El sindicato organizó desde la mañana temprano una asamblea en la planta de la ex-Avex para analizar la situación de los más de 100 trabajadores echados. Reclamaron que no sigan perdiéndose empleos
El sindicato organizó desde la mañana temprano una asamblea en la planta de la ex-Avex para analizar la situación de los más de 100 trabajadores echados. Reclamaron que no sigan perdiéndose empleos
Después de conocerse la semana pasada los más de 100 despidos en la planta de producción de pollos de la ex-Avex, el gremio de la Carne y los representantes legales de la empresa se reunieron ayer por la tarde en la sede de la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, la discusión nunca pasó por la posibilidad de reincorporar al personal desafectado en los últimos días, sino en poner un dique de contensión para evitar que se sigan perdiendos fuentes laborales.
Por eso el acta acuerdo firmada ayer entre las partes establece que para el resto del año no habrá más despidos y que la planta conservará los casi 700 puestos operativos que tiene.
Según explicaron los representantes del sindicato, hubo 10 empleados que conocieron su despido vía telefónica. “Por esa irregularidad, lo que acordamos es que al no estar dispuestos a tomarlos nuevamente, les paguen el mismo sueldo que percibían hasta tanto consigan un nuevo trabajo”, explicó Fabio Oviedo, secretario general del gremio.
Ese grupo de trabajadores que conocieron el viernes pasado que no iban a continuar con su empleo fueron los que terminaron de desatar la protesta.
Había, para entonces, decenas que habían recibido formalmente la notificación. Pero, según explicaron desde el gremio, fue el “cómo” el que terminó desatando la protesta que tuvo como primer destino justamente la sede sindical.
Allí se dio una tensa reunión entre los representantes del gremio y los trabajadores despedidos de la planta de producción de pollos despedidos. Estos últimos entendían que el gremio no había hecho lo suficiente para evitar ese final.
Lo cierto es que, mientras tanto, surgió la versión de que detrás de la decisión empresarial se escondía una pugna con el Gobierno nacional por la cual BRF ejercería presión sobre el Ministerio de Agroindustria.
Ese argumento detalla que la firma de capitales brasileños había solicitado a la Nación el permiso para importar huevos de Brasil para mantener la producción plenamente ocupada en la planta de Reducción. Las autoridades nacionales explicaron en su momento que había en esa importación un riesgo sanitario que hacía inviable la propuesta. Sin ese insumo, la planta, aseguraron, no tuvo más remedio que recortar la actividad y la consecuencia se vio en el recorte de la plantilla de empleados que ocurrió la semana pasada.
Con esos fundamentos comenzó ayer en la delegación de Trabajo la reunión que no tardó mucho en derivar en un acuerdo de partes. Las indemnizaciones para todos los despedidos estaban aseguradas, incluso algunas de personal de planta con antigüedad de hasta 9 años. Sobre eso se había avanzado en la mañana, después de la asamblea en la planta, durante un primer encuentro entre el sindicato y la empresa. Para la tarde sólo quedó la formalidad, la firma y un pedido para que los despidos no continúen.
¿Ahora Rigon?
El gremio de la Carne tiene agendada una reunión para el viernes con directivos del Frigorífico Rigon por la situación laboral de trabajadores
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