Se le ha denegado la entrada a Nueva Zelanda a una viajera coreana después de que intentara esconder semillas de tomate a los oficiales de bioseguridad.
La mujer llegó al aeropuerto de Auckland ayer con su marido.
Las semillas se encontraron en un pañuelo de papel entre las solapas de una caja durante un registro de maletas.
Se le ha obligado a volver a Corea en el próximo vuelo disponible después de que el personal del ministerio de industrias primarias (MPI, por sus siglas en inglés) le remitiera la cuestión a Inmigración de Nueva Zelanda.
El director del departamento del MPI para pasajeros del norte, Craig Hughes, dijo que la mujer admitía que tenía planeado plantar las semillas en el jardín de su hija en Auckland.
“El delito incluye un intento deliberado de contrabando de bienes que podrían contener enfermedades o plagas devastadoras para los productores de tomates de Nueva Zelanda”.
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