Por un plazo de tres meses, Bolivia restringirá la emisión de certificados fitosanitarios para la importación de uva al país. Así queda descartado el rumor que suponía la prohibición del ingreso de vino argentino.
Según confirmaron a Los Andes desde el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) de Bolivia el gobierno de ese país “prohibió solo la importación de uvas de mesa (fruta fresco) durante un plazo de tres meses para proteger la producción local. Pero nada tiene que ver con el vino y con Argentina en particular”, explicaron desde el ente.
Asimismo, señalaron que esta medida, que se repite por segundo año “busca fomentar al sector productivo de este fruto y al empresariado vitivinícola del país”.
En cuanto a qué países podría afectar más este instructivo, desde SENASAG, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Rural y Social, explicaron que impactará a Chile y Perú -principales importadores de uva de mesa a Bolivia-. Mientras que en relación a Argentina, especificaron que poco se envía de este fruto, por lo que la medida no impactará a los productores locales.
De este modo, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) explica en su instructivo lo siguiente: “Se restringe la emisión de certificados fitosanitarios para la importación de uva al país con carácter transitorio del 27 de enero al 27 de abril, en tanto dure el periodo de cosecha de la uva a nivel nacional, que es precisamente donde se registra picos altos en nuestra producción”.
Desde SENASAG -en dialogo con este medio- precisaron que esta medida se ampara en la Ley 774/2016 de Promoción de Uva, Singanis y Vinos de Altura Bolivianos, que tiene por objetivo salvaguardar la producción nacional.
Con esto el Gobierno de Bolivia busca beneficiar a más de 3.200 familias productoras de uva en 41 comunidades de los departamentos de Tarija, Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y Santa Cruz.
“Actualmente existen unas 3.500 hectáreas de uva a nivel nacional que rinde una producción promedio de 55.867 toneladas, de las cuales, 60% es destinado como uva de mesa al mercado nacional y el 40% se destina a bodegas para su industrialización en Singanis y Vinos” subrayó el titular del ministerio en diálogo con la prensa local.
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