lunes, 26 de junio de 2017

¿Conviene producir el campo o alquilarlo? La Bolsa responde


En su boletín informativo semanal, la entidad rosarina aborda un tema crucial: los ingresos reales del agro argentino ¿Producir en el campo, darlo en alquiler o ser inquilino? ¿Qué conviene? Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, realizado por la especialista Sofía Corina, analizó esas tres alternativas, en conjunto con el experto Germán […]
En su boletín informativo semanal, la entidad rosarina aborda un tema crucial: los ingresos reales del agro argentino
¿Producir en el campo, darlo en alquiler o ser inquilino? ¿Qué conviene? Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, realizado por la especialista Sofía Corina, analizó esas tres alternativas, en conjunto con el experto Germán Baroli, considerando una explotación de 300 hectáreas de soja en la zona agrícola núcleo, donde están las tierras más productivas y con un valor de mercado de US$ 16.000 la hectárea. Según el reporte, un dueño de 300 hectáreas que cede su propiedad en alquiler obtendría un margen bruto de 117.600 dólares anuales, sin descontar los impuestos nacionales y provinciales.
En cambio, para el productor que alquila esas 300 hectáreas e invierte en insumos para producir soja su margen bruto sería de US$ 34.837 anual. Se trata de casi la tercera parte de lo obtenido por quien cobra el alquiler y con un riesgo “altísimo que deriva de la actividad producida especifica”, señala el trabajo. El análisis no computa, además, el impacto de impuestos, con lo cual el ingreso podría ser menor. Se considera un alquiler de 16 quintales de soja por hectárea o 392 dólares por hectárea. Una hectárea de soja en campo alquilado deja un margen bruto de 116 dólares por hectárea en este escenario.
Mientras tanto, si el productor dueño decide producir su campo, de acuerdo al reporte de la Bolsa de Comercio obtiene el ingreso por la titularidad de la tierra y por su producción. “El total sería US$ 152.437, siendo un 77% de su ingreso obtenido por ser dueño del campo (lo que obtendría si lo alquilara) y el 23% restante por explotar su tierra”, consigna el reporte. En campo propio una hectárea deja un margen bruto de 508 dólares por hectárea. Acá tampoco se incluyen impuestos. Para la mayor ganancia versus darlo en alquiler el productor tiene que estar dispuesto a asumir el riesgo de producir, ya sea por el clima o los vaivenes de precios.
De los tres escenarios, el más complicado en términos económicos es para el inquilino. “Producir la tierra bajo estos valores de alquiler no es negocio para improvisados, sino para aquellos productores que entienden y monitorean numerosas variables (tecnologías para la generación de rendimiento del cultivo, pronósticos, mercados, gestión de ventas, coberturas, tasas, financiación, gestión impositiva) y de todo ese algoritmo logran obtener un resultado positivo”, concluye el trabajo.

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