La cosecha de la cereza de la Ribera d’Ebre se presenta de récord. Si bien no se suelen dar volúmenes concretos de producción por la imposibilidad de recontar los numerosos pequeños productores de cereza en esta comarca de Terres de l’Ebre, el territorio aún ve con mucho optimismo la campaña de este año, que se augura excelente tanto por la cantidad como por la calidad de las cerezas.
Una buena campaña puede suponer la exportación de esta fruta dulce hasta un 40% de la cosecha global. La cereza tiene mercado en Europa central y en las Islas Británicas. Las lluvias de la última semana no han hecho ningún daño a las cerezas y el tiempo, de momento, ha beneficiado el cultivo.
De hecho, el buen tiempo que predomina esta primavera después de un invierno con niebla y frío han propiciado una excelente arranque de campaña, que se alargará hasta primeros de julio. Las cerezas de l’Ebre comienzan con muy buen pie. La cosecha comenzó hace unas semanas con las más tempranas y ahora ya se cosechan unas variedades más duras que se pueden destinar a la exportación, lo que ha evitado la caída del precio del kilo. En otros años, las lluvias habían ablandado el fruto, descartando su comercialización en el exterior.
“Es un año que habrá mucha cereza y será de mucha calidad; estamos viendo que el mercado aprecia mucho la cereza grande, mientras que las pequeñas tienen unos precios bajos”, explica el responsable de la fruta dulce en la Ribera de l’Ebre de Unió de Pagesos (UP), Jaume Miquel Aleu. “El precio se mantiene bastante bien en los calibres grandes, un agricultor puede cobrar a 3 euros el kilo de cereza si el fruto está cerca de los 28 milímetros -un precio que a la venta al público se puede doblar tranquilamente”, añade Aleu. Y ahora también ya está a punto la cosecha del melocotón.
Las condiciones climáticas de la Ribera d’Ebre son las adecuadas para el melocotón y la cereza. Según datos del Consell Comarcal, hoy día se producen en la comarca más de 20 millones de kilogramos de fruta dulce al año: melocotón -con 1.600 hectáreas-, cereza -500-, pera -230- y otras frutas - 280-, son las más representativas. La superficie de regadío en los últimos años ha aumentado y los cultivos han cambiado en función de la demanda del mercado.
“Cada vez hay más cerezos y más hectáreas destinadas a esta fruta dulce, en la Ribera d’Ebre hay más de 1.000 hectáreas que están renovándose constantemente”, apunta Aleu, delegado de la fruta dulce de UP. “Tampoco se pueden dar datos porque el cerezo el cultivo principal en ninguna finca, sino que todo el mundo lo tiene de cultivo complementario en tierras donde se tienen otros árboles frutales o olivos”, concluye.
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