Al girasol se le alinearon los planetas: se notan los efectos de la seca en Europa del Este y el USDA redujo la estimación de oferta de aceite de palma de Indonesia; comenzó a llover en las zonas girasoleras y el cultivo es favorecido por la perspectiva de un año Niña; el contrato de aceite en Rotterdam supera en 48% al promedio histórico sin “burbuja” y los valores locales para el cultivo son superiores a los de la soja. En los próximos cuarenta días, podría registrarse un aumento en la intención de siembra, fundado en esta conjunción de buenas noticias.
Informe del Lic. Jorge Ingaramo, asesor económico de la Asociación Argentina de Girasol.
¿Vio cuando pasa lo mejor y en el momento justo? Tras la seca en Europa del Este, que mermó la oferta esperada de girasol, mejoraron las perspectivas de la economía internacional (después de dos meses depresivos) y sobre mojado, llovido: está mejorando la humedad en casi toda la zona girasolera, justo en el momento de la decisión de siembra. Por supuesto, los precios responden a la primera parte del diagnóstico. Todavía no se puede decir demasiado sobre cuál será finalmente el área sembrada en nuestro país.
En este sentido, el USDA mantiene su proyección de producción local en las MT 3,4; consistentes con un área de MHas 2. Entretanto, la Bolsa de Cereales (informe del 9 de septiembre) registra las lluvias de la semana anterior, que reactivaron la siembra, tanto en el NEA como en el Centro-Norte santafesino y supone que, de producirse las pronosticadas, la suerte del cultivo mejoraría, sobre todo en La Pampa y el Oeste y Sudoeste bonaerenses.
El área implantada aumenta lentamente, a raíz de las demoras en las precipitaciones del Centro-Norte del país. Se superaron las 132.000 hectáreas, a nivel nacional, que representan un 8,7% del área proyectada de MHas 1,52 (como se ve, 24% menos que lo esperado por el USDA). También hay avances en la provincia de Entre Ríos, a nivel puntual. El miedo al ataque de la Paloma sería un factor de desaliento. En el Departamento de Paraná, el avance de la siembra es del 15%, respecto a la estimada.
La posibilidad de un año Niña hace dudar a los productores del Centro-Sur del país, en lo que hace a fecha de siembra y selección de semilla (ciclo). Como tienen tiempo hasta mediados de octubre para la decisión final, demandan de los pronósticos climáticos más precisiones sobre cuánto y, principalmente, cuándo lloverá.
El informe del USDA
Para la campaña 2010-11 (Hemisferio Norte), se prevé un aumento en la producción de aceites del 4,5%. Cuatro de los nueve aceites considerados son los más relevantes (representan 84,6% de la producción) y para ellos, las variaciones esperadas, son de 6,3; 6,9; -1,5 y 0,8% para palma, soja, canola y girasol, respectivamente, siguiendo el orden de su importancia.
El consumo total esperado aumenta el 4,6%, o sea que prácticamente iguala a la suba en la producción. Como se dijo en la anterior columna, no hay stress en el mercado (se usan stocks) y sí cambios en su estructura. Se espera que concluya la campaña con una caída de MT 1,06 en las existencias finales de aceites, vale decir casi un 9,3% menos. Para cada aceite relevante, el consumo crecerá en 5,8; 8,5 y 0,8% para palma, soja y canola, respectivamente y se mantendrá estable para girasol. Para este último, las diferencias entre la producción y consumo esperados (para la presente campaña) y los registrados en la anterior, son insignificantes. Ello se debe al efecto de la seca en Europa del Este, que hacía esperar (hasta junio) una producción casi 8% superior a la que finalmente se registraría.
La principal novedad del Informe, se da para el aceite de palma: con respecto a agosto pasado, la caída en la producción de Indonesia (inferior en MT 1,5) es replicada por la merma en la producción de aceite de palma y por ende, en el total mundial de aceites. Lo propio ocurre con el descenso (en más de 500.000 toneladas de este origen) de las exportaciones mundiales. El 72% de la digestión de stocks totales, entre la predicción de agosto y la de septiembre, también se debe a la menor oferta de Indonesia.
