Se espera que la producción mundial de leche suba un 1,6% en 2016, al alcanzar los 816 millones de toneladas. En la Argentina, el gobierno reconoce una caída de la producción local no menor al 5%, motivado por políticas macroeconómicas y el clima que minaron la rentabilidad.
El reciente informe Perspectivas Alimentarias, presentado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hace un recorrido de la evolución comercial de los alimentos en los últimos años y su pronóstico para el año 2016. Allí se destaca que en lo que refiere específicamente al panorama mundial de la leche y productos lácteos, se prevé que la producción mundial de leche aumentará un 1,6% en 2016, al alcanzar los 816 millones de toneladas. Sin embargo, los precios internacionales de los productos lácteos han disminuido considerablemente luego de alcanzar su pico máximo a comienzos de 2014.
En el informe se afirma que, aunque de enero a mayo de 2016, los precios de la mantequilla y los quesos se redujeron en una medida mayor que los de la leche en polvo, revirtiendo una tendencia que se había dado en los últimos años. Desde 2014 los precios que más habían disminuido fueron los de la leche en polvo. Este panorama de menor precio podría revitalizar la demanda mundial, lo que a su vez permitirá dar lugar a un aumento de 1,6 % de toneladas equivalente de leche.
Los principales factores del crecimiento del comercio exterior, a los que se hace mención en el informe de la FAO están ligados al aumento de las compras en Asia, en particular en Vietnam, Bangladesh, Sri Lanka y la República de Corea, recuperación de la demanda de China y mayores envíos a Rusia, Estados Unidos y Argelia. Por su parte, se estima, una reducción de importaciones por parte de Nigeria, Venezuela, Arabia Saudita, Yemen y Brasil.
El abastecimiento se proporcionará principalmente por parte de la Unión Europea, quien se estima liderará el ranking de los exportadores mundiales con 19,2 millones de toneladas en equivalente de leche. Esto debido al aumento de su producción y al escaso crecimiento del consumo interno combinado con un tipo de cambio euro¬/dólar más bajo. Lo mismo para el caso de Belarús dado el fuerte crecimiento de su comercio con la Federación Rusia. En el caso de Oceanía, el crecimiento comercial será limitado a raíz de los bajos precios mundiales.
En definitiva, el informe prevé una cierta regularización de la producción a nivel mundial, mostrando incluso un ligero crecimiento. Como se sabe, en nuestro país se espera una caída de la producción no menor al 5%, motivada en la pérdida de rentabilidad por el cambio de los precios relativos entre la leche y el maíz, suba de tarifas eléctricas y por cuestiones climáticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.