lunes, 30 de septiembre de 2013

BOLIVIA: En La Paz hay unos 25 mataderos clandestinos y 100 en todo el país


BOLIVIA : Los locales se ubican en Caranavi, Coroico, Batallas, Santiago de Machaca, Palos Blancos, La Asunta y otros, además de El Alto.
En el departamento de La Paz hay unos 25 mataderos clandestinos y en el país son 100 los que operan cerca de los municipios más poblados y atentan contra la salud pública, según informó el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
“En nuestro departamento todos los mataderos municipales del área rural básicamente son ilegales porque no cuentan con registro sanitario. Aproximadamente hay unos 25 clandestinos”, indicó a La Razón José Elías Pérez, coordinador departamental del Senasag La Paz, dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
Los locales se ubican en Caranavi, Coroico, Batallas, Santiago de Machaca, Palos Blancos, La Asunta y otros, además de El Alto.
Un matadero es una instalación industrial estatal o privada en la que se sacrifican animales para procesar su carne, almacenarla y comercializarla en los mercados. En este tipo de negocios en La Paz se tratan insalubremente las carnes vacuna, porcina y de aves, además de equinos.
“Por ese mal faeno se generan bacterias y parásitos que producen problemas de diferente índole. La carne es peligrosa cuando no es hervida y cocida de manera adecuada”, indicó el intendente municipal, Mauricio Ruiz.
Pérez señaló que sólo tres cumplen con la normativa: el Matadero Municipal de La Paz (en la zona de Achachicala); el de El Alto (Los Andes); el de Palcoco (Accoproca), a 100 km de la ciudad. Uno más, ubicado cerca del cruce a Viacha, está en proceso de renovar su permiso.
“Incluso son playas abiertas, o sea, realizan el faenado en un lugar abierto y, por ende, expuesto a mayor contaminación”, dijo el coordinador.Según la entidad estatal, en departamentos como Beni y Santa Cruz trabajan cinco mataderos autorizados. Potosí y Cochabamba tienen sólo dos. “Ilegales podemos hablar de al menos 100 en el país”, dijo.
El Intendente manifestó que del total de la carne de mataderos ilegales que se consume en la ciudad, del 3% al 5% es vacuna, el 15% es de porcino y cordero, el 10% de ave (granjas no autorizadas) y el 100% de burro.
Señaló que en 2007 clausuraron uno que faenaba corderos en la zona de Achachicala. “De ahí en adelante no tuvimos ningún otro reporte. Sin embargo, de acuerdo con el comentario de las vendedoras, también hay en Achacahi y Sipe Sipe”. “Por lo general la carne de res es bien faeneada. Del Matadero Municipal de La Paz sale el 20% del consumo total, el resto es de Los Andes y de autorizados del oriente”, continuó.
Inocuidad. Tres son las resoluciones administrativas que regulan el control de la matanza: 087/2011, 088/2011 y 089/2011. La primera obliga a todo negocio a contar con tres áreas diferenciadas: una de insensibilización (muerte), otra para el sangrado y la última para la evisceración (extracción de las vísceras). También deben tener otras subáreas para el lavado, el secado y el oreo.
En inspecciones realizadas por la unidad estatal se comprobó que algunos mataderos funcionan como playas de faena, al aire libre, por lo que la carne está más expuesta a ser contaminada por vectores como insectos, ratones y ratas.
“En un mismo ambiente hacen todo, por ello hay contaminación cruzada. Tampoco tienen el uniforme adecuado y hasta dejan la carne en el suelo”, dijo Pérez.
Con la resolución 088/2001 se regula el cuidado del animal ante y post mórtem. Éste debe llegar al matadero con su Registro de Transporte de Animales (RTA), lo que respalda que pasó por controles sanitarios de vacunas (rabia, fiebre aftosa), caso contrario debe ser decomisado. El post mórtem certifica que, tras su sacrificio, la carne es apropiada para el consumo.
“Con la 089 se vigilan las buenas prácticas de manufactura del proceso, equipos y utensilios con los que cuenta el matadero”, continuó.
