domingo, 2 de febrero de 2014

Control y prevención de problemas respiratorios del pollo: introducción


El control de las enfermedades respiratorias en los pollos radica en la prevención mediante el buen uso de las vacunas comerciales existentes, lo mismo que en el manejo adecuado de las parvadas, manteniendo los ambientes de crianza limpios, teniendo tiempo adecuado de descanso de las casetas, densidades adecuadas y en general, aplicando los principios básicos de bioseguridad en las granjas. (Primera parte de una serie de tres artículos).
Conferencia presentada por el Dr. Pedro Villegas, Universidad de Georgia, EUA, durante el XXII Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura.
El control de los problemas respiratorios se constituye en el desafío más importante para la industria avícola, especialmente cuando se trata de pollos de engorde. Las principales enfermedades respiratorias de tipo viral incluyen Newcastle, bronquitis infecciosa, laringotraqueitis infecciosa, metapneumovirus e influenza aviar.
En la mayoría de países los pollos son vacunados rutinariamente contra Newcastle y bronquitis, virus vacunales que se multiplican principalmente en el tracto respiratorio superior originando una reacción respiratoria normal, sin embargo, bajo ciertas condiciones, esta reacción puede complicarse con otros organismos presentes en las aves (micoplasmas) o en el ambiente (E. coli), resultando en una enfermedad respiratoria complicada que debe ser controlada utilizando antibióticos para eliminar los agentes complicantes que al final son los que producen la mortalidad en las parvadas.
Los problemas de tipo respiratorio en la avicultura comercial se constituyen en uno de los principales desafíos para el personal dedicado a la sanidad aviar. Desde los primeros días de vida el ave muestra su susceptibilidad a padecer problemas de tipo respiratorio cuando se enfrenta al ambiente que le rodea.
Existen numerosos factores que contribuyen a la presentación de problemas respiratorios. Algunos están relacionados con los sistemas de manejo, otros son de carácter infeccioso, inherentes al ave, medioambientales, etc.
De todos modos, aunque la etiología sea diferente, se puede decir en general que las aves jóvenes son más susceptibles a las reacciones respiratorias graves debido a que sus defensas son menores pues su sistema inmunitario no está completamente desarrollado. Además, debido a la necesidad de la industria avícola de proporcionar protección contra distintas enfermedades aviares, las aves, principalmente los pollos de engorde, son vacunados a muy temprana edad con organismos vivos contra los cuales el ave reacciona al reconocer el agente o agentes invasores.
Existe la tendencia de colocar demasiadas aves en las casetas, lo que puede ser el origen de los problemas de tipo respiratorio

Causas medioambientales

Además de los factores infecciosos, existen otros que intervienen en la presentación de las reacciones respiratorias. Quizás el factor más importante es el factor medioambiental. Debido a que los parámetros productivos en muchos casos se miden por kilos de carne producidos por espacio ocupado (generalmente metro cuadrado), o número de aves explotadas o criadas por espacio ocupado, existe la tendencia de colocar “unas pocas aves más” por determinado espacio para así aumentar los parámetros productivos. Este puede ser el origen de los problemas de tipo respiratorio.
Cuando no existen problemas patológicos y se les proporciona a las aves el equipo y medios necesarios para mantener un ambiente adecuado, la decisión de aumentar la densidad puede ser la correcta y los resultados económicos pueden ser satisfactorios.
Sin embargo, como en muchas otras áreas, la explotación avícola también tiene límites y existe un momento cuando no es posible producir mayor número de kilos de carne o explotar un determinado número de aves por espacio determinado.
Cuando existen problemas patológicos, las aves compiten tanto por el agua y alimento disponibles, como por la cantidad de oxígeno dentro de la caseta. Esta competencia hace que sobrevivan las más resistentes y mueran las más débiles. Si las condiciones medioambientales no son apropiadas, aún algunas de las aves resistentes pueden sucumbir bajo este tipo de condiciones.

