Por el “empeoramiento de las condiciones macroeconómicas” del país, en septiembre pasado se registró una fuerte caída en la faena de hacienda y en el envío de carne vacuna de los frigoríficos al mercado interno.
Según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la faena de hacienda cayó un 12,5%, lo que significó que se faenaron 146,4 mil cabezas menos. En términos porcentuales, la caída de la faena fue mayor para el mercado interno que la exportación: -15,1% versus -7,4 por ciento.
En este contexto de caída de la faena, la producción de carne relevada por la entidad retrocedió un 12,5%. “En el noveno mes del año se habrían producido sólo 237 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h). Es decir, 33,8 mil tn r/c/h menos que en agosto (-12,5%)”, apuntó la cámara frigorífica.
Mientras las ventas al exterior siguieron con buen ritmo, para Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, “con la alta inflación y la caída del poder adquisitivo” las ventas de los frigoríficos al mercado interno bajaron un dramático 16,7%.
En rigor, en septiembre último colocaron 182.200 toneladas, contra las 218.788 toneladas de agosto. Para Ciccra, la caída de septiembre representa la más baja del año y en términos interanuales.
“En términos per cápita, el envío de carne vacuna al mercado interno habría pasado de 59 kg/hab/año equivalente en agosto a 49,1 kg/hab/año equivalente en septiembre”, alertó la entidad.
Este último dato no significa necesariamente que el consumo por habitante cayó 10 kilos el mes pasado, sino que de mantenerse el mal desempeño del mercado interno en septiembre, y ese comportamiento se repitiera en los próximos doce meses, en ese caso anualizado sí se daría esa merma.
“El consumo estuvo flaco el mes pasado. Las carnicerías y los supermercados aumentaron los precios y los dejaron ahí pese a que la hacienda bajó en el Mercado de Liniers (en lo que va de octubre tuvo momentos de oscilaciones a la baja que no se reflejaron en los mostradores)”, señaló Schiariti a LA NACION.
Si se consideran los primeros nueve meses del año, allí el consumo per cápita de carne vacuna fue de 56,6 kg/hab/año, con un incremento de solo 0,3% con respecto a igual período del año pasado.
De igual modo, pese a la caída de la faena en septiembre, si se consideran los primeros nueve meses del año la producción de carne vacuna alcanzó a 2,272 millones de toneladas, con una suba del 8,9% por encima del volumen de enero-septiembre de 2017.
Vale recordar que, en plena volatilidad del dólar, los frigoríficos exportadores redujeron su nivel de faena entre el 10 y el 14 del mes pasado.
En tanto, cuando se ve la suba de precios, según el relevamiento de la cámara en mostradores del Gran Buenos Aires el mes pasado hubo una suba del 8,6% para la carne vacuna, 11,7% la porcina y 14,7% la de pollo. Es decir, la vacuna fue la que menos se encareció.
“Al comparar con septiembre de 2017, la carne aviar aumentó 55,8%, la carne vacuna, 38,8%, y la carne porcina, 31,6%”, indicó.
Pese a la caída en el mercado interno, en septiembre pasado siguieron en alza las exportaciones de carne vacuna (un 5,3% superiores a agosto, con 55.000 toneladas) y en los primeros nueve meses del año ya alcanzaron las 383.300 tn r/c/h, una suba de casi 73% anual.
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