En Venado Tuerto
Admite Agrícola abordará cada uno de los detalles que hacen a la labor en maquinaria agrícola: los trabajos que implican los sistemas hidráulicos y neumáticos, los cuidados para no sufrir pérdidas de cosecha, la mejora en la eficacia de la pulverización y la seguridad del personal. ¿El objetivo? Maximizar los rindes.
El entrenamiento para propietarios de maquinaria Admite Agrícola 2011 se llevará a cabo entre el 22 y el 27 de agosto en la Escuela Salesiana Don Bosco de Venado Tuerto, Santa Fe. Allí, los asistentes podrán realizar una capacitación personalizada y a campo, donde el 70% del aprendizaje se hace en la práctica sobre la máquina, con el acompañamiento constante de más de 20 docentes, guías y capacitadores especializados. Y uno de los focos va a estar puesto en la agricultura de precisión.
Dosificar con justeza
En Argentina, a diferencia de lo que sucede en otras latitudes, los sistemas mecánicos siguen vigentes junto a la última generación de neumáticas. Hernán Ferrari, técnico del INTA Concepción del Uruguay y coordinador del módulo de “siembra” de Admite Agrícola, explica que “si bien las mecánicas son sencillas, robustas y de bajo costo, necesitan como condición necesaria una semilla calibrada”.
La tendencia es incrementar el ancho de labor, que se realiza mediante el sistema Air Drill –para grano fino- y mediante la incorporación de sistemas de plegado hidráulico, en el aso del grano grueso.
Estas precisiones aún necesitan trabajo. Por eso todo el proceso de siembra será abordado en dos días, que cada asistente podrá elegir entre el 22 y 23 de agosto, o el 24 y 25. Allí, frente a sembradoras con sistema Air Drill y con dosificación de semilla neumática que serán aportadas por las firmas Juri e Indecar; las de conducción por gravedad provistas por Pierobon, y las fertilizadoras para granulados de la marca SR, los productores y contratistas podrán experimentar, meter mano al metal y sacarse todas las dudas sobre su dosificación. Los asistentes podrán también interiorizarse en la utilización de monitores de siembra, que permiten reducir tiempos muertos e incrementar la eficiencia.
Para no perder en cosecha
En el parque de maquinaria nacional podemos encontrar no sólo cosechadoras convencionales, sino a rotor e híbridas, y si bien regularlas es cada vez más sencillo, por cosecha se siguen perdiendo nada menos que 1000 millones de dólares por año.
En el módulo de cosecha, que se podrá abordar alternativamente los días 22 y 23 de agosto, o 24 y 25, y bajo la coordinación de Sergio Marinelli -contratista, productor y asesor privado- los asistentes podrán trabajar en la regulación de cada máquina y la detección de pérdidas sobre un maíz diferido y un parque de cosechadoras con sistema convencional y acelerador de trilla, con separación por rotores y con doble rotor de flujo axial provistas por Claas, Metalfor y New Holland.
Además, van a tener a disposición cabezales compuestos por bandas transportadoras, y las últimas tecnologías en transmisión y cruce de datos, los mapas de rendimiento o la transmisión de datos mediante GPRS, que permiten estar al tanto de todo lo que sucede en el campo desde la oficina. Y como el proceso no termina en la trilla, la tarea de embolsado y extracción de granos también formará parte del entrenamiento Admite y sobre dos máquinas de última generación provistas por Richiger.
Pulverizar por gotas
Esteban Frola será el coordinador del módulo de pulverización, que se llevará a cabo el viernes 26 y en la mañana del sábado 27. El especialista considera que existen numerosos factores a tener en cuenta al momento de la aplicación, como la temperatura, el porcentaje de humedad relativa del aire, y la velocidad o dirección del viento. “Con esos datos podemos determinar, mediante tarjetas hidrosensibles, la cantidad y tamaño de los impactos producidos a cielo descubierto y en el blanco objetivo, para luego medir su eficiencia, es decir, cuánto principio activo llegó al objetivo”, indicó.
Con pulverizadoras de arrastre y autopropulsadas provistas por Jacto y Metalfor, Frola hará hincapié en diversos modos de prever la eficacia de las aplicaciones, como por ejemplo a través del tamaño de las gotas, ya que cuanto más grandes son, más pesan y menos llegan a la base del cultivo. En su opinión, las gotas de 200 micrones servirían para las aplicaciones más exigentes, como un cierre de surco en soja o fungicida en soja; las gotas intermedias -entre 200 y 300 micrones- servirían para realizar los barbechos, y las mayores a 300 y hasta 400 micrones, como gotas antideriva.
Seguridad para todos
Un espacio importante lo ocupará nuevamente la seguridad del operador y el mantenimiento de los equipos. “¿Que es preferible, poner una baranda en la máquina para que el operador se pueda agarrar bien o tenerlo 20 días con un pie torcido?”, se pregunta Carlos Vaca, titular del módulo. La concepción de Admite Agrícola es que la prevención de accidentes no sólo protege a las personas, sino también a la producción.
Admite es organizado por Ferias y Exposiciones Argentinas, cuenta el auspicio de Clarín Rural y el apoyo institucional de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola. Para más información sobre Admite Agrícola: info@admiteagro.com.ar; www.admiteagro.com.ar; tel: (011) 4309 7663 de 10 a 18 hs. La inscripción cierra el 10 de agosto. Quedan muy pocas vacantes.
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