una aplicación: humectantes, adherentes, secuestrantes de cationes, reguladores de PH, etc. La próxima vez que tenga que realizar una aplicación no sólo va a tener que decidir qué producto utilizar y en qué dosis, sino que antes va a tener que evaluar de dónde va a sacar el agua.

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