La devaluación monetaria que atraviesa el país a raíz de una fuerte ola inflacionaria continúa golpeando la economía de los productores citrícolas correntinos, quienes, además de ser castigados con las inclemencias climáticas, registraron fuertes pérdidas en el sector y aseguraron que hoy por hoy, la actividad dejó de ser rentable.
En comunicación con EL LIBERTADOR, el referente de la Cooperativa Agropecuaria San Francisco, de Monte Caseros, Miguel Rosbaco señaló que, además de las pérdidas que hubo por diversos factores climáticos que afectaron la producción, este año hubo una fuerte caída en las exportaciones que no permitió tener márgenes de ganancias”; a lo que agregó que “eso se debe a la fuerte presión fiscal y a los precios elevados de insumos agropecuarios dolarizados que deben costear los productores”.
“En el sector citrícola hoy no se puede hablar de porcentajes de ganancias, porque la naranja, mandarina o limón tiene un precio de mercado que puede subir o bajar constantemente”, expresó, a la vez que reflejó que “cada productor trata de buscar un costo acorde a los ingresos que tiene, pero el problema es que básicamente a los productores más chicos los costos se le han encarecido muchísimo cuando la oportunidad de venta del productor es muy bajo”. “La realidad es que hoy por hoy, la actividad ya no es rentable, porque no sólo aumentan los insumos agropecuarios, sino también otros factores que forman parte de la producción”.
FUERTES PÉRDIDAS
También Nicolás Carlino, consejero de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Limitada y productor citrícola en la Cooperativa Colonia San Francisco, dialogó en septiembre último con Infocampo y resaltó que “la exportación viene cayendo también por cuestiones de competitividad”.
“Los mercados están más exigentes, los precios quedan estables y tenemos competidores como Sudáfrica, Chile, Uruguay, Bolivia y Perú”, explicó Carlino, que se dedica a las ventas externas con jugos y fruta fresca. Mientras que aseguró que “la suba del tipo de cambio no alcanza para compensar la fuerte presión fiscal en la actividad”. “Tengo que pagar derechos de exportación a los 10 días de que cargo un contenedor, mientras que a esa fruta la cobro, con suerte, a los 120 días. ¿Quién me financia? Debo salir a buscar financiación. Con una tasa del 60 por ciento, explíquenme cómo me cierra el negocio”, analizó.
“La poca ganancia que pueda tener con el tipo de cambio la estoy perdiendo con las retenciones y con esa financiación, sobre una producción que ya viene castigada por el clima y por un mercado interno que está deprimido”, manifestó, al tiempo que aclaró que esta situación “deja a los productores al borde de no exportar”.
SENSIBLE CAÍDA
En esa línea, Carlino indicó que “este año, la Cooperativa exportó 100 mil cajas, cuando antes llegaba a las 400 mil cajas de mandarinas. Contrariamente, en el caso de los competidores, muchas veces tienen subsidios estatales. Sudáfrica, por ejemplo, por caja que exporta cobra un dólar”, deslizó.
“Estamos en una crisis importante, cerraron empaques de exportación y la situación está muy difícil”, concluyó el productor.
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