Intervención del mercado del algodón

Las continuas y perniciosas intervenciones del gobierno nacional que se han practicado con la excusa de cuidar la mesa de los argentinos pretenden  instalarse ahora en la producción algodonera. En este caso, a la acción del Poder Ejecutivo Nacional a través de la secretaría de Comercio Interior se suma la complicidad de los gobiernos provinciales. Al igual que el trigo, el maíz, la carne y la leche, entre otros productos, se pretende trabar las exportaciones de algodón, distorsionar su mercado, imponer precios y permisos de permisos de exportación (Roes)  en la cadena agroindustrial algodonera, que terminarán destruyendo la intensión de siembra de este cultivo. Como ya ha sucedido con otras producciones, la regulación sólo ha sido en perjuicio del productor y de los consumidores. Es claro que este tipo de medidas han fracasado. Ejemplo de esto es el pan cuyo precio es, según el gobierno, de 2.5 pesos por kilo, mientras que los consumidores lo pagan hasta 10 pesos por kilo. La imposición de medidas que atentan contra la inversión en un cultivo que afronta un elevado riesgo climático y de mercado terminará, tal como sucede en el resto de las cadenas agroalimentarias, no solo con menor producción sino también haciendo que cierren sus puertas las desmotadoras. Además, las fábricas textiles tendrán capacidad ociosa con las consecuentes pérdidas de empleos. Cualquier acuerdo que reste transparencia y competencia al funcionamiento del mercado del algodón redundará en una pérdida de ingresos para el productor, el eslabón más débil de toda la cadena algodonera, en un menor crecimiento del cultivo y en menor producción.