miércoles, 4 de enero de 2017

Gobierno mantiene incertidumbre sobre suba de impuestos al tabaco


Mientras kiosqueros y comercios especulan con los precios, la industria tabacalera se encuentra a la expectativa de si se mantendrá la actual estructura impositiva
La situación fiscal otra vez es noticia en la industria tabacalera. Esta vez, la expectativa es extrema ya que ante la falta de comunicación oficial, de parte del gobierno nacional sobre la prórroga o ratificación de dos impuestos que afectan a los cigarrillos, la cadena comercializadora, entre ellos kioscos y comercios, ya comenzó a “tocar” los precios.
La referencia es hacia dos impuestos que deberían ser ratificados. Uno, es el impuesto interno, cuya alícuota subió el Gobierno por decreto en mayo del año pasado, del 60% al 75%, mientras que el otro es el llamado Fondo de Asistencia Social (FAS), que por ley es del 21%, pero que cada año se reduce esa alícuota a 7%; una prórroga que rige cada año hasta el 31 de diciembre. Hasta el momento, no hay novedades al respecto de su prolongación para este 2017.
En los últimos días, se conoció que distintos kioscos de todo el país habían aumentado entre un 20% y 30% los valores de los atados de cigarrillos, justamente por los rumores de cambios en la estructura impositiva. Aunque fuentes de la industria expresaron a El Cronista que se encuentran a la espera de que se publiquen los decretos, y que a pesar de no contar con información oficial “todo se mantendría igual”, las precisiones brillan por su ausencia. “Hay una demora que creemos que responde a los cambios recientes del equipo de ministros en la cartera de Hacienda, pero calculamos que en el transcurso de este semana se tienen que publicar los decretos”.
En esto coincidió otra fuente que ratificó que la incertidumbre “está generando inquietud en la cadena comercializadora” y que se vieron alzas de precios sin justificación, que en algunos casos llegaron al 40%. Desde la industria recordaron que hacia fines de 2015, ante la misma situación de vencimiento de las prórrogas de los decretos, las autoridades ya habían adelantado que la estructura impositiva se mantendría: “No hubo especulación porque ya se sabía que iba a pasar. De hecho, las prórrogas se oficializaron recién el 7 de enero, pero ahora no hay ninguna comunicación”, advierten.
En este contexto, las empresas buscan despegarse de las subas de los precios recientes y ratificaron los valores de los atados vigentes desde el 30 de noviembre. “No están avaladas por la industria”, afirmaron.
A raíz del aumento de la carga impositiva decretada a mediados del año pasado (hacia fines de abril), las empresas terminaron el año con una caída estimada del 20% en las ventas de cigarrillos, y con una carga fiscal que se elevó al 81%. Eso hizo que los precios al consumidor en total crecieran cerca de un 60% en el año.
Según precisaron en el último Foro Nacional del Tabaco, realizado en diciembre en la Ciudad de Buenos Aires con la presencia de las distintas autoridades del sector, por la suba de la presión impositiva se estima que la recaudación fiscal terminaría llegando a los $ 45.000 millones, un 50% más que los $ 30.000 millones obtenidos en 2015. En total, con siete provincias productoras, unas 600.000 personas dependen económicamente del tabaco.
Al respecto, desde la Cámara de la Industria del Tabaco había afirmando que en materia fiscal, la derogación del FAS mejoraría el esquema impositivo y evitaría la pérdida de rentabilidad de la cadena.

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