La Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria solicitará al Poder Ejecutivo que declare la Emergencia Agropecuaria para los cultivos de soja, maíz y poroto, debido al efecto de la sequía en el territorio tucumano.
La Subsecretaría de Asuntos Agrarios y Alimentos, que preside ese cuerpo intersectorial, confirmó pérdidas en campos debido a la continúa falta de lluvias y a las altas temperaturas, condiciones que vienen castigando a la región en los últimos dos años de manera significativa. Lo hizo en un informe que fue elevado ya al Ministerio de Desarrollo Productivo.
"El pronunciado déficit hídrico y las elevadas temperaturas durante períodos de tiempo considerables, determinaron siembras tardías para los cultivos, lo cual fue un factor adicional limitante para el potencial de rendimiento (...) La preparación de los lotes previo a la siembra (barbechos para el control de malezas) también se afectó por la falta de lluvias oportunas, siendo pocos efectivos los tratamientos empleados", expresó el organismo en base a los relevamientos de la Estación Experimental Agroindustrial "Obispo Colombres" (Eeaoc) y de la Dirección de Agricultura.
Ese conjunto de condiciones climáticas, según el documento, limitó el crecimiento normal de las plantas y, por ende, impactó en los rindes de producción. "Al reducir el porte de las mismas -número de nudos- y en el estadio reproductivo, se redujo el número de estructuras reproductivas (flores, vainas, granos) y finalmente el tamaño peso y calidad de la semilla", puntualizó. Los daños se observaron en "todas" las zonas implantadas con granos, en particular, en las áreas ubicadas hacia el este y el sur provincial.
Según informaron, en particular, los técnicos de la Dirección de Agricultura se encuentran realizando inspecciones en alrededor 25.000 hectáreas, y ya pueden adelantarse pérdidas que rondan el 52% sobre el total de esa superficie. "Estaríamos en condiciones de solicitar al Poder Ejecutivo la declaración de la Emergencia Agropecuaria provincial, sobre las producciones de soja, maíz y poroto", afirmó el titular de Asuntos Agrarios y Alimentos, Alvaro Simón Padrós.
El trabajo hizo hincapié en la gran irregularidad en la distribución espacial de las precipitaciones, así como los bajos aportes de lluvia desde septiembre hasta abril. "Esto estuvo asociados a los altos niveles de evaporación debido a las temperaturas que en la mayoría de los meses en promedio fue superior a lo normal", expresó el estudio.
El pedido será definido en la reunión de hoy de la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria, integrada por representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, de la Eeaoc y del sector agropecuario, entre otros.
"En 2012 se declaró la Emergencia provincial, pero no quedamos inscriptos a nivel nacional (la resuelve el Poder Ejecutivo Nacional). Pretendemos que este año se dicte a nivel provincial y también nacional, pero depende mucho de la cantidad de productores inscriptos para obtener el certificado de Emergencia Agropecuaria. Depende de la cantidad de agricultores registrados", dijo Sebastián Robles Terán, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT).
Inestables rindes de la soja
Según el informe, los rendimientos son muy variables, con valores que han oscilado entre los 300 hasta los 2.400 kilogramos por hectárea.
Sobre la base de ello y en función de la superficie cosechada, la disminución sería mayor al 55%, en comparación con el rendimiento promedio en la provincia en campañas anteriores, cuando se registraron buenas precipitaciones; fue de 3,2 toneladas por hectárea.
Pérdidas maíz y poroto
Las pérdidas en maíz serían mayores a un 50%. En campos con siembra tardía, después del 15 de enero, el daño será total y los lotes no serán cosechados.
En poroto, se sembraron alrededor de 4.000 hectáreas de la variedad negro y 1.000 hectáreas de otros colores, como rojo y blanco. El 80% de la superficie fue sembrada a partir del 20 de febrero -siembra tardía-. También se estiman pérdidas totales.
Lluvias promedios
Se observó que las lluvias en el pedemonte norte promediaron un 75% del valor normal, habiendo precipitado en la mejor condición un 5% por encima de lo normal y en la condición más difícil un 58% del valor normal. En la zona sur del pedemonte, el promedio regional fue del 56%. En la llanura, al norte, el valor promedio fue del 61%; mientras que en la zona sur, los totales alcanzaron un promedio del 60%.
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