ARGENTINA – Una investigación realizada por Sealed Air Food Care señala soluciones para ayudar a minimizar el índice del desperdicio de alimentos que podrían ayudar a aumentar las ganancias de los minoristas. En América Latina, se estima que el alcance del desperdicio es del 4,4% de las ventas minoristas.
El desperdicio de alimentos es un problema global que afecta a toda la cadena productiva, desde el procesamiento, distribución, venta minorista, hasta la mesa del consumidor, generando impactos no solamente ambientales, sino también sociales y económicos.
Entre los profesionales del sector minorista, el 99% consideran la reducción del desperdicio como la preocupación operacional más grande, seguido del control de hurtos con 76%, contención de gastos de personal con 73% y administración de recursos de energía en 71%. Para ellos, la disminución de las pérdidas podría aumentar las ganancias en hasta 14% en Argentina, 29% en Brasil y 7% en México.
Estos datos constituyen parte del estudio “Soluciones para reducir el desperdicio de alimentos en el comercio minorista en América Latina”, conducido por Sealed Air Food Care, líder en soluciones de envasado e higiene para la industria alimentaria, en asociación con Nielsen, Dirección de Estudio Económicos de ANTAD (México), la Facultad de Economia y Administración de la Universidad de São Paulo (FEA – USP) y asociaciones de supermercados. El estudio, realizado en Argentina, Brasil y México, ha escuchado a 194 profesionales del sector y más de 3.000 consumidores
Cada año 1,3 mil millones de toneladas de alimentos son desechados en todo el mundo, siendo América Latina y Caribe responsables del 6% del desperdicio global, de acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura.
El sector minorista representa una parte significativa de las pérdidas y el descarte contabilizado solamente en las tiendas, y sería suficiente para alimentar a más de 30 millones de personas, o 64% de los individuos que sufren de hambre en la región.
Solamente en Argentina, las pérdidas más grandes en el mercado minorista están en el sector de carnes y pescados con el 13%. En Brasil y en México son lideradas por el sector de frutas, legumbres y verduras, con una media del 11%, seguida por las carnes y pescados, representando aproximadamente el 7% del total. Entre los factores indicados como los principales responsables del desperdicio están los alimentos fuera de la fecha de caducidad y los productos estropeados, que en conjunto constituyen una media del 40% de las pérdidas en los tres países.
Los envases dañados también fueron señalados por tener alto impacto en el desperdicio, siendo responsables del 13% del descarte de alimentos en el mercado minorista en América Latina. La falta de resistencia a la manipulación de estos materiales perjudica la conservación de la frescura y la vida útil del alimento. En Argentina, el departamento de delicatessen es el más comprometido con el 14%. En Brasil, es la sección de carne y frutos del mar con el 28% y en México, rotisserie con el 32%.
De acuerdo con el estudio, los consumidores latinoamericanos están más preocupados por los problemas ambientales, como la polución del aire y la escasez de agua en lugar del desperdicio de alimentos. Sin embargo, cuando ellos tienen acceso a las causas del desperdicio y se enteran que los envases adecuados pueden colaborar en la minimización del problema, la mayoría pasa a valorar la adopción de estas soluciones. Más del 90% de los consumidores reconocen el beneficio del envase para asegurar la frescura por más tiempo, la integridad del alimento y la protección contra los gérmenes. Los consumidores revelaron también que valoran las tiendas que venden productos que ayudan a reducir el desperdicio de alimentos. En Argentina ese índice alcanza el 81%, en México 84%, seguido por Brasil con el 86%.
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