Si bien los precios internacionales son auspiciosos para el trigo, la intervención del gobierno en el mercado podría convertirlo en una “trampa mortal para los productores”, destacó Enrique Erize, vicepresidente de Nóvitas, en el marco del Seminario Agrotendencias 2010. En su opinión, para aprovechar la demanda extra de Brasil debe haber un nuevo cupo de exportación.
Encargado del panel dedicado al análisis del mercado de trigo, Erize recordó ante un nutrido auditorio que la exportación hoy está pagando un FAS a 160 dólares, lo que representa un FOB a 220 dólares y, a ese precio, “el trigo argentino es un regalo, pero lo están pagando porque en realidad está cerrado el registro de exportaciones. Entonces no hay mercado, no hay paridad, no hay FAS teórico, es todo una mentira”, destacó.
Para el consultor, el trigo FAS enero “debería estar en 200 dólares. Esto es lo que da la paridad”, aunque advirtió que si algún productor tiene la posibilidad de esperar a abril próximo “se pueden sacar hasta 50 dólares más”.
La espera estaría sustentada en Brasil, que nuevamente necesitará comprar harina y unas 5 millones de toneladas de trigo, “y Paraguay y Uruguay podrían venderle con furia 1,5 millones de toneladas”, explicó Erize.
En el socio mayoritario del Mercosur, la molinería suele autoabastecerse con cereal local durante los primeros 6 meses y “sale a comprar al mercado a partir de abril, sobre todo mirando a la Argentina donde por la diferencia arancelaria le resulta más barato”.
Entonces, con una cosecha argentina de 12 millones de toneladas, un consumo interno de 6,2 millones y una exportación de harina del orden de las 0,8 millón de tonelada, “el saldo exportable da unos 4,5 millones de toneladas, con lo que podríamos atender las necesidades de Brasil”, razonó Erize.
De estas 4,5 millones de toneladas, la exportación ya tendría compradas unas 2 millones, “pero para vender sin que lo castiguen tiene que haber una autorización por parte del señor (secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno. Entonces, el mercado de trigo se transforma en una trampa mortal. Tiene que haber una válvula de escape. Tienen que autorizar 2 millones de toneladas más”, sentenció el vicepresidente de Nóvitas.
En este contexto, Erize recomendó que aquel productor que puede esperar a marzo /abril lo haga, “pero esté atento de esta trampa mortal de Moreno, que puede hacer que se abra el registro de exportación a cuentagotas”.
Por ello, el vicepresidente de Nóvitas sugirió que “las entidades deberían monitorear cómo se va desarrollando la apertura del mercado de trigo”.
Redoblando las críticas hacia la administración Kirchner, el consultor reiteró que “el que arruina el funcionamiento del Mercosur para el trigo y hace desaprovechar las ventajas arancelarias es el gobierno por cómo maneja el saldo exportable”.
Retomando el tema de los precios, Erize insistió en que el FAS teórico –que está en 160 dólares- “debería valer 200 dólares sin Brasil, con el mercado abierto, desregulado y funcionando”.
De todas formas, con la necesidad de Brasil y con el registro de exportaciones abierto en marzo o abril se podría aspirar a un trigo a 220/230 dólares, sobre todo “si todos los productores coincidieran en no vender más de ahora a febrero, pero es muy difícil hacer esto. Todo dependerá de la actitud de la oferta”, insistió Erize, antes de recordar que habitualmente el productor argentino vende entre diciembre y febrero el 50% de la cosecha.
Finalmente, el consultor reconoció que en la actualidad “lo ideal sería que no se abra el registro ahora y los productores saquen un warrants en un banco”.
De esta forma, todos ganarían, porque la oferta pasa a engancharse con Brasil cuando este país más necesita el trigo, “pero el problema de este año es la rentabilidad, porque el productor sabe que lo están matando pero a 170 vende igual”, concluyó.
Un poco de historia En su presentación en el Seminario Agrotendencias 2010, que se realiza en la UCA, el vicepresidente de Nóvitas recordó que el trigo en la Argentina es un mercado intervenido desde el 2006, “bajo el argumento de defender la mesa de los argentinos, pero en realidad se defiende a algunos argentinos: Molineros, exportadores e importadores a costa de los productores”, indicó.
No obstante, el analista destacó que “el culpable es el Estado, seamos sinceros. El mercado de trigo está desvirtuado en la Argentina y desvinculado del mercado internacional. Hoy, la quita efectiva ronda el 31%”, enfatizó Erize.
Con la sinceridad a flor de piel, el consultor recomendó al auditorio presente que tenga un poco de paciencia, “falta poco, falta un año para que esta gente se vaya. Luego, los mercados volverán a la normalidad, pero va a costar porque todos le tomaron el gustito a este mercado intervenido. Mi consejo: acuérdense muy bien de quién estaba en cada puesto y en cada lugar durante estos cuatro años”.
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