La demanda de los chacareros cayó en el primer semestre del año, igual que la de los transportistas. En Roca o Allen el precio del litro es hasta 80 centavos más caro que en Cipolletti.
La crisis que atraviesa la fruticultura en el norte de la Patagonia golpea al mercado regional de los combustibles. Las ventas de gasoil para trabajos agrícolas y para el transporte de peras y manzanas cayó en el primer semestre del año en las estaciones de servicios de Río Negro, con impactos disímiles según la marca. Los datos oficiales muestran caída de hasta el 40%.
El dirigente de la Cámara de Expendedores regional Marcelo Pirri confirmó los registros de la secretaría de Energía de la Nación, aunque no arriesgó porcentajes de la caída de las ventas en la zona.
La demanda frutícola de gasoil tiene dos patas: la actividad en las chacras y el transporte de la producción.
La baja rentabilidad denunciada por los pequeños y medianos productores impacta sobre la demanda de gasoil con destino a tractores y demás maquinaria agrícola.
Los chacareros no están comprando los volúmenes de combustible necesarios para realizar las tareas culturales, lo que permite inferir que muchos no piensan desarrollar esas labores este invierno.
Por otro lado, la disminución de las ventas a ultramar, estimada en un 32%, según adelantó ayer “Río Negro Rural”, y los problemas para colocar la producción en el mercado de Brasil, hizo que bajara la carga de gasoil en camiones de transporte de mercadería.
“Fue una temporada muy corta”, resumió Pirri.
Precios
Los precios de los combustibles fue otro componente que incidió en la disminución de la demanda. En una estación de servicios de Esso en Roca, el gasoil grado 2 costaba 3,97 pesos en mayo del año pasado y en el mismo mes de 2012 se vende a 5,49, un 38% más (según lo que los expendedores declaran a la secretaría de Energía de la Nación en declaraciones juradas).
Pero el precio del combustible tiene otra incidencia fuerte: en Neuquén o Cipolletti el gasoil se consigue hasta 80 centavos por litros más barato que en Roca o Allen, lo que provoca una lógica migración de la demanda de empresas de transporte.
En el caso de YPF, que tiene una posición dominante en el mercado del norte de la Patagonia, esta diferencia de precios se explica en el hecho de que la decisión de unificar los precios en el Alto Valle rionegrino y la Confluencia neuquina, quedó en medio de la estatización de las empresa y el plan de 100 días de su CEO Miguel Galuccio.
“Hasta que las cosas no se acomoden, los precios no se van a mover”, confió una fuente ligada al mercado de los combustibles líquidos.
La demanda de gasoil premium por parte de propietarios autos de alta gama o de caras camionetas, no está siendo abastecida por YPF desde principios del año, cuando dejó de importar el combustible D-Euro. Este segmento de clientes se vuelca ahora por otras marcas o directamente por el gasoil tradicional.
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