La producción, estable, de nuestro aceite, es similar al consumo. Éste, que alcanzará los MT 11,3; supera en MT 2,3 al de 2007/08, inicio de la “burbuja”, cuando se alcanzaron los mayores precios. Vale decir que la demanda es 25,6% superior a la de tres campañas atrás.
Si bien las importaciones totales de aceites crecerán, a nivel global, un 4,7%, las del nuestro permanecerán prácticamente estables (es más caro). Soja y palma, pese a la menor producción esperada de este último, incrementarán su participación.
El aceite de girasol compite, esencialmente, en los segmentos de precios más altos, con el de canola, que la UE emplea para biocombustibles (más de MT 6 anuales). El USDA espera que la producción mundial del de canola caiga 1,5%. Sus importaciones serán estables y, como siempre, muy bajas. El consumo crecerá apenas 0,8% y habrá una leve caída en las existencias finales.
La producción mundial de girasol será de MT 31,5; 3,7% superior a la de la campaña pasada y 5,3% inferior a la 2008/09. La evolución tri-anual de la cosecha sumada de los tres principales competidores nuestros, en el Hemisferio Norte, es la siguiente: MT 21,5; 19,9 y 19,3. Como se ve, hay MT 2,2 de diferencia entre la esperada y la de hace dos años, atribuible a la sequía.
El precio internacional del aceite
Luego de dos meses de depresión “psicológica” (gurúes que pronosticaban depresión), en los últimos días mejoraron las noticias en la economía mundial. En general, las Bolsas consiguieron (en diez días) mejoras equivalentes a su ganancia anual, luego de ocho meses de volatilidad, sin registrar tendencia. La paridad Dólar-Euro se acomodó entre U$S/€ 1,25 y 1,30, un nivel que parece razonable para la competitividad de ambas potencias y el barril WTI de petróleo ronda los U$S 75 (un poquito alto para Europa, pero muy presionado por la demanda china). Al cesar la especulación cambiaria, motivada por las variaciones intra-diarias en los valores de las monedas, los inversores comienzan a demandar commodities y acciones, ya que el Bono del Tesoro norteamericano, a diez años, rinde apenas el 2,6% anual. La crisis del Euro se puede dar por terminada y la Ley financiera de los Estados Unidos desalienta otras especulaciones, que no sean las mencionadas.
La comparación interanual de precios de los cuatro principales aceites, para el pasado mes de agosto, muestra las siguientes variaciones: 3,2; 14,2; 27,3 y 31 %, para los de soja, canola, palma y girasol, respectivamente.
Conocido el informe del USDA, los contratos de aceite de girasol en Rotterdam registraron mejoras: cotiza a U$S/tn 1080 (septiembre) y 1090, para octubre 2010 –junio 2011. La prima actual es de 5,8% sobre canola y de 7,5% sobre soja. Por último, comparando el valor para septiembre, con el promedio histórico de los últimos diez años, sin burbuja y corregido por la inflación, la recuperación alcanza el ¡48%!
Mercado local
El valor FOB de nuestro aceite, publicado por el Ministerio de Agricultura, es de U$S/tn 1040; superior en un 41 % al de hace un año y apenas U$S 40 inferior al contrato en Rotterdam (algo así como el flete). Por su parte, el de soja cotiza FOB a U$S/tn 930; 23% superior al de un año atrás. La suba de nuestro producto supera incluso a las de los valores FOB de trigo y maíz, de 32 y 37%, respectivamente, determinadas principalmente por la seca que afectó al trigo e indirectamente al maíz, ambos ampliamente demandados como granos forrajeros.
En los mercados disponibles, se pagan $/tn 1075 para Bahía Blanca y 1080 Necochea, Rosario y San Martín. Las fábricas del interior, como Junín y Cañuelas, ofrecen $/tn 1080 más flete, según zonas.
Para el disponible, el Término registra U$S/tn 280. Los forward están en ese orden.
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