Cabañeros, proveedores de insumos y fabricantes demaquinaria expresaron su preocupación, pese a los buenos precios
En la 125a Exposición de Ganadería, Agricultura y Maquinaria Internacional, el considerable aumento de los precios internos y externos de los productos agropecuarios pone paños fríos a un panorama de incertidumbre generado por la escasez de energía, el cierre de las importaciones que bloquea el ingreso de maquinaria e insumos de la industria metalmecánica y el año electoral.
"Las expectativas son buenas por la recomposición de los precios", comentó a La Nacion Ricardo Firpo, de la cabaña La Pluma de Firpo. "Igualmente, hay mucha incertidumbre. Los precios no son fruto de un cambio, sino de una mala política", agregó el cabañero.
"Si en octubre se generara un cambio político, se harían importantes inversiones en el sector. Si se mantiene el oficialismo, habrá que seguir viendo qué decisiones van a tomar", comentó Firpo respecto de las expectativas que despierta el año electoral. Para él, la campaña no empezó. Dijo que no escuchó muchos planes para el campo. "Seguramente, después del 14 de agosto [fecha de las internas abiertas] habrá propuestas más en serio", agregó Firpo.
Está convencido de que el campo no reelegirá a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "En este momento, el interior está padeciendo la escasez de energía. Si alguien quiere poner una industria, no puede porque no hay potencia suficiente", comentó. "Sin inversiones el interior no crece", sentenció.
Emilio Pereyra Iraola, asesor genético de Hereford, también señaló el problema que está viviendo el campo como consecuencia de la crisis energética. "No hay combustible", se quejó.
"Además, afecta el cierre de las importaciones. Todas las industrias agropecuarias trabajan con algún insumo traído desde el exterior", agregó.
Pereyra Iraola reconoce el aumento de los precios de productos agropecuarios. Sin embargo, alertó: "Esto ocurre porque hacen falta 11 millones de cabezas".
Como consecuencia del repunte de los precios de la ganadería, la industria veterinaria está en un buen momento. "El kilo de carne vale. El clima acompaña. Las condiciones son favorables. Hubo un crecimiento general en el mercado de productos veterinarios que supera el 30%, respecto del año anterior", afirmó Paola Ferrari, gerenta de marketing de Biogénesis Bagó.
"El productor se preocupa para evitar que se le muera un animal. Porque eso, en este momento, le significaría una descapitalización importante", agregó Ferrari.
Maquinaria agrícolaPara la industria metalmecánica, éste también es un buen momento. Según Rafael Tosco, gerente de ventas de la empresa Metalfor, de Marcos Juárez, Córdoba, se trata de un año muy bueno. "Se mantienen las ventas y las consultas respecto de los últimos dos años. El productor sigue pensando en renovar su maquinaria, no piensa en quien lo gobierna", opinó el ejecutivo respecto del comportamiento de sus clientes frente a un escenario electoral.
"El cierre de las importaciones nos permitió pensar en un programa para aumentar la producción. Pero es necesario que el Estado aporte elementos para que los fabricantes crezcamos rápido. Tiene que haber créditos para desarrollos productivos", reclamó.
Sin embargo, no toda la industria de maquinaria agrícola piensa igual. "Estamos preocupados", dijo José Gangoni, vicepresidente de Gangoni Hnos., concesionaria de John Deere en la localidad bonaerense de Lobos, respecto del cierre de las importaciones de equipos para el agro. "Sabemos que la fábrica está tratando de solucionar esta situación. Si no lo consigue, la vamos a pasar muy mal. Se nos va a complicar mantener el negocio", se lamentó.
Como consecuencia de las restricciones al ingreso de maquinaria importada, Gangoni no recibe tractores medianos o de jardín, por ejemplo. Estos se hacen completamente en el exterior.
Omar Martín, titular de la empresa homónima de retroexcavadoras y palas hidráulicas, también tiene problemas por el cierre de las importaciones. Si bien los equipos que vende los fabrica en Marcos Juárez, Córdoba, utiliza insumos tecnológicos importados que no consigue en el país.
Como consecuencia, no puede competir con el mercado exterior: "Bajamos un 60% las exportaciones", se quejó. No obstante, con el ingreso cerrado para sus competidores, compensó la pérdida con las ventas en el mercado interno. El que se perjudica con la ecuación es el productor nacional, que pierde la oportunidad de acceder a tecnología de vanguardia.
Martín también padeció la crisis energética en carne propia. "El verano pasado, tuvimos la fábrica prácticamente parada por falta de luz." Esto le produjo enormes costos y pérdida de producción.
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