Primeros indicios de una recuperación del stock ganadero

"Hasta fines de 2009 hubo una fuerte liquidación ganadera, pero si se observan los últimos números mensuales se advierte que agosto cerró en 41,7% de participación de hembras en la faena; los remates de toros andan muy bien, y hay otros indicadores que estarían revelando que estamos entrando en el proceso de recomposición de las existencias ganaderas, que, empero, será lento por la desconfianza", afirmó Víctor Tonelli, en una reciente jornada ganadera organizada por los CREA del Sudoeste, en Laprida.
"El disparador de la recuperación del stock es el cambio de precios. Entre noviembre de 2009 y septiembre de 2010, la hacienda para invernada subió en promedio un 120%. En ese mismo período, los valores de la cría, que al principio parecían no arrancar, aumentaron un 163%", comparó el orador. En definitiva, cambiaron los precios; cambió el humor, pero también cambió el negocio: en agosto del año pasado todos los márgenes eran desfavorables y cuanto más se invertía, más dinero se perdía. Pasó un año y hoy los márgenes son tentadores.

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Más allá del giro que significaron los aumentos de los precios, a todos los productores les ha ido mejor, pero no necesariamente en la misma proporción. En el ranking de actores más beneficiados por la suba figuran primeros los ganaderos de ciclo completo, sobre todo aquellos que producen granos. "Toman todo el beneficio del valor del ternero, no tienen la diferencia de compraventa y además aprovechan el grano para agregarle valor transformándolo en carne", aseguró Tonelli.

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Los criadores y los criadores-recriadores serían los segundos más beneficiados. Tienen bajo costo de producción y un precio muy rentable para sus productos. Los invernadores pastoriles con producción propia de granos tienen posibilidades de hacer un negocio aceptable, pero están muy acotados por relación de compraventa de terneros. "Los feedlots serían los menos beneficiados, al no tener subsidios y una relación de compraventa muy restrictiva", apuntó Tonelli.
Los mayores perdedores son los frigoríficos exportadores y los minoristas, que "tendrán dos a tres años complicados, con oferta insuficiente y políticas públicas poco previsibles, al menos hasta fin de 2011", señaló el orador. Los minoristas están devolviendo márgenes que eran excesivos y los frigoríficos exportadores enfrentan una materia prima escasa y cara, frente a su poder de venta.