Guillermo Iturrieta es el presidente ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Productos Lácteos (Exporlac Chile) y esta semana llegó a Osorno para sostener una reunión con el grupo pro exportación del Consorcio Lechero, donde se abordaron temas como la simplificación regulatoria, con el fin de entregar su visión de los mercados externos.
Iturrieta es gerente de Exporlac desde 2009, gremio que agrupa a las empresas exportadoras de productos lácteos y entre su currículo también destaca su experiencia como gerente de marketing y ventas de las empresas Watt’s, Loncoleche y Surlat.
-En lo que va de 2017 hay un incremento de 20% en las exportaciones lácteas, ¿porqué se da este resultado?
-Son cifras que hay que leer con cuidado, porque lo que quieren decir es que las exportaciones están recuperándose de una fuerte caída que tuvimos en 2015 y 2016. El 2014 llegamos a exportar 400 millones de litros en un año y después bajamos muchísimo en cantidad de litros. Y las exportaciones en lo que va corrido de 2017 son 110 millones, que implican un 20% de crecimiento en el valor, pero es una baja de 5% en el volumen, lo que se traduce como que se están exportando productos más caros o de mayor valor.
-Esto es bