lunes, 2 de marzo de 2015

El problema del trigo


En el año 2006, se elevó una nota al entonces presidente de la Nación, Dr. Néstor Kirchner, manifestando la preocupante situación respecto de las trabas en la comercialización de trigo. Como consecuencia de dicha nota, los presidentes de las Bolsas del país fueron convocados a una reunión en la Secretaría de Comercio Interior, a cargo […]
En el año 2006, se elevó una nota al entonces presidente de la Nación, Dr. Néstor Kirchner, manifestando la preocupante situación respecto de las trabas en la comercialización de trigo. Como consecuencia de dicha nota, los presidentes de las Bolsas del país fueron convocados a una reunión en la Secretaría de Comercio Interior, a cargo entonces del Lic. Guillermo Moreno.En la misma se presentó un informe elaborado por las Bolsas, en el que se indicaba el grave perjuicio que se generaba sobre la comercialización de trigo y maíz, al no liberar las exportaciones de dichos productos. Pero ese informe no era una declamación de un estado de necesidad sino que presentaba el diagnóstico y la solución al problema.
El propósito del documento fue exteriorizar que los mercados mundiales ofrecían una oportunidad histórica para el país, que permitiría tanto ampliar la producción de granos, mejorar los ingresos en concepto de divisas, como también en términos de aporte al crecimiento del PBI y a la superación de los indicadores sociales.
A partir de entonces, y sin haber tenido respuestas a favor de lo solicitado, se continuó con la presentación de notas al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, así como también a demás funcionarios de diversas carteras, pero la respuesta nunca se hizo efectiva.
En el año 2010, tanto en forma individual como en conjunto, las Bolsas asistimos a reuniones en el ministerio y además recibimos en Bahía Blanca, en varias oportunidades, al entonces ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y actual presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Julián Domínguez, quien tuvo la oportunidad de escuchar de la propia boca de los productores lo acuciante de la situación.
En el año 2011 se realizó una reunión en la ciudad de Córdoba, a la que también asistimos todas las Bolsas, y se le pidió expresamente al ministro Domínguez la liberación de la exportación de trigo y maíz, dado que estaba generando terribles dificultades en la comercialización de esos productos. Se le hizo una presentación en la que se focalizó el impacto que tiene la intervención del Estado y lo importante que sería mitigar esa situación.
Los reclamos nunca dejaron de hacerse desde entonces, y se continúan haciendo.
En lo que va del año, nuestra institución ha planteado la preocupación y la necesidad de respuesta en distintos artículos periodísticos, hemos brindado también informes pormenorizados donde se detallan los perjuicios al productor y los impactos sociales y económicos que se evidencian en la región, que depende fundamentalmente de la agricultura y la ganadería.
Las mayores consecuencias se ven en el cese de la cadena de pagos, en la escasa o nula posibilidad de acceso al crédito por parte de los productores, reducción en la intensión de siembra de trigo y la mayor oferta de campos en alquiler.
Nosotros tenemos un país potencialmente rico, ocupado por ciudadanos capaces.
Las circunstancias actuales hacen que hoy, más que nunca, todos los sectores que forman parte del sistema granario se deban una mayor participación, solidez integracionista y procederes transparentes. Lo que hoy nos afecte en forma individual, mañana puede ser un problema de todos.

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