sábado, 4 de septiembre de 2010

El agro le tiende un puente al país







Congreso CREA / Aporte tranqueras afuera
Productores, empresarios y dirigentes sociales debatieron en Córdoba sobre la construcción de la Argentina del futuro y pidieron el trabajo integrado del campo con el resto de la comunidad

CORDOBA.- Con la presencia de más de 5000 productores de 12 países y de los empresarios más destacados del sector, el XIX Congreso del Movimiento CREA fue el ámbito ideal para el intercambio de experiencias de los protagonistas de uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional y para el debate acerca de qué papel tiene hoy el campo en el país y qué rol debería cumplir en la construcción de una Argentina más desarrollada e inclusiva. En este contexto, filósofos, académicos, dirigentes sociales y productores se dedicaron a descifrar qué lugar debe ocupar la agroindustria en la sociedad.

El voto de los presentes fue unánime: el sector agropecuario debe seguir siendo un fuerte generador de trabajo y de oportunidades de desarrollo; debe trabajar integrado con otros sectores de la sociedad, como las organizaciones sociales y la industria; debe aportar en la lucha contra la pobreza y, sobre todas las cosas, nunca más debe mantenerse en una actitud "tranqueras adentro", es decir, apartado de la participación en la dirigencia política y empresaria.

"El campo es la industria de mayor desarrollo a nivel regional en la Argentina. En la medida que se pueda, debemos seguir potenciando nuestra capacidad de trabajo y producción, porque así generamos un país más federal e inclusivo, con posibilidades de desarrollo y crecimiento para todas las regiones", reflexionó Oscar Alvarado, presidente de El Tejar, en diálogo con RMN.

En tanto Carlos Urioste, productor del CREA Azul Chillar, señaló que "lo mejor que puede hacer el campo es producir más y mejor, para que más regiones puedan crecer. Hay proyectos como el de riego de tierras cercanas al río Bermejo, en Salta, que si se desarrollaran le permitirían grandes posibilidades a muchas comunidades".

Por su parte Rafael Llorente, presidente del Movimiento CREA señaló que "el empresario de campo debe sumar al crecimiento de la comunidad donde está inserto, y eso significa crear capital social, un mejor ambiente de trabajo y estimular el crecimiento de sus empleados. Además tiene que aportar a la educación y la reducción de la pobreza".

A su turno, Santiago del Solar, presidente de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar) dijo que "como empresarios, estamos obligados a crear empleos calificados, capacitar a nuestros empleados y pagar buenos sueldos".

Por otro lado, Gustavo Grobocopatel, CEO de Los Grobo, además de apostar al crecimiento de la producción, señaló que el empresariado del campo debe buscar el agregado de valor. "Es necesario que la Argentina se oriente hacia un modelo de producción de manufacturas agroindustriales, para transformar a nuestros emprendedores agrícolas en empresarios agroindustriales. Para eso es fundamental el aporte del Estado con reglas de juego claras. Con el modelo político que se aplica actualmente, esto es imposible", comentó el empresario.

"En algún momento debemos ir en busca de un nuevo capitalismo, que incluya un Estado modelo, empresas preocupadas por el crecimiento de la comunidad, reglas de juego estables, mercados que funcionen y trabajadores formados", dijo Grobocopatel.

Integración y desarrollo
En cuanto a la integración del sector, los consultados coincidieron en que el campo debe sentirse como un engranaje más de la economía. "Somos un eslabón del sistema, importante, pero debemos cohesionarnos con el resto. Por eso es importante que participemos en política y en las instituciones. Creo que este congreso es la muestra que el cambio de actitud del campo ya ha comenzado", dijo Gastón Fernández Palma, presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).

Con esta visión coincidió Del Solar. "No hay que pensarse más como un sector, y tenemos que pasar a pensar como cadena de producción. Hay que terminar con las dicotomías que hay entre campo e industria. Tenemos que sentarnos y generar propuestas conjuntas de crecimiento, que beneficien a todo el país y no sólo al sector", señaló el productor.

"Creo que en este sentido, el conflicto de 2008 fue positivo porque marcó un antes y un después; a partir de ese momento muchísimos productores empezaron a participar. Con este bagaje, hoy el desafío que tenemos es generar proyectos de desarrollo, generar diálogo con otros sectores económicos y sociales y meternos en la política o en las instituciones intermedias de cada comunidad", agregó el presidente de Maizar.

Para Llorente, parte de esta mayor integración del sector a la sociedad debe incluir el reemplazo de los reclamos meramente sectoriales y económicos por aspiraciones vinculadas con el desarrollo general del país. "Ya tuvimos un conflicto por temas sectoriales, como el 2008, y ya terminó, hay que dar vuelta esa página. Hoy debemos pedir por políticas que beneficien a toda la sociedad, como la educación, la salud, la infraestructura. El campo tiene que apostar a la construcción cívica, pedir políticas de largo plazo que nos den un país en el que todos podamos progresar", dijo Llorente.

En este contexto, una de las ponencias más aplaudidas fue la del diputado por la Coalición Cívica, Héctor "Toti" Flores, que habló del trabajo integrado entre un grupo de empresas agropecuarias y los piqueteros de La Matanza.

"El campo fue un actor importante en la eliminación de la pobreza del interior, por eso lo valoramos, pese a los intentos del Gobierno de enfrentarnos", destacó el dirigente, que fue ovacionado por la audiencia.

"Sin embargo, los empresarios deben comprometerse con la acción social y la eliminación de la marginación, porque en las comunidades del interior los productores tienen mayores posibilidades de liderar los procesos de cambio", acotó Flores.

Para Oscar Domingo, presidente de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), el congreso de CREA es el mejor ejemplo de un proceso que inició el campo hace unos años y que no tiene vuelta atrás. "Antes, en estos congresos hablábamos de maíz. Ahora, se habla de posibilidades de desarrollo equitativo e integración. Paulatinamente, el sector tomó conciencia que tiene que colaborar activamente en la construcción del país. Y no tengo dudas que, si aumentamos aún más nuestra participación, en un futuro cercano la sociedad le va a reclamar al sector los líderes que conduzcan hacia el progreso, ya sea desde la política o desde las instituciones intermedias", dijo Domingo.

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