La edad de la pubertad en las cerdas de reemplazo y el intervalo destete-celo en las cerdas están relacionados con la productividad de las camadas y la retención de las cerdas. Para adelantar el estro algunos días, semanas o incluso meses, se utiliza la inducción. En las nulíparas, la exposición al macho puede acelerar la maduración del cerebro para ayudar a que la cubrición sea en la edad, peso y maduración deseadas. El contacto con el macho 15 minutos al día, empezando 3-4 semanas antes de la fecha en que se calcula que llegará la pubertad, adelanta y agrupa los celos en los lotes de cerdas.
Una exposición demasiado temprana no conseguirá una buena sincronía y si es demasiado tardía, no evitará el retraso de la pubertad o se terminarán cubriendo nulíparas con más edad y más peso. La respuesta óptima a la inducción puede obtenerse utilizando una vez al día el contacto físico del macho con el corral de nulíparas. La relación adecuada macho:nulíparas (≤1:15) es importante y si aumenta, también debe hacerlo la duración de la exposición diaria o el número de verracos. La exposición física utilizando un verraco intacto o vasectomizado proporciona un gran abanico de estímulos. Es importante controlar a los verracos con una libido alta con paneles, arneses o dispositivos mecánicos móviles para evitar el estrés y lesiones en las patas de las nulíparas.
Los machos cruzados con Meishan son muy populares porque, pese a ser pequeños y dóciles, tienen una libido elevada. El contacto a través de la valla también es efectivo cuando se desplazan las nulíparas o el verraco a un corral de exposición. El contacto a través de la valla una, dos veces o durante todo el día puede adelantar la pubertad, con mejores respuestas cuanto más frecuente sea el contacto. Para que la exposición a través de la valla sea efectiva, todas las nulíparas del corral deben tener espacio para una interacción directa, de modo que puedan ver, oler y oir al verraco del otro lado. Las zonas de exposición especialmente diseñadas pueden optimizar la exposición a través de la valla mediante múltiples verracos y corrales. Las cerdas también responden a la inducción tras el destete o a finales de lactación si ésta dura más de 3 semanas. La exposición diaria a través de la valla durante 1 o 2 minutos en cerdas destetadas en jaulas aumenta la proporción en celo por días de 4 a 6 y mejora el estro en primíparas y en los períodos de infertilidad estacional.
Video 1: Verraco activo y nulípara interesada (jaulas)
La inyección hormonal en las nulíparas prepúberes y cerdas, con una combinación de eCG y hCG induce rápidamente el crecimiento folicular y el estro en 4 o 5 días. En nulíparas, el tratamiento puede ser efectivo cuando se administra unas semanas antes de la pubertad o a las que no han respondido a la exposición al macho durante 3-4 semanas. A veces se tratan las cerdas al destete para minimizar los riesgos de un celo retrasado. La respuesta óptima al tratamiento hormonal depende de si el animal recibe la dosis adecuada, en el sitio correcto y a la profundidad indicada y que no se pierda dosis del punto de inyección.
La detección del celo se caracteriza por el aumento de la frecuencia del reflejo de inmovilidad de la cerda en presencia de un verraco con o sin la aplicación de presión en la espalda. Cuando los folículos ováricos maduran y liberan estrógeno, éste alcanza el cerebro y permite la expresión del comportamiento asociado al celo. La intensidad y el tiempo que tarda la hembra en quedarse quieta cuando está cerca de un macho depende de la fase del celo. El reflejo de inmovilidad es más rápido y fuerte a la mitad del celo que al principio o al final. A las nulíparas a las que se ha trasladado a una área nueva, hay que darles un tiempo para explorar antes de realizar la detección de celo.
Video 2: Una primeriza en celo y otra sin (jaulas).
Cuando se detectan celos en jaulas, algunas cerdas viejas o ciertas líneas genéticas pueden no mostrar una reacción claramente positiva o negativa ante el verraco y la presión en la espalda. En este caso, frotar la espalda y el flanco, observar la ausencia de vocalización, la inmovilidad de la cabeza y el reflejo de la base de la oreja nos ayudarán a una identificación correcta. La detección consistente, en un intervalo establecido y con un protocolo estandarizado, mejora la precisión, algo importante en nulíparas que tienen un celo corto, de sólo 1-2 días. En cerdas destetadas, el celo es más largo, pero puede utilizarse la detección precisa del inicio y del final para la programación estratégica del primer servicio y también para evitar que el último se realice después del final del estro. Finalmente, las nulíparas y cerdas en celo están paradas continuamente y muestran un comportamiento refractario que dura de unos minutos a varias horas. El comportamiento refractario se convierte en un problema cuando no puede detectarse el celo o se retrasa la detección, lo que suele pasar si hay una exposición continua al macho, hay machos alojados demasiado cerca o a contraviento, y cuando la detección y la cubrición se producen al mismo tiempo ya que esto permite una exposición más prolongada para las hembras situadas a favor del viento o en las filas contiguas antes de que se les detecte el celo.
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