La Cámara Uruguaya de Productores Avícolas (Cupra) denunció que a raíz de la devaluación del real, se incrementó el ingreso ilegal de pollos brasileños, principalmente a nivel de los departamentos de frontera y pidió una nueva entrevista con el titular de la Dirección Nacional de Aduanas, el contador Enrique Canon.
El secretario de Cupra, Carlos Steiner dijo a El País que la producción de pollos uruguayos “cayó 25% en estos momentos” y aseguró que las empresas avícolas están notando un nuevo incremento de pollos brasileños que ingresan ilegalmente, sin respetarse la cadena de frío y garantizar la salud de los consumidores, además de poder convertirse en vector de enfermedades para la avicultura uruguaya.
El directivo de Cupra destacó el apoyo de Canon en la lucha contra el contrabando e incluso recordó que Aduana decomisó meses atrás 2.500 kilos de pollo, en el marco de unas 40 actuaciones en varios departamentos de frontera. A partir de una mayor devaluación del real, el contrabando “volvió a recrudecerse en las últimas semanas y pega fuerte”.
“Ese pollo ilegal se vende a 60% del precio del pollo uruguayo”, afirmó Steiner.
Buscando contrarrestar sus efectos sobre la producción y el consumo, la gremial que nuclea a gran parte de las avícolas tiene en marcha una campaña que costó US$ 400.000 promoviendo el pollo uruguayo y buscando concientizar a los consumidores de que apoyen a la producción nacional y a la cadena avícola. Sin embargo, esa campaña no pesa en los consumidores de los departamentos de frontera donde los pollos brasileños —según datos de Cupra— continúan marcando una fuerte presencia.
Steiner también confirmó a El País que desde Cupra “se iniciaron acciones legales contra la Dirección General Impositiva (DGI) porque las empresas están pagando un IVA por encima del que deberían pagar”.
El IVA ficto fijado por la DGI es de $ 9,29 por kilo, suponiendo que el pollo uruguayo se vende a $ 92,90. Las empresas avícolas cobran el IVA de toda la cadena y se lo transfieren a DGI. La empresa le factura el impuesto al distribuidor, éste se lo factura al minorista y finalmente el minorista se lo factura al consumidor final, pero ya lo pagó antes.
“La DGI está presuponiendo que el pollo lo vendemos a $ 92,90, pero ocurre que según lo que dice la Instituto Nacional de Estadística, el pollo se vende a $ 85,12 por kilo (valor promedio) en agosto y el IVA percepción debió ser $ 8,95. Como la carne aviar, a partir del pasado primero de agosto volvió a tener 10% de IVA —llevaba siete años sin ese tributo para incentivar el consumo—, hoy las empresas están pagando más de 10% de IVA. Se está pagando un IVA excedido”, afirmó.
El vocero de Cupra agregó que ya se estuvieron haciendo algunas gestiones ante la DGI para explicar el problema y no dieron los frutos esperados. Incluso se manejó el problema a nivel del Parlamento, donde comparecieron autoridades del organismo, empresarios avícolas y fazoneros. El sector dice que la reimplantación del IVA y la devaluación del real, están favoreciendo el ingreso de pollos brasileños ilegales.
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