Entrevista Luis O. Barcos, representante Regional de la OIE
Lleva más de 20 visitas al país. Siempre activo y dinámico, pero cuidando las formas y el trato gentil. El doctor Luis O. Barcos, Representante Regional de la Organización Mundial de Sanidad Animal (más conocida como OIE) para las Américas, accedió a brindar algunas palabras para abordar el tema de actualidad, con énfasis en la aftosa, desde el respaldo al país al mantenerlo como sede de un seminario regional sobre la enfermedad, hasta los desafíos y logros a nivel mundial.
Campo — Una vez más de vuelta, doctor, bienvenido.
Barcos — Gracias, es la visita 25, si mal no recuerdo. Siempre es un gusto estar aquí.
Campo — En esta oportunidad, Paraguay acoge a expertos regionales de sanidad animal. Incluso, el propio director general de la OIE, Bernard Vallat, concurrió en los primeros días.
Barcos — Así es. Esta es la continuidad de anteriores reuniones iniciadas justamente en Paraguay a nivel mundial. Solo que en esta oportunidad, el “Seminario Regional sobre Fiebre Aftosa, Acciones necesarias para alcanzar y mantener el estatus de libre” se centra más en las acciones de la región.
Campo — Cuando eso (2009) Paraguay estaba en una mejor situación. ¿Por qué no se pensó en otra sede?
Barcos — Lo que vemos, no hicimos auditoría, pero lo que vemos y hablamos con los referentes locales es que existe un compromiso firme, consistente, sostenido en el tiempo y eso es importante.
Campo — ¿Qué se pretendió con el seminario?
Barcos — Fue un seminario sobre la fiebre aftosa. Como la situación de los países de la región mayoritariamente es de libre con vacunación, hay acciones muy específicas de vigilancia en los países que practican la vacunación y es diferente cuando hay focos de aftosa. Es algo más específico, científicamente diferente, al buscar el virus cuando se supone que está en un bajísimo porcentaje circulando. Es algo más específico y difícil. Pero también el encuentro tuvo otra parte que apuntó a la cuestión económica para mostrar el resultado de las inversiones en un control de la enfermedad. Cuáles son los resultados positivos en una intervención público privada, importante en cualquier campaña de control y erradicación de enfermedades.
Campo — ¿Hasta qué punto se puede aspirar a compartir responsabilidades con el sector privado?
Barcos — La independencia de los servicios veterinarios es una cosa y la participación privada otra. Los privados pueden colaborar dependiendo de qué actividad se trate, pues hay muchas tareas de una acción sanitaria veterinaria. Algunas puede hacer el sector privado y otra la debe hacer el sector público. Lo importante es definir bien claramente los roles y las responsabilidades que tienen los sectores dentro de una campaña sanitaria.
Campo — ¿Cuáles son las acciones privativas del sector público?
Barcos — La OIE establece claramente que el servicio veterinario debe tener una autonomía en certificación, declaración de enfermedades, control de movimientos, la capacidad de aplicar acciones de cuarentena, de sacrificio sanitario. Algunas acciones privativas de la autoridad competente. Las otras, en conjunto, pueden incluir la implementación de un plan de vacunación con supervisión del servicio veterinario, pero deben estar claros los límites, las competencias y responsabilidades de cada una de las partes.
Campo — Mencionó el factor político, al menos existen casos en donde a pesar de los cambios de autoridades, se mantuvieron las políticas sanitarias, como en México.
Barcos — Exactamente. Pero no solo en México. También en Paraguay se dio ese caso, por mencionar algo más cercano a ustedes.
Campo — ¿Cómo calificar ese hecho?
Barcos — Hay que resaltar que a pesar de la política, de los políticos, una situación cambia pero las políticas sanitarias siguen. Es bueno que, pese a cambios, las políticas sanitarias sigan. En el caso de Paraguay hubo cambios políticos muy importantes y el plan sanitario no varío un milímetro. Es más, se reforzó. Eso habla muy bien. Nos dice que la sanidad está considerada como una política de alto nivel. Incluso con los problemas políticos que hubo en la región, no afectaron el trabajo conjunto en la acción sanitaria de la región. Es un avance enorme para nuestra región.
Campo — ¿Cuál es la siguiente enfermedad que la OIE toma como desafío mundial?
Barcos — La fiebre aftosa. La OIE lanzó un programa de erradicación mundial de la enfermedad y ese es el próximo desafío global.
Campo — Se habla que América sería el primer continente libre de la aftosa, ¿cuáles son los argumentos que abonan esta meta?
Barcos — La región tiene una larga historia en el control y erradicación de la fiebre aftosa. La larga historia incluye una muy buena interacción en la relación público privada y estamos muy cerca. Solo falta Sudamérica. Solo quedan casos en Ecuador, Venezuela y Bolivia. El último caso en el Cono Sur fue Paraguay y de eso hace más de un año y en breve ya va a solicitar su estatus. El continente está muy bien, por lo que sería el primero libre de aftosa del mundo.
Campo — ¿Existe algún plazo?
Barcos — Como OIE no hablamos de plazos. Es frustrante dar un tiempo y luego no cumplir y escuchar una grabación de lo que dijo el doctor Barcos (risas). Depende de muchos factores, políticos, económicos para lograr esto.
Campo — ¿Conviene seguir vacunando?
Barcos — Depende de las estrategias de cada país. La vacuna es la primera acción para eliminar el virus que está circulando y luego asegurarse que no haya circulación, que no haya problemas en los vecinos u otros riesgos externos. Es una herramienta. Se dijo en el seminario que para pasar de una vacunación a la no vacunación es necesario tener en cuenta muchísimos factores como intereses políticos, económicos, riesgos internos y externos.
Campo — También se comentó el tema de abreviar los tiempos para la restitución de estatus. ¿Es viable eso?
Barcos — Los tiempos están establecidos en el código de la OIE. Para cambiarlos habría que presentar modificaciones y una base científica para argumentar el pedido.
Campo — ¿Hay algún planteamiento oficial?
Barcos — Hasta ahora no hay nada. No hay ninguna propuesta, por lo que los tiempos son los que están hoy.
Campo — La OIE también se modernizó mucho con algunas herramientas ¿Qué resultados brindaron hasta ahora?
Barcos — Podemos citar al WAHIS. Es importante porque es un sistema de información on line que distribuye información en todo el mundo y permite a todos los usuarios ver en el tiempo real la situación sanitaria a nivel mundial. Es una cosa muy útil para saber lo que pasa con la situación sanitaria del mundo. Se implementó en forma electrónica hace 8 años,. Cada vez avanza más en sus prestaciones. Es un cambio muy grande. Se puede recibir en el teléfono o en cualquier lugar que esté la información sanitaria mundial al día. También está el proceso PVS, un programa mundial para el mejoramiento de los servicios veterinarios de un país, según normas OIE en cuanto a la calidad de los servicios. En esto, la OIE sigue avanzando. Estamos hablando con los países del Cono Sur, a través del CVP para hacer evaluaciones continuas, cada 2 años. Es una herramienta muy buena porque es una evaluación independiente que reciben los países, se le da un reporte que con eso se indican las cosas a mejorar según las normas de la OIE.
Campo — Finalmente, volviendo a Paraguay. Dijo que no hay ninguna auditoría, pero hay una evaluación, ¿para cuándo los resultados?
Barcos — Sí. Se practicó lo que llamamos una evaluación de brechas. Que es un análisis que se hace para saber cuáles son las deficiencias y las necesidades de inversión. El reporte no está listo. Viene en poco tiempo y van a tener disponible.
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