(¿TENDRÁN RAZÓN LOS QUE PIENSAN QUE LA ECONOMÍA PODRÍA IR PEOR?)
A veintiún días de las PASO, una encuesta muestra que habría pocos cambios en las decisiones de los electores, con vistas a la primera vuelta. Hay más incertidumbre económica, externa e interna. Distintos sectores productivos verían muy desmejorada su situación, si deben esperar hasta el 10 de diciembre, por cambios que los saquen de su actual ahogo. Si “el candidato es el Modelo” y la gestión K desaprueba para el 53%, entonces…¿qué?
A tres semanas de las PASO.
En esta columna, sostuvimos, a dos días de las PASO, que: a) estas no fueron una Primera vuelta; b) más de un 92% del voto PASO, se mantendría fiel en la Primera vuelta y c) por consiguiente, recién conoceríamos quién es el futuro Presidente, el domingo 22 de Noviembre.
Ayer, a pedido de Clarín, y en base a 2.400 casos, se conoció una encuesta de Management & Fit. No somos afectos a las encuestas, pero podemos apreciar que, en las elecciones nacionales, han sido más precisas y certeras que en las provinciales. La mencionamos por su verosimilitud, ya que nada decisivo ha ocurrido en los últimos 21 días.
Daniel obtendría el 39,3% (creció 0,89 p.p.); Mauricio llegaría al 31,2 % (mejoró 0,5) y Massa alcanzaría el 18,3%, con dos puntos menos que los obtenidos por UNA, el 9 de agosto. Margarita y El Adolfo lograrían 4,4 y 2,7%, respectivamente. Habría 1,3% de voto en blanco. Por ende, sigue vivo el escenario del balotaje.
Relativizando nuestra apreciación de cierta fidelidad en el votante, la encuesta sostiene que el nivel de indecisos es alto: 13,8% duda entre los dos candidatos y el 18,9% tiene decidido su voto, pero podría cambiarlo. Los más propensos a hacerlo son los votantes de Stolbizer y de Rodriguez Saá (33% podría elegir a otro candidato). Ya veremos…
En lo que hace a las opciones sobre cambio o continuidad, no ha habido demasiadas novedades. Tampoco en el nivel de desaprobación y aprobación de la gestión de Cristina (53 versus 38,1%).
Finalmente, el 34,1% cree que la situación económica seguirá igual; el 20,7% que mejorará y el 2,3% que lo hará en grado sumo. Por su parte, 29,9 y 4,8% piensan que les irá peor o mucho peor, respectivamente.
Por lo visto, al Gobernador bonaerense no lo afectaron demasiado las inundaciones ni los sucesos de Tucumán. Tampoco el regreso más que visible de la Presidenta, para “marcar la cancha”.
Hay muchos mensajes desde el oficialismo, que pueden sonar contradictorios:
- Aníbal dice que el Impuesto a las Ganancias a los asalariados está bien, porque es progresivo y lo propio ocurre con las Retenciones, justo en la semana del paro de comercialización del campo. Por su parte Scioli, deja trascender o dice explícitamente -a la CGT oficial- que habrá cambios en Ganancias y que el salario no debe ser gravado.
- Cristina obliga a Scioli, o éste desea mantenerse fiel al 38-39% seguro, a que la acompañe en todos los actos. Habría dado la orden de “gestionar hasta el último día”, efectuando anuncios todas las semanas y participando en actos de campaña - principalmente para consolidar el voto en el conurbano bonaerense-. Haría dos viajes internacionales en sus últimos 100 días y en dos oportunidades (en la Asamblea de la ONU en Nueva York o en la visita de Francisco a Cuba) podría encontrarse con el Papa.
- Los sucesos de Tucumán (visiblemente, los resultados finales cambiarían y podrían hacerlo de manera sorprendente) motivaron La foto de la oposición, reclamando la reforma del sistema electoral, que más de un opositor al gobierno esperaba ver. No hay pactos electorales, por ahora, pero se lee una señal distinta, sobre todo entre Macri y Massa. Si Daniel no crece…
- No hay contradicciones explícitas -con respecto al manejo de la economía en los próximos 100 días- entre los economistas de Scioli y el actual equipo económico. El Ministro de Economía sostiene que “nuestro candidato es el modelo”, lo cual parece indicar que Daniel no podrá moverse demasiado del 39,3%, que tendría de intención de voto o del 38,1% de aprobación a CFK.
La economía.
Cada día que pasa, junto con los movimientos cambiarios, el agravamiento de la situación en Brasil y las turbulencias provocadas por la devaluación del Yuan, aumenta la insistencia en una pregunta clave: ¿se puede llegar, sin cambios, al 10 de diciembre?.