Otro de los problemas que identificó el Senasag es la presencia de mascotas, como perros y gatos, en el negocio. “Los mataderos y zonas adyacentes deben ser examinados con regularidad para detectar indicios de invasión de insectos, aves, roedores, perros, gatos y plagas, así como la formación de moho en los almacenes”, dice el numeral 2, del artículo 51, de la Ordenanza 087/2001.
Razones. Ruiz consideró que existen cuatro razones por las que los dueños de los mataderos ilegales no cumplen con las normas: el pago de unos Bs 50 por animal vivo que deben hacer al dejarlo en uno legal, el costo de transporte desde su lugar de origen hasta el matadero, la falta de conocimiento de las leyes. Además, buscan evitar que su animal sea decomisado si supera la etapa de los controles ante y post mórtem.
“Les resulta más cómodo llevarlo a un lugar cercano o matarlos en su domicilio”, dijo el Intendente. Pérez agregó que para obtener autorización el propietario de los animales debe contratar a un veterinario, lo que representa más gastos. El traslado tiene sus propios requerimientos. La carne es llevada en vehículos públicos o en camiones y junto a otra mercadería o con personas, cuando lo correcto es que vaya en un transporte limpio y desinfectado. Si el viaje dura más de seis horas, el motorizado debe ser refrigerado.
El alcalde de Coroico, Ángel Miranda, negó que haya mataderos sin autorización en su municipio, “el ganado vacuno llega de La Paz”.
4 formas de distribución de carne para la ciudad
Micaela Villa
La carne vacuna, porcina o de ave llega a la ciudad por cuatro vías de distribución, explicaron comerciantes de este producto en el mercado Rodríguez, de la zona de San Pedro, y en el de Villa Fátima.
Por un lado, reciben carne de distribuidores de Santa Cruz y Beni, que cada día desde las 02.00 hasta las 08.00 se ubican en carros frigoríficos en la calle 3 de El Alto —cerca de la Terminal de Buses— para venderlos a mayoristas y minoristas, informó Francisca Quisbert, secretaria general del mercado Rodríguez.
Otros prefieren adquirirla del Matadero Municipal de La Paz o de Los Andes, en El Alto, que es carne altiplánica. Según una  vendedora de la empresa Bambi, el precio de ambas tiene una diferencia de unos Bs 2; mientras que el kilo de pulpa oriental vale Bs 42, la paceña cuesta Bs 40.
“Tengo conocimiento de que en el sur de La Paz los matan clandestinamente y los venden para el consumo de la población, porque (ningún vendedor) va a viajar desde esos pueblos hasta la ciudad para adquirirla. Ahí carnean y ahí venden”, indicó Quisbert.
En el caso de la comercialización en ferias de zonas populares o friales, los comerciantes los compran de los puestos de los mismos mercados que venden por mayor, llevando apenas unos cuantos kilos.
Róger Saavedra, quien vende carne de pollo en Villa Fátima, indicó que día por medio los adquieren de las plantas de empresas de marca autorizada, en su mayoría de Cochabamba y Santa Cruz, y que son las que reparten a los demás.
“Los sábados normalmente vienen las que traen pollo de algunos pueblos, son las que venden y seguramente los crían” en corrales propios, dijo
Clausuras. Una de las últimas inspecciones a estos mataderos que realizó el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) en La Paz fue en marzo y abril en la localidad de Batallas, donde se identificó dos mataderos de equinos, sin embargo no pudieron cerrarlos, indicó José Pérez, representante departamental.
El agosto del año pasado, en Riberalta, Beni, se clausuró definitivamente 13 puntos de faeneo que no reunían los requisitos de infraestructura, equipamiento y buenas prácticas de higiene en su procesamiento.
Personal del área de inocuidad alimentaria distrital Cochabamba, junto a su Intendencia y otras instituciones públicas, cerraron siete meses antes otros cinco que trabajaban en malas condiciones y representaban un peligro.

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