EDUARDO SIERRA: “habrá una reactivación lenta y gradual de la humedad”

La festividad de Santa Rosa es el 30 de Agosto porque es el día que la canonizaron, pero como fenómeno climático asociado a esta fecha hay un margen que va desde el 24 de agosto hasta el 5 de septiembre y que es un indicador de cómo se presentará la primavera: si  hay tormenta generosa en esa fecha es porque la primavera será lluviosa. “Por ahora el indicio que tenemos es que la primavera vendrá con cierto retraso en las lluvias”, indicó el Ing. Eduardo Sierra, especialista en agroclimatologia, y explicó cómo se dará la paulatina llegada de las lluvias.

En muchas zonas la sequía es acuciante y hay mucha ansiedad de los productores –sobre todo del norte y centro del país, porque fallaron las lluvias de otoño. “El invierno siempre es seco (aunque éste fue un poco más que lo normal) El invierno en el noroeste argentino es particularmente seco y este año empezó ya con sequía y ahora hay sequía absoluta.  Sólo el margen oriental tiene un poco de humedad: Chaco, Mesopotamia, Este de Santa Fe, Entre Ríos y Este de Bs As. En cambio: si cruzamos al Uruguay o a Brasil hay exceso porque cayeron lluvias cerca del océano”, explicó.

De acuerdo a las perspectivas del especialista luego de la actual ola de calor (que sigue consumiendo humedad de los perfiles) ingresa un frente de poca actividad: lluvias sobe Corrientes, Misiones y extremo nordeste de Chaco. “Luego ingresa una ola polar con riesgo de heladas -muchas de éstas localizadas hasta el norte de Entre Ríos- . Después de esa ola subirá mucho la temperatura y hacia el 7 de septiembre tendremos una ola de calor son temperaturas por encima de 30 grados en región pampeana. Esto consume mucha humedad y luego vendría una lluvia un poco mejor hacia 10 de septiembre también sobre el este. El esquema seguiría durante septiembre, en cambio octubre, sí tendría lluvias más abarcativas que llegarían un poco más al centro”, comentó y agregó que  será una reactivación lenta y gradual de la humedad.  

El ingeniero recordó la importancia de prever un sistema de forraje que ayude a paliar el impacto en la ganadería en el norte del país: “Desde la sequía de 2008 se hizo evidente la necesidad de tener reservas de forrajes porque en los próximos años se darán situaciones en las cuales no se puede disponer de la producción forrajera del año”, concluyó.