Como los anuncios que se esperan no implican para nada la intención de modificar el voto del campo o de las economías regionales, todo parece conducir a que estos serán los patos de la boda hasta que asuma el nuevo gobierno.
Brasil ha devaluado su moneda, en un año, en un 59,5%. Nuestras ventas al vecino, en el primer semestre, cayeron un 23% en dólares y prácticamente no se salvó ningún sector. El más afectado probablemente sea el automotriz (31% de caída) pero también sufren las frutas frescas (-31%); las secas o preparadas (-19%); las hortalizas y legumbres sin elaborar (-17%) y los preparados de hortalizas, legumbres y frutas (-32%). La combinación de atraso cambiario, pronunciada devaluación del Real y permanencia de injustas Retenciones, sigue destruyendo nuestras economías regionales extra-pampeanas. La Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba midió 50% de capacidad ociosa y, en dos terminales automotrices, hay suspensiones.
Para el agro y las economías regionales, la metalmecánica y automotriz, las cosas podrían seguir empeorando: la soja futuro en Chicago, para mayo de 2016, cuesta los mismos U$S/tn. 328 que cotiza para setiembre de 2015, pero el pellet (o sea la proteína) en Rotterdam, baja 3% haciendo la misma comparación. Por su parte, el productor local –que todavía no sabe si va a sembrar o no, ni cuanto implantará- observa una diferencia negativa de casi U$S/tn 21 entre el disponible Rosario y el valor de mayo de 2016.
Por otro lado, es difícil saber cómo sigue la película en China. Partamos de la base que el Euro ha caído en un año 14,6% con respecto al Dólar, mientras que el Yuan se ha revaluado 11,1% en relación al Euro, luego de alcanzar un pico de fortaleza equivalente al 19,1%; el 13 de abril pasado. Hace dos semanas, la devaluación en el contexto de una caída bursátil impactante, conmovió todos los mercados, obligando a intervenir al Banco del Pueblo chino, bajando violentamente la tasa de interés para que los ahorristas volvieran al mercado accionario en condiciones ventajosas. Pero es muy difícil saber si este 4% es definitivo o apuntan a recuperar la paridad de hace un año, con lo cual la devaluación entre el pasado 10 agosto y el logro de dicha meta, debería ser de casi el 19%. No tenemos la suficiente imaginación para pronosticar adónde iría a parar la soja Chicago, si el Banco del Pueblo decidiera corregir in totum la pérdida de competitividad externa.
Un mes antes de las PASO, el escenario local de calma económica, por lo menos hasta octubre, tenía cierta racionalidad. La gente había cobrado los aguinaldos y en buena medida los aumentos paritarios; aumentaba la demanda de Dólar ahorro –lo que calmaba al mercado marginal- y se sabían dos cosas: a) que la ANSES estaba tratando de rescatar parte de los BODEN 2015 que vencen en octubre y b) restaba por librar el equivalente a más de MU$S 8.000 del préstamo de Reservas Swap de los chinos al Banco Central.
Este marco económico, sumado al resultado previsible de las PASO, no abría la discusión sobre si la economía aguanta -sin cambios- hasta el 10 de diciembre. Pero las turbulencias internacionales, el final abierto tanto para lo que ocurre en Brasil como para las decisiones del Banco del Pueblo de China, hacen presumir que habrá ruidos varios. No en vano, en la semana del 14 al 21 de agosto, el BCRA retiró del mercado el 2,4% de la Base Monetaria (la friolera de casi M$ 12,800 en cinco días hábiles), al comprobar que toda liquidez excedente -e incluso la percepción de aumentos salariales- no iba al consumo, sino a la compra de dólares y que este fenómeno de rápida suba del blue, perjudicaba visiblemente a la ya maltrechas transacciones inmobiliarias, lo que a su vez ponía en cuestión al sector de la construcción, casi el único dinámico en lo que va del año (5,1% de crecimiento, en los primeros siete meses).
En síntesis , el 34,7% de los encuestados que piensan que la economía irá peor o mucho peor, tienen alguna razón para creerlo, si es que el gobierno deja “todo como está”.
Cuesta creer que Cristina y su candidato acepten como “normal” un escenario de segunda vuelta, con 8 puntos de diferencia con respecto a Macri y corran el riesgo de que tal ventaja se reduzca por el empleo del voto útil y el corte de boleta, tanto por parte del Massismo, como de los progresistas o del Adolfo. Si es cierto que hay casi 14% de indecisos, el riesgo por no subir el techo de Daniel, es muy elevado. El Gobierno debería hacerse cargo de modificar su política económica, para impedir que esos indecisos (o los que estarán peor del bolsillo) le den un susto en octubre. Ya sabemos lo que les espera el 22/11; si ”el candidato es el Modelo”.
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