La denuncia se refiere a la licitación pública nacional Nº 05/13, para la adquisición de productos alimenticios, adjudicada a la firma (intermediaria) “La Comercial Asuncena SRL” (G. 21.500 millones), y a la proveedora de carne Tapé Pytá SA (G. 1.500 millones).
Por ejemplo, el lote Nº 6 está compuesto por un solo ítem: aceite de girasol. En este caso, la Policía nacional prefirió alrededor de 100.000 litros aceite argentino de la marca Vicentín, a G. 9.320 el litro, cuando que otra oferente cotizó G. 8.120 el aceite producido por la firma ContiParaguay. De acuerdo con la denuncia, ambas marcas tienen la misma calidad, pero con la diferencia de que el aceite nacional es más barato.
El Lote 7 se refiere a la provisión de extracto de tomate. Una de las marcas ofertadas es la fabricada por la reconocida firma nacional Frutika, pero inexplicablemente los responsables de la licitación entregaron la totalidad de ese ítem a la marca brasileña “Sum”, que lo cotizó en G. 2.200 el kilo, frente a los G. 1.400 de la producción local.
Por otro lado, la institución se decidió por yerba mate de la marca La Norteña, que llamativamente la ofertó por G. 4.450 el kilo, que no es un precio razonable, teniendo en cuenta que la yerba canchada (sin procesar) cuesta actualmente G. 6.000 el kilo. La “diferencia”, según la denuncia, se debería a que la citada marca utiliza grandes cantidades de desechos (palillos, procedentes de Argentina) en su producción.
En cuanto a la provisión de margarina, que es un ítem importante que se encuentra dentro del Lote Nº 8 (panadería), a pesar de que la empresa paraguaya ContiParaguay posee el 98 por ciento del mercado local de este rubro, que también fabrica la marca “Delicata” para Unilever, la entidad licitante prefirió la marca “Mesa”, de origen brasileño, pero que hizo figurar como nacional para que no sea afectada por la ley que establece un margen de preferencia del 20 por ciento a favor de lo nacional, que tampoco se tuvo en cuenta.
De acuerdo con la denuncia, el producto “beneficiado” fue ofertado en pote pequeño, con el agravante de que no es más que una crema vegetal para untar, con apenas el 20 por ciento de materia grasa, y no una margarina de uso industrial, que requiere de, por lo menos, un 80 por ciento de grasa. También se adjudicó el suministro de harina a una marca inexistente: Copalsa. De acuerdo a las averiguaciones, no hay registro oficial alguno de que exista como harina para producir panificados.
ContiParaguay, por ejemplo, intentó exportar productos terminados a la Argentina, pero le fue imposible. Menos se puede pensar en ganar una licitación pública, señalaron los denunciantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.