Movimiento de aire

El medio ambiente donde se alojan las aves es otro factor importante en el desarrollo de una reacción respiratoria. En casetas donde el movimiento de aire es deficiente, las aves no cuentan con la suficiente cantidad de oxígeno disponible para sentirse cómodas. Cuando dentro de una caseta el intercambio de aire no es frecuente, las concentraciones de bióxido de carbono producido por las aves se aumentan considerablemente.
De esta forma, el ambiente general se torna más húmedo, aumentando de humedad en las camas, iniciándose así la formación de amonio cuyas concentraciones son nocivas para la salud de las aves, ya que este gas afecta el movimiento normal de los cilios en la tráquea ocasionando lesiones en el tracto respiratorio que hacen aumentar las concentraciones de moco, haciendo que el animal se vea congestionado, con ojos llorosos y con secreción nasal. Si el medio ambiente no se mejora, la reacción respiratoria se agravará.
La cantidad de bacterias presentes en los bebederos de tipo cerrado es considerablemente menor que en los bebederos abiertos

Bebederos

El manejo de los bebederos influye en el control de las reacciones respiratorias. En la industria avícola moderna el uso de bebederos cerrados ha contribuido notablemente a disminuir la gravedad de las reacciones respiratorias. Este sistema evita que el agua de bebida esté constantemente expuesta a la acción de los gérmenes ambientales y por lo tanto la cantidad de bacterias presentes en los bebederos de tipo cerrado es considerablemente menor que en los bebederos abiertos, principalmente los de canal.
El medio ambiente de una caseta avícola debe mantenerse lo suficientemente cómodo para proporcionar la cantidad de alimento, agua y oxígeno necesario para el adecuado crecimiento de las aves. La acumulación de gases nocivos como el gas carbónico y el amoníaco, interfieren con la respiración normal de las aves y se constituyen en quizás un factor que puede corregirse fácilmente si existen los medios adecuados para hacerlo.
En la experiencia del autor, la mayoría de reacciones respiratorias en avicultura pueden ser controladas inicialmente cuando se corrigen los factores medioambientales.

Causas infecciosas

Los agentes infecciosos pueden ser virus, bacterias, hongos o micoplasmas. Cualquiera de ellos puede causar reacciones respiratorias por sí solos, constituyéndose en la causa inicial de la reacción respiratoria. Estos agentes infecciosos se clasifican como agentes infecciosos primarios cuando son los iniciadores de la reacción respiratoria, mientras que otros se definen como secundarios debido a que no siempre causan reacción respiratoria severa por sí solos sino que se convierten en agentes complicantes de una infección primaria. Algunas bacterias son generalmente consideradas como agentes secundarios.

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“Los micoplasmas constituyen uno de los mayores problemas patológicos de la industria avícola”

Los agentes infecciosos primarios que con mayor frecuencia causan reacciones respiratorias, incluyen los virus de Newcastle, bronquitis, pneumovirus, laringotraqueitis e influenza aviar. Entre los agentes bacterianos algunas veces considerados como primarios o secundarios, dependiendo del tipo de cepa, se incluyen elOrnithobacterium rhinotracheale, cepas de Escherichia coli, Pasteurella multocida, Gallibacterium anatis(anteriormente P. hemolitica) y Avibacterium paragallinarum.
Los micoplasmas, M. gallisepticum y M. synoviae, son agentes considerados como primarios. Ambos micoplasmas son organismos que se multiplican en el tracto respiratorio de las aves. Su presencia en los lotes de aves se constituye en uno de los mayores problemas patológicos de la industria avícola moderna. Esta es la razón por la cual la industria avícola de muchos países ha optado por mantenerse libre de estos dos organismos. La patología que se observa en aves con y sin micoplasma es definitivamente muy diferente, tanto en la industria del pollo de engorde como en ponedoras comerciales.
El hongo Aspergillus fumigatus también es considerado como agente primario de enfermedad principalmente en los pollitos jóvenes.
Ejemplos de agentes infecciosos secundarios pueden incluir algunas cepas de adenovirus, reovirus, bacterias como E. coli, Staphylococcus, Pseudomonas. Los agentes infecciosos primarios son definitivamente los más importantes pues son los que inician la reacción respiratoria.
Los virus vacunales de Newcastle y bronquitis, a pesar de que son cepas de baja patogenicidad, no son sin embargo cepas de baja “reactividad” y cuando se vacunan las aves, se espera una reacción normal. Esta reacción puede pasar a ser anormal cuando los agentes infecciosos secundarios encuentran el medio adecuado para reproducirse, generalmente a causa de fallas en los factores ambientales bajo los cuales se crían las aves.

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