La Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero y la Cámara de Apicultores Pampero, junto con técnicos del Programa Cambio Rural II del INTA Bordenave, desarrollaron Aluen CAP, el primer acaricida del mundo contra la varroa, que elimina casi la totalidad de los parásitos de la principal plaga apícola –con una eficacia superior al 95%– y es de bajo costo.
Su lanzamiento al mercado despertó la demanda en muchos países y ameritó una distinción por parte del Senado de la Nación, que lo declaró una innovación de interés.
“Este reconocimiento nos pone muy contentos, porque es un desarrollo colectivo y con una presencia del Estado muy fuerte”, afirmó Elian Tourn, técnico de Cambio Rural del INTA Bordenave –ubicado al sudoeste bonaerense–, quien acompañó con asesoramiento a los grupos de productores que comenzaron este proyecto en 2010 con el fin de prescindir del uso de productos sintéticos.
Según la disposición del Senado, este acaricida orgánico, cuya eficacia supera en más de 30% la de otros productos en el mercado, es “un gran descubrimiento científico que es único por sus características y llamó la atención del resto del mundo”. Además, subraya que “la invención esconde una historia de esfuerzo, dedicación y trabajo grupal, solidario e interdisciplinario”.
La declaración también valoró la implementación de este desarrollo. De hecho, según confirmó el técnico, hace un año la cooperativa inició la venta en la Argentina y avanza en la firma de contratos con diferentes países de América, Europa, África, Asia y Oceanía.
De igual modo, Tourn señaló que el emprendimiento “comenzará a distribuir en supermercados miel y polen con la marca Pampero, tipificados según los cuatro ambientes de la región: praderas secas, praderas húmedas, monte nativo y cordón serrano”. Asimismo, ponderó: “Son productos de alta calidad que agregan valor a la producción local y al trabajo colectivo”.
La importancia de la sanidad
La diversidad de ambientes y variabilidad genética de las abejas melíferas presente en el país, así como la necesidad de disminuir el uso de acaricidas de síntesis –debido a la aparición de resistencia a algunos principios activos–, requieren una evaluación de los acaricidas orgánicos antes de su comercialización. En este contexto, el Programa Nacional de Apicultura del INTA creó una red de apiarios experimentales, distribuidos en climas subtropical, templado y árido patagónico, con diferentes ecotipos de abejas en más de 450 colmenas. También elaboró un protocolo para evaluar formulaciones de insumos.
En el caso de Aluen CAP, cuya forma de aplicación es más rápida y práctica que la de otros productos, “los resultados obtenidos mostraron que tuvo una excelente eficacia acaricida con una muy baja variabilidad y no se observaron efectos adversos sobre la población de abejas ni sobre la cría”, aseguró Natalia Bulacio Cagnolo, especialista del INTA Rafaela. En el marco de la red, se evaluaron otros acaricidas orgánicos como Oxavar y Natural Var.
Para la técnica, estas experiencias “aportan datos suficientes para potenciar un manejo integrado de la varroasis”, que combinan buenas prácticas de manejo y el uso de productos de origen biológico. “Esta estrategia permite controlar las enfermedades de las abejas y reducir al mínimo el uso de principios químicos costosos, peligrosos para los productos de las colmenas y que generan desarrollo de resistencias”, explicó Bulacio Cagnolo.-
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