lunes, 25 de febrero de 2013


Escándalo por venta de carne de caballo llegó a Asia

París – El escándalo de la carne de caballo etiquetada como carne bovina en platos cocinados se extendió ayer a Asia, donde las autoridades de Hong Kong anunciaron el retiro de la venta de productos importados.
Paralelamente, otro país europeo se vio afectado por el escándalo, la República Checa, cuyas autoridades anunciaron ayer que habían descubierto carne de caballo no declarada en lasañas congeladas confeccionadas por la empresa Nowaco de Luxemburgo.
Las autoridades de Hong Kong ordenaron la semana pasada a una cadena de supermercados local que retirara las lasañas de carne congelada Findus, una de las marcas involucradas en el escándalo de la carne de caballo en Europa.
Se trata de un producto importado de Gran Bretaña y fabricado por la empresa francesa Comigel, que se vendía en los supermercados ParknShop, propiedad del magnate Li Ka-shing.
El centro de seguridad alimentaria de Hong Kong pidió a los habitantes que no consumieran este producto y afirmó que “podría estar adulterado con carne de caballo” de la que se desconoce todavía si contiene drogas veterinarias.
“El producto se retiró de nuestras tiendas la semana pasada, siguiendo instrucciones del Gobierno”, indicó ayer un portavoz de ParknShop. El grupo cuenta con unas 280 tiendas en Hong Kong y Macao.
Hong Kong, excolonia británica, Macao, una antigua colonia portuguesa devuelta a China en 1999, son los únicos territorios chinos que gozan del estatuto de “región administrativa especial”.
El supermercado y el Gobierno desconocían la cantidad de lasañas que se habían retirado. Aún no se han llevado a cabo acciones similares en Indonesia, Filipinas o Malasia.
En la República Checa, las pruebas de laboratorio “revelaron la presencia de carne de caballo en una muestra” de lasañas Nowaco confeccionadas en Luxemburgo, indicó en su portal de internet la autoridad checa de inspección de la agricultura y los alimentos. La muestra provenía de un supermercado Tesco, afirmó.
Los inspectores “ordenaron al distribuidor que retire inmediatamente del circuito esos productos”, agregó.
Los gigantes mundiales del sector agroalimentario, como el suizo Nestlé o el brasileño JBS, anunciaron la retirada del mercado de varios productos precocinados a causa del escándalo provocado por el uso fraudulento de carne de caballo en lugar de carne de vacuno, que afecta a un número creciente de países en Europa.
Por primera vez desde el inicio de la crisis, estos productos retirados no sólo son platos precocinados de venta en supermercados, sino platos distribuidos a hoteles, restoranes o cafés, según un portavoz de Nestlé en Portugal, Anotio Carvalho.
Los 27 países de la Unión Europea (UE) se pusieron de acuerdo el viernes pasado para realizar unos 2.250 análisis a la carne, entre 10 y 150 por país.
Una serie de datos ilustra el tamaño del engaño: la empresa francesa Spanghero compró 750 toneladas de carne de caballo, de las cuales 550 toneladas se usaron para fabricar unos 4,5 millones de platos fraudulentos vendidos en al menos trece países europeos.

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