Masiva convocatoria al 12 Encuentro Nacional de Monitoreo y manejo de plagas, malezas y enfermedades.
Ingenieros Agrónomos Roberto Peralta y Daniel Igarzabal de Halcón Monitoreos.
Vista general del público
La dupla de ingenieros Igarzabal /Peralta reeditó un nuevo suceso en el 12 Encuentro Nacional de Monitoreo con más de 1000 asistentes. Concordaron en que el resultado del evento es el reflejo de lo que se puede esperar para la próxima campaña. Los temas convocantes fueron la resistencia de insectos, fungicidas y OGM, al tiempo que el monitoreo volvió al centro de la escena.
"El espíritu de lo que uno espera que pase la próxima campaña es el termómetro de estos encuentro", analizó el ingeniero agrónomo Daniel Igarzábal al referirse a la excelente convocatoria que tuvo este año el 12 Encuentro Nacional de Monitoreo y Manejo de Plagas, Malezas y Enfermedades, que organizan con el ingeniero agrónomo Alberto Peralta, ambos socios de Halcón Monitoreos. "El año pasado, que la situación del campo era mala, la convocatoria fue en baja, en cambio este año prácticamente se quintuplicaron los asistentes al encuentro".
Planteado con una dinámica de 4 talleres a cargo de especialistas nacionales e internacionales, algunos cambiaron notoriamente la convocatoria respecto del año anterior. Según Alberto "Beto" Peralta "el promedio de asistentes rondó los 250 personas por sala. No obstante, hubo algunos como el de malezas resistentes que superaron las 300 personas, por eso creemos que superamos fácilmente los 1000 asistentes". Por su parte Igarzábal indicó que también traccionó la inclusión de nuevos oradores. "La mayoría de los especialistas están en todos los eventos, con lo cual traer gente de otros países, con todavía poca trascendencia local, nos permite acercar nuevas visiones de la realidad", indicó. También se refirió a cómo el monitoreo volvió a ser elegido. "En años anteriores había en forma estable unos 100 asistentes y este año hubo 300. Esto nos recuerda que nunca un año es igual a otro", agregó.
Respecto de la resistencia que es el cuco de la agricultura actual, Beto Peralta fue contundente: "El panorama hoy es que si seguimos haciendo lo mismo habrá más resistencia. Y hay que hacer un cambio cultural más que técnico para frenarlo". Respecto a qué se hace al respecto, Peralta consideró que si bien están todos los actores conscientes de lo que pasa, no están alineados, es decir que "no hay Interacción entre el sector privado, las empresas y el sector público. El estado no puede estar ausente en estos temas. Los actores están preocupados pero no unidos para trabajar sobre el tema".
Y es que para Igarzábal recién se hace algo cuando se palpan las consecuencias. Por eso califica como un doble salto el que debe dar el agricultor. "No está acostumbrado a manejar plagas, sino a controlar plagas. Tiene un problema y lo controla en el momento, por eso el primer salto es empezar a manejar la plaga y el segundo es empezar a manejar la resistencia. De ahí nuestra apuesta en insistir en el monitoreo, en la biología, en el manejo de chinches y de orugas, o en la eco fisiología de las malezas antes que en el herbicida y las dosis. Hay que volver a las bases en malezas y plagas y luego hay que ponerse a trabajar en la resistencia", aconsejó.
El monitoreo como herramienta va volviendo a encauzarse, en parte porque la realidad lo empuja. "El sistema está obligando al productor a hacer monitoreo" dijo Beto Peralta. "El desafío es aceptar que se está haciendo un diagnóstico de problemas. Es como un médico que primero debe conocer un cuerpo sano para luego poder diagnosticar una enfermedad".
Para Igarzabal, en esta comparación con la medicina interviene la automedicación. "Normalmente el productor detecta la presencia de una plaga y por las dudas aplica un producto que le dicen que sirve. El monitoreo es una cuestión profesional y debe ser hecha por un ingeniero agrónomo. La autosuficiencia no sirve en el campo porque permanentemente van cambiando los cultivos, las plagas, las malezas y las enfermedades".
"Cada campaña es distinta. Lo único que podemos asegurar es que la próxima campaña va a ser diferente", reconoció Igarzabal al ser consultado sobre los ataques de plagas que se pueden prever para el próximo ciclo. Y recordó que como siempre, el que manda es el clima. "Si se da un año Niña como anticipan los climatólogos, hay que esperar ataques de oruga bolillera y de todas las plagas que trae la sequía. Pero, si las condiciones se mantienen tendremos un año similar al anterior en plagas", argumentó. De todos modos habrá que esperar, y acordarse de dejar en manos de profesionales los monitoreos y las prescripciones.
Fuente: INCREMENTAR.-
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