La apuesta de las cerealeras para doblegar al Gobierno con una asfixia de divisas
Las grandes exportadoras se niegan a pagar una deuda impositica de u$s 600 millones. Ante los reclamos de la AFIP respondieron paralizando las exportaciones y secando así al Banco Central de dólares. Copiaron la estrategia de las mineras que ya lograron doblegar al Gobierno. El lobby de CIARA y las consecuencias de una pelea que afecta a toda la agroindustria.
La pelea de fondo que la Casa Rosada está librando con las multinacionales cerealeras que manejan el corazón de la economía Argentina, subió un escalón ante la estrategia de “asfixia” de divisas que lanzaron las empresas nucleadas en CIARA.
Ante la decisión de la AFIP de cobrarles una deuda de más de u$s 600 millones a las cerealeras que encabezan Bunge, Cargill, Dreyfus y Noble -entre otras multinacionales-, estas firmas decidieron romper su alianza estratégica con el kirchnerismo.
Según pudo reconstruir La Política Online con diversas fuentes del sector, las exportadoras eligieron una estrategia que ya le dio un buen resultado a las empresas mineras en un conflicto de similares características con el Gobierno.
Esta estrategia de las exportadoras consiste básicamente en retirarse del mercado de soja (sólo se concretan operaciones puntuales de trigo y maíz) para evitar liquidar divisas al Banco Central en un momento de extrema necesidad de divisas por parte del Gobierno, como dejó en claro el viceministro Axel Kicillof esta semana, al defender el Presupuesto en el Congreso.
De hecho, desde el viernes pasado no se están realizando envíos al exterior del principal producto de exportación argentino y ya hay cerca de 40 barcos parados en los puertos de la zona de Rosario a un costo de diario cercano a los 25.000 dólares.
Para tener una idea del poder de daño que puede generar la retirada de la exportación del mercado, la semana pasada (que contó con el feriado del 8 de agosto), las empresas del sector agroexportador liquidaron divisas por un total de 328,2 millones de dólares.
En tanto, el monto liquidado en lo que va del año asciende a 19.158 millones de dólares, mientras que el año pasado liquidaron 25.133 millones de dólares (casi tres veces de lo que liquidaron en 2003 cuando el kirchnerismo tomó el poder).
El ejemplo de las mineras
“Todo buen jugador de ajedrez conoce muy bien las necesidades y debilidades de su oponente y a partir de este conocimiento sabe cómo puede causarle daño”, afirmó una de las fuentes consultadas por LPO, que está involucrada en el conflicto.
“Todo buen jugador de ajedrez conoce muy bien las necesidades y debilidades de su oponente y a partir de este conocimiento sabe cómo puede causarle daño”, afirmó una de las fuentes consultadas por LPO, que está involucrada en el conflicto.
En rigor, las cerealeras no inventaron nada sino que se limitaron a copiar a las mineras, que lograron torcele el gobierno al kirchnerismo. Este año las mineras decidieron suspender las exportaciones a modo de protesta contra una medida oficial que achicaba a 15 días el plazo para liquidar divisas.
De esa manera, y si bien no trascendió mediáticamente, las mineras lograron que el Gobierno amplíe a 180 días el plazo para liquidar divisas (en principio querían concederles sólo 30 días). El dato: el sector exporta 450 millones de dólares por mes.
Las cartas del Gobierno
El Gobierno también está jugando sus cartas para lograr que las empresas paguen la deuda de unos 600 millones de dólares que reclama la AFIP en concepto de pago por una maniobra que realizaron las cerealeras nucleadas en CIARA en los años 2007 y 2008, para evadir retenciones por cientos de millones de dólares.
El Gobierno también está jugando sus cartas para lograr que las empresas paguen la deuda de unos 600 millones de dólares que reclama la AFIP en concepto de pago por una maniobra que realizaron las cerealeras nucleadas en CIARA en los años 2007 y 2008, para evadir retenciones por cientos de millones de dólares.
En este sentido, la renovación temporaria de las habilitaciones de las terminales portuarias es una de las herramientas empleadas por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, para negociar con las compañías exportadoras.
Así, la Subdirección de Operaciones Aduaneras extendió por apenas 30 días la habilitación provisoria de la terminal portuaria que Cargill cuenta en la localidad santafesina de Villa Gobernador Gálvez (la anterior renovación fue por 6 meses).
En tanto, otra de las armas que utiliza Echegaray –cuyo mandato en la AFIP vence el 28 de diciembre- es la suspensión como acopiadores del Registro Fiscal de Operadores de Granos (el caso más reciente fue el de Bunge hace algunas semanas atrás).
Pero las últimas y novedosas trabas empleadas tuvieron que ver con la implementación de un sistema de control de cargas conocido como Draft Survey. Se trata de la contra-verificación del peso de la carga a través de la medición del calado del buque, el cual se aplicaría por cada una de las destinaciones a embarcar en una misma nave.
Y la segunda medida, que se suma al procedimiento de control de exportación que hoy en día ya se realiza, tiene como finalidad verificar la inexistencia de sustancias estupefacientes, que se llevaría a cabo una vez iniciado o finalizado el proceso de carga en lugar de hacerlo en forma previa.
Así las cosas, las miradas ahora están puestas en el próximo sábado 20 de octubre -fecha límite fijada por Echegaray para que las exportadoras paguen la deuda reclamada- y en las cartas que puedan mostrar los jugadores a partir de dicha fecha.
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