jueves, 26 de julio de 2012

Agro Argentina busca alianzas para cambiar políticas del sector


El sector rural argentino, que en 2008 puso en jaque al Gobierno con sus protestas pero luego no logró consolidar su influencia política, podría aliarse con el jefe de la mayor central obrera del país para presionar juntos por cambios en el modelo, en medio de señales de desaceleración de la economía.

El sector rural argentino, que en 2008 puso en jaque al Gobierno con sus protestas pero luego no logró consolidar su influencia política, podría aliarse con el jefe de la mayor central obrera del país para presionar juntos por cambios en el modelo, en medio de señales de desaceleración de la economía.
El Gobierno de Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos, regula los mercados de granos para garantizar el abastecimiento local y el fisco se alimenta en gran medida de los impuestos a la exportación agrícola.
Tras las masivas manifestaciones que cuatro años atrás desequilibraron la economía local, los productores intentaron sin éxito lograr cambios en la política oficial.
Al mismo tiempo, el grupo que une las cuatro asociaciones del sector se encuentra muy limitado por sus diferencias internas, lo que lleva a la entidad más numerosa a explorar nuevas alternativas.
Y el momento oportuno parece haber llegado. El quiebre total de la alianza entre el Gobierno y Hugo Moyano, líder de la principal central de trabajadores que ahora desafía abiertamente a la presidenta Cristina Fernández , podría ser el nuevo vehículo para los reclamos del sector agrícola.
“La posibilidad de una alianza con Moyano nosotros la vemos muy viable”, dijo a Reuters Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), que agrupa a miles de agricultores de baja escala.
“Es muy posible una marcha donde estemos juntos estos sectores en este presente”, advirtió el lunes en declaraciones a una radio local el dirigente, que agregó que también están dispuestos a movilizarse con otras importantes entidades gremiales y empresariales.
Hugo Moyano es también la cabeza del poderoso sindicato de camioneros, que tiene en sus manos la sensible tarea de transportar los granos argentinos hacia los puertos y las plantas procesadoras, en un país con una infraestructura ferroviaria que hace décadas está en decadencia.
En las últimas huelgas comerciales de los productores de granos, fueron los camioneros quienes mantuvieron el flujo de materias primas en Argentina al llevar los inventarios acumulados por los intermediarios hasta las terminales agrícolas.
Entonces, un paro conjunto podría cortar toda la cadena y causar un impacto mucho mayor en la economía, que en los últimos dos meses mostró señales de desaceleración con un retroceso en el índice de actividad general en mayo -la primera caída desde el 2009- y una tercera contracción consecutiva de la producción industrial en junio.
EN BUSCA DE PESO POLÍTICO
Las entidades rurales, que son un factor de poder económico clave en Argentina, apoyaron a legisladores y candidatos de la oposición que impulsaban cambios en las políticas para el sector.
Al mismo tiempo, varios dirigentes rurales se postularon y fueron elegidos como legisladores en los comicios del 2009. Pero la falta de apoyo de otros sectores y los desacuerdos entre los mismos representantes del agro echaron por tierra cualquier proyecto innovador.
Las elecciones del 2011 marcaron el fracaso concluyente de esta estrategia: Fernández fue reelecta con el 54 por ciento de los votos, a la vez que dirigentes agropecuarios quedaron fuera del Congreso.
Este año, los agricultores realizaron largas huelgas en un fallido intento de resistir un alza impositiva en las tierras rurales, lo que para muchos demostró la necesidad de nuevas tácticas.
“Empieza a cundir la percepción de que la actual disposición de fuerzas políticas argentinas no es sustentable. Estamos en una etapa exploratoria”, dijo el analista político Felipe Noguera.
“Se viene un proceso de cambio de alianzas, de búsqueda de nuevas opciones, y en ese marco no me parece raro que se explore este tipo de acuerdos, yo creo que vamos a ver más de eso”, agregó.
Además de acercarse al sector obrero, el jefe de la Federación Agraria mantuvo la semana pasada una reunión con el mayor representante de empresarios industriales de Argentina y luego realizaron cuestionamientos conjuntos a las políticas del Gobierno.
PROBLEMAS INTERNOS
Otro problema que enfrentan las entidades agrícolas es el amplio rango de ideologías que intentan convivir en la llamada “Mesa de Enlace”, que agrupa a las cuatro mayores entidades gremiales del campo.
“Hay sectores del movimiento obrero que no quieren saber nada con la Mesa de Enlace por la presencia de la Sociedad Rural(la entidad que representa a los productores y terratenientes de mayor dimensión del país), pero sí ven bien a la Federación Agraria”, señaló Buzzi.
De ese modo, las entidades que forman la Mesa de Enlace -que se conformó en el 2008 para confrontar con el Gobierno- deben negociar sus alianzas en forma independiente, lo que limita sus alianzas como bloque, lo que limita su poder de presión.
“Cuando tu éxito depende de oponerte a algo, dependés de que la organización o la persona a quien te estás oponiendo siga metiendo la pata. Lo que no se ha podido dar es el próximo paso, de construir o hacer crecer una propuesta, una alternativa”, afirmó el analista Noguera.
(Editado por César Illiano y Nicolás Misculin)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.