La madera, material noble si los hay, que nos acompaña de la cuna a la tumba, es capaz de transformarse en huesos, sustituyendo al mismo tiempo las prótesis habituales. Es la frontera del futuro que está indagando una startup biotecnológica italiana, GreenBone, que acaba de recibir 3 millones de euros en materia de inversión por […]
La madera, material noble si los hay, que nos acompaña de la cuna a la tumba, es capaz de transformarse en huesos, sustituyendo al mismo tiempo las prótesis habituales. Es la frontera del futuro que está indagando una startup biotecnológica italiana, GreenBone, que acaba de recibir 3 millones de euros en materia de inversión por parte de un pool de financistas. La compañía desarrolla una tecnología revolucionaria en el ámbito ortopédico-traumatológico para la realización de implantes óseos derivados de estructuras naturales como la madera, dotadas de extraordinarias propiedades regenerativas y particularmente aptas para afrontar la pérdida de porciones considerables de los huesos largos luego de traumas o tumores u otras situaciones críticas del aparato esquelético. La elevada incidencia de tales daños a menudo lleva a significativas discapacidades. La solución propuesta es convertir la madera en hidroxiapatita, el constituyente primario del tejido óseo.
Reconocimiento
“Gracias a la tecnología puesta a punto por GreenBone, el cuerpo reconoce el implante como propio, sustituyéndolo con verdadero tejido óseo”, explican desde la compañía. La idea fue concebida y desarrollada por un grupo de investigación del Istec-Cnr Di Faenza (Instituto de Ciencia y Tecnología de los Materiales Cerámicos) situado en Faenza, provincia de Ravenna, 50 kilómetros al sudeste de Bolonia, en Italia. Encabeza el equipo la doctora Anna Tampieri, científica formada entre Japón y Estados Unidos.
La tecnología prevé la transformación de algunos tipos especiales de madera en un implante con la misma composición química del hueso conservando la capacidad de la madera misma de sostener peso. El resultado de tal enfoque inspirado en la naturaleza es un dispositivo en condiciones de regenerar el hueso natural llevando al mismo tiempo el peso de la carga y, por lo tanto, la posibilidad de mejorar tiempos y calidades de curación del paciente. Las evaluaciones de tipo clínico ortopédico han sido efectuadas bajo la supervisión del Instituto Ortopédico Rizzoli de Bolonia.
Finanzas
Dado que también la ciencia y la medicina están vinculadas con la relación costo-beneficio, hay también otra buena noticia: el proceso completo de conversión de la madera toma apenas una semana y cuesta cerca de 850 dólares cada bloque (suficiente para un implante). Además, los investigadores afirman que con su descubrimiento pueden crear implantes de variadas formas y dimensiones. Una vez instalado uno para soldar una fractura, los huesos naturales vuelven a crecer con mayor velocidad, sustituyéndolo con verdadero tejido óseo. Se trata de una verdadera revolución en el mundo de la medicina, que podría pronto permitir decir adiós a los clásicos implantes de titanio o cerámica, que no son bioactivos (y, por lo tanto, menos tolerados por el cuerpo humano), y a menudo revelan ser demasiado frágiles o corren el riesgo, inclusive, de provocar otras fracturas. Esta tecnología está actualmente en fase de estudio preclínico con la perspectiva de pasar en tiempos rápidos a la fase clínica, que se realizará en colaboración con con centros de traumatología y ortopedia italianos e internacionales. Por el momento se están efectuando experimentos en conejos y ovejas.
La patente correspondiente a tal tecnología ha sido el objeto de un acuerdo de licencia entre GreenBone y el Cnrdi. Ahora GreenBone recibió en la primera ronda de financiación un apoyo de 3 millones de euros de parte de ZernikeMeta Ventures, sociedad financiera especializada en el aporte de fondos para la innovación y la creación de nuevas empresas, a través del fondo Ingenium Emilia-Romagna, Italian Angels for Growth (IAG), el más grande Angel Group italiano activo desde 2007 en el desarrollo de nuevas realidades empresariales y la contribución determinante de algunos inversores privados tanto italianos como extranjeros.
“Estamos muy satisfechos de haber recibido este importante apoyo financiero, que nos permite desarrollar este proyecto de vanguardia”, afirmó Lorenzo Pradella, cofundador y CEO de GreenBone. “La presencia de inversores serios y determinados, por otra parte, está entre los ingredientes básicos para el éxito de una startup. La marca CE, es decir, el pasaporte de los productos para el mercado de la UE, y las pruebas clínicas en pacientes con graves daños óseos son nuestros próximos objetivos. Apuntamos a completar el desarrollo clínico en cuatro años, un tiempo en línea con los requisitos normativos internacionales del sector”, concluyó Pradella.
Si todo resulta como se espera, en diez años podría prescindirse de las prótesis. Y todo indica que vale la pena esperar.
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