martes, 14 de junio de 2011

Conclusiones de la primera jornada



Hay que lograr un trigo más eficiente

Durante el primer día de A Todo Trigo 2011 los especialistas ofrecieron diversas herramientas para hacer un abordaje integral de la heterogeneidad ambiental. La recomendación es redefinir los lotes y hacer una buena lectura de los indicadores del suelo y el ambiente para reducir riesgos y obtener mejores rendimientos.


Conclusiones de la primera jornada

Hay que lograr un trigo más eficiente

Durante el primer día de A Todo Trigo 2011 los especialistas ofrecieron diversas herramientas para hacer un abordaje integral de la heterogeneidad ambiental. La recomendación es redefinir los lotes y hacer una buena lectura de los indicadores del suelo y el ambiente para reducir riesgos y obtener mejores rendimientos.

Como cierre de la primera jornada de la edición 2011 de A Todo Trigo, Daniel Miralles, coordinador académico del congreso, fue el encargado de repasar los principales conceptos propuestos en las exposiciones que tuvieron lugar en el Salón Plenario del Sheraton Mar del Plata. Durante el primer día, por el congreso pasaron 1500 personas y otras 550 lo siguieron por Internet.
En el caso de Gustavo López, Miralles destacó que “las reservas mundiales son limitadas y la tendencia muestra precios altos en todos los commodities, con lo cual las perspectivas internacionales son auspiciosas, pero poder aprovechar la coyuntura internacional dependerá de que el mercado triguero argentino se destrabe”.
De la exposición de Emilio Satorre, resaltó la “importancia de mejorar los procesos técnicos a la hora de la siembra: elección de la mejor variedad, nutrición y manejo de enfermedades”. Además, Miralles recordó las tres razones desarrolladas para “insertar definitivamente al trigo en los sistemas de producción: la cobertura que da a los demás sistemas productivos, sobre todo en planteos con SD; el aporte de materia orgánica (MO) que deja en los suelos; y la contribución a la diversificación de los planteos, reduciendo el riesgo”.
Sobre la ponencia de Rodolfo Gil, Miralles enfatizó la necesidad de “apuntar a estrategias que permitan que el agua se vaya vía transpiración y no en otras instancias, como la evaporación”, ya que “la etapa de la transpiración es la única que produce rentabilidad”. Sobre el manejo del cultivo, también destacó lo propuesto por Marcelo Nosetto de “valorar los lotes de acuerdo a la napa, mantener alto el consumo, evaluar los beneficios de la agricultura de precisión y bajar los riesgos de anegamiento con estrategias de manejo”.
En materia de nutrición la recomendación de Fernando Salvagiotti fue que “para maximizar la captura de recursos hay que manejar más de un nutriente a la vez, porque en el lote muchas veces las deficiencias se producen de forma simultánea”.
Con relación a la diversidad de los escenarios agrícolas, Miralles rescató la expresión de Fernando Menéndez, quien recomendó el “manejo de la heterogeneidad por ambientes (que no es agricultura de precisión) sino redefinir los lotes, lo que permite mejor uso de la maquinaria y los recursos”.
Otro de los temas desarrollados fue el gran aporte que pueden hacer las nuevas tecnologías digitales aplicadas a maquinarias para la identificación y el manejo de la heterogeneidad ambiental. Como ejemplo, Carlos Di Bella se refirió al uso de sensores remotos y otras herramientas como mapeadores para medir las múltiples variables y su interacción, pero advirtió que “todavía hay que ajustar más la información de las imágenes con el análisis del rendimiento”.
En cuanto a la aplicación de estas nuevas tecnologías, la advertencia fue que aún presenta dificultades culturales y tecnológicas para alcanzar resultados óptimos. Ricardo Martínez Peck, destacó la importancia de, por ejemplo, calibrar la maquinaria de acuerdo a una correcta interpretación de los resultados obtenidos. “Hay que ajustar la correlación entre la realidad y lo mapeado y trasladarla en forma correcta al lote”, advirtió el experto en mecanización agrícola.
Los riesgos climáticos son los más inciertos, pese a ello se analizaron distintos indicadores que pueden ayudar a anticiparse a heladas o falta de agua. Sobre este tema, Miralles recomendó aprovechar la información de los modelos de simulación y ensayos, como información clave para tomar mejores decisiones en cuanto a la elección de variedades, fecha de siembra, etc.
Finalmente, Graciela Magrín mencionó que el clima da muchas señales que permiten al productor anticiparse a potenciales riesgos. En este sentido, destacó: “seguimos ganándole al clima a fuerza de mejoramiento genético, manejo e investigación”.
 

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