A Todo Trigo 2011, el análisis político
“El juego no está terminado”
Lo dijo el analista político Carlos Pagni sobre las próximas elecciones. Sostuvo que la Argentina no ha repuesto su sistema político y que la principal falencia del país es que hoy no tiene partidos. La oposición es un rompecabezas y tiene el desafío de construir un discurso conciso de acá a un mes. No se sabe si los sectores medios perdieron definitivamente la enemistad con el gobierno luego de la muerte de Kirchner. El termómetro de octubre serán los comicios de Capital, Córdoba y Mendoza.
“Hoy, estoy en condiciones de saber mucho más de los resultados electorales de España en marzo que de los de octubre en Argentina”, afirmó el analista político y columnista del diario La Nación, Carlos Pagni, en el cierre de la primera jornada del Congreso A Todo Trigo 2011. Es que en el país ibérico, a pesar de la crisis económica, los dos partidos están claros, con sus candidatos, “En Argentina, la crisis del sistema político es tan grande desde 2001 que no reduce, sino que genera incertidumbre”, destacó.
El especialista comenzó su charla diciendo que “está pulverizado el sistema de partidos”. Eso tiene distintas consecuencias, como los problemas de los candidatos para constituir sus plataformas políticas. “La ruptura de lo político hace que la Argentina se vaya convirtiendo de a poco hacia la acción directa, donde la manera de conseguir las cosas es cómo extorsionar al resto”, analizó respecto los distintos cortes y reclamos en las calles de Buenos Aires.
Sobre la imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández luego de la muerte de Néstor Kirchner, remarcó que ha aprovechado bien la situación, generando cambios en el gabinete sin modificar los ministros. “De pronto, las figuras más desgastadas desaparecen de la gira, y son reemplazadas por cuatro jóvenes que parecen renovadores. Ahora, Moreno, De Vido y Aníbal Fernandez fueron reemplazados por Boudou, Marcó del Pont, La Cámpora y Abal Medina”, apuntó. Y añadió: “Cuando murió Kirchner, pensé que los conducidos iban a “dudar”, y que eso era mejor, porque introducía racionalidad. Pero me confundí, porque lo reemplazaron por una receta ideológica, que también impide dudar”.
Desde la visión de Pagni, hoy la gran figura es la presidenta, los gobernadores pasaron a ser relativamente prescindibles y lo mismo ocurre con los intendentes del conurbano. “’Yo soy mucho más que ustedes’, les dice ella, porque yo incluyo un área de izquierda que ustedes no traen; por lo tanto, colectoras”, analizó. La misma angustia llevan los sindicalistas, que parecen sentirse fuera del modelo. “Por primera vez, un juez federal allanó la CGT, va preso Zanola”.
“Cada vez hay más gente que se pregunta: ‘si la presidenta gana con esas razones, ¿ese triunfo no terminará siendo mi propia derrota?’ Eso se lo preguntan Scioli, Aníbal Fernandez, De Vido. El triunfo disimula las disidencias. Bastaría que eso se ponga en tela de juicio ahora, para que esas grietas aparezcan”, afirmó sobre las dudas que se pueden abrir de cara a las elecciones.
Escenario electoral
“Hoy hablamos de un panorama que tiene posibilidades competitivas en distritos importantes. El juego no está terminado, y hoy podría haber en Argentina un escenario de ballotage. Es cierto, Cristina no tiene la suerte jugada como Néstor, pero no quiere un ballotage”, resumió.
Según el análisis de Pagni, sin oposición, con todo el discurso sobre el Estado, el Estado es la gran oferta. La gran pregunta es qué relación tiene la presidenta con los sectores medios que mostraron su fastidio en 2008 y 2009. “Nuestros indicios van a ser las tres elecciones anticipadas: Córdoba, Mendoza y Capital Federal”, subrayó.
En el terreno de las especulaciones, sostuvo que si en Capital gana Filmus, la pregunta estaría despejada, y le daría al gobierno un triunfalismo extraordinario. Pero el escenario sería muy diferente si el resultado es adverso.
Sobre la oposición, dijo que “esto que se está armando no es una coalición, sino un rompecabezas a partir de las limitaciones de cada uno: a Macri le pasa lo que le pasó a Carrió antes, no tiene un candidato en su interior para competir en Nación y en Ciudad. Opta por Ciudad porque tiene miedo a perderla. Lo deja colgado a de Narváez. Alfonsín carece de candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, a intendente en Santa Fe y a jefe de gobierno porteño. Alfonsín tiene que aliarse con los candidatos locales que se enfrenten a Cristina y se arma esto que no sabemos si es una coalición o un Frankenstein”.
¿De qué depende que el radicalismo pueda constituir una propuesta de desafío serio? “De un estado superior que tenga un discurso, una narración convincente de lo que pasa”, concluyó.
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