Los viveros de vid repuntan con buena temporada de ventas

Las variedades más pedidas son las tintas para vino. Gran demanda de Ancelotta, Malbec, Aspirant y Bonarda. Se frenó la demanda de uvas para pasas y en las de mesa sólo crece la Red Globe.

La productividad de un viñedo o parral no depende de la estructura con que está constituido, sino de la sanidad y capacidad vegetativa que tenga la planta. Es fundamental adquirir plantines en viveros habilitados.

La labor del viverista en este sentido es muy importante. Su actualización y tecnología empleada lo hace hoy más especializado en el tema. Pero como el productor, su actividad tiene los mismos vaivenes económicos. Si la uva o el vino “vale”, su producción y rentabilidad aumenta, pero si los precios son bajos, este sufre las mismas consecuencias. Esto les pasa a los viveros de vid en nuestro país.

Después de un par de años malos en precios, los viveristas tuvieron también que ajustarse en “cinturón” ya que sus costos fijos siguieron altos, se contrató menos mano de obra. Tuvieron que ajustarse. Como la economía, ellos también viven con mucha incertidumbre. En esta temporada el precio del vino se ha tonificado y productores invirtieron en plantaciones.
“Las ventas han sido buenas, hemos recuparado algo el precio que estuvo planchado a $7 la planta la temporada pasada.

Hoy una planta de variedad común está promedio a $9, una varietal a $10 y alguna con alguna cualidad a $11”, explicó Gustavo Bolzonella de vivero Don Peto, uno de los mayores productores de barbechos tradicionales de la provincia.
Por su parte Hugo Amat, de vivero Amat, manifestó que “repuntó la actividad pero estamos muy lejos de los niveles de producción de hace 10 años, donde dábamos más trabajo a la gente. Hoy nos tuvimos que ajustar para producir lo básico y mantenernos. Tuve lamentablemente que dejar de ocupar mano de obra. Pero soy optimista que podamos volver a recuperarnos”.

Sobre la demanda, Claudio Vargas, de Vivero Baco, dijo que “las tintas para vino fueron las más vendidas en especial Ancelotta, también Malbec, Bonarda y la tintorera Aspirant Bouschet que siempre la piden. La uva Cereza sigue vendiéndose. Se han frenado las uvas para pasas y en uva de mesa la caída ha sido drástica, salvo la Red Globe que anda muy bien para el mercado interno”.

La Ancelotta ha sido el varietal de moda en cuanto a pedidos, incluso esa alta demanda levantó sus precios por encima del promedio normal. Muy poco varietal de uva blanca se sigue vendiendo.

Los viveristas coinciden en que los productores que están haciendo sus nuevas plantaciones son los que de alguna manera mantienen la tradición vitivinícola familiar o aquellos con “más espalda” como empresas. Se nota muchísimo la desaparición del productor chico.

Los viveros locales (pocos por cierto) vienen innovando para mantenerse actualizados.

Vivero Baco, iniciado en el 2001, es un vivero que está trabajando junto a INTA en la producción de plantas libres de virus. “Esa es la clave, que la planta esté libre de virus, ya que las virosis merman los rindes y la longevidad de las cepas. Es lógico que la planta tiene un costo mayor, pero el productor no debe fijarse en ello, ya que tendrá mejores rindes y una ganancia neta muy interesante. Cuesta la inversión inicial, pero al final se gana mucho”, detalló Claudio Vargas.
Vivero Don Peto tuvo que satisfacer la demanda de barbechos con pies resistentes.

“Es una técnica costosa. Hoy ofrecemos variedades injertadas en pies de vides americanas y Cereza”, manifestó Bolzonella.

Producir plantines en macetas es pionero vivero Amat. “Nuestra producción es casi toda en macetas enraizadas en arena bajo invernaderos. Buscamos precocidad”, dijo Hugo Amat.

Como dijimos, el viverista es clave para el productor, y este debe valorar sus servicios como valora a los agroquímicos, maquinaria, postes, alambres, etc, ya que de nada le servirá un parral con adecuada estructura y nivelación, si no tiene productividad por ahorrarse unos “mangos” buscando plantas baratas y de dudosa procedencia.