Mientras avanza la siembra de la oleaginosa, diversos especialistas recomiendan los puntos clave para el cultivo en aspectos como la elección del lote y variedad, implantación, nutrición y cuidado frente a malezas, plagas y enfermedades
Mientras la siembra de la soja sigue a pleno, cubriendo hasta el momento el 13,5 por ciento de una superficie proyectada en 18,7 millones de hectáreas, conviene recordar los puntos clave para apuntar a un cultivo de alto rendimiento.
Según el consultor e investigador del Conicet Martín Díaz-Zorita, la recomendación es conocer bien el sitio de producción y sembrar en suelos con un perfil hídrico recargado, "al menos en 80% de su capacidad de almacenaje de agua" y continuo en profundidad.
"Sería recomendable no iniciar la siembra con menos del 70 por ciento de la capacidad máxima de almacenaje en el suelo", acotó Gustavo Duarte, otro consultor.
Para Manuel Mihura, gerente del producto Soja de Don Mario, es importante que los productores tengan bien identificado el ambiente [desde las características agronómicas del suelo hasta el régimen pluviométrico según la zona] y luego elegir la variedad más adecuada y con máximo potencial.
En este contexto, según Alberto Marchionni, productor y titular del semillero 3-El Semillas, el conocimiento previo del ambiente es el primer punto, y el más importante, "ya que de éste depende la combinación de variedad y fecha de siembra más conveniente para la campaña, además de la valorización correcta de la fertilidad de los suelos", según dijo a RMN.
Para Santiago Barberis, de Agritest, la elección de las variedades debería ser según ambientes. "En ambientes de máximo potencial, sectores planos o bajos con poco efecto de la erosión, se deberían utilizar variedades del grupo III largo o IV de alto potencial. Mientras tanto, en ambientes de mediano potencial, lotes con pendiente, sería conveniente la siembra de variedades del grupo IV, y en lotes de bajo potencial, zonas afectadas por la erosión, se tendrían que utilizar variedades de gran porte de los grupos IV largo y V corto", dijo.
Agua útil
Guillermo Alonso, gerente del servicio técnico de Nidera Semillas, añadió: "La acumulación de agua útil en el perfil es importante también para determinar la elección del germoplasma y ajustar la mejor fecha de siembra para ese cultivar. Para todas las zonas, en la medida en que se logran mejores condiciones se puede bajar el grupo de madurez y la precocidad de la variedad elegida para ese ambiente. Por el contrario, las condiciones más adversas o pronósticos climáticos menos optimistas nos obligarán a pensar en una estrategia más defensiva, en la que lo primero que se resigna es la precocidad y se buscan variedades de ciclo más largo". Alonso señaló que para arrancar con éxito la campaña es indispensable hacer un correcto análisis de la misma.
Respecto de la distancia entre hileras, Mihura dijo que en la red de estaciones Don Mario Más comprobaron la conveniencia de sembrar la soja con distanciamientos inferiores a 52 centímetros y con distribuciones a placa, en variedades de grupos 3 y 4. "El planteo de 35 cm placa fue el que arrojó los mayores incrementos en rendimiento con respecto a los 52 cm, presentando picos de incremento cercanos a los 900 kilos por hectárea con variedades del grupo de madurez 3 y siembras de octubre", afirmó.
Según Díaz-Zorita, otro punto clave pasa por manejar eficientemente la nutrición, aplicando inoculantes de calidad tanto por los productos como en los procesos de tratamiento de las semillas para una eficiente provisión de nitrógeno. Para el especialista, se pueden realizar muestreos inteligentes y analizar el suelo para diagnosticar necesidades de fertilización con fósforo, fertilizando en condiciones de limitación [sitios con menos de 11 ppm de P Bray] y corregir además con azufre en regiones con antecedentes de deficiencia.
Duarte coincidió en que un buen ambiente nutricional exige conocer el nivel de fósforo y eventualmente a apuntar a la corrección. "Aquí la precaución es que si el fertilizante se localiza en la misma línea de siembra se debe considerar un ajuste de la densidad, porque el efecto salino de gran parte de las fuentes utilizadas reduce la germinación y emergencia, recomendando corregir un 5% la densidad por cada 10 kilos de fertilizante por encima de los 25/30 kilos", opinó.
A todo esto, Ariel Gohlke, presidente de Novozymes en la Argentina, añadió: "Es fundamental la utilización de inoculantes de fósforo que le brinden a la plántula ese arranque en los estadios iniciales. Inocular la semilla con inoculantes de fósforo como Penicillium bilaii es fundamental para la obtención de altos rendimientos".
Para Díaz-Zorita hay que anticipar y prevenir la aparición de enfermedades y plagas "ejecutando planteos integrados de control acordes con las variedades y condiciones ambientales presentes y previstas incluyendo el monitoreo preciso".
Además, hay que mantener un "programa efectivo de control de malezas". Para Duarte, de lo que se trata en estos ítems es de tomar "medidas para proteger el rinde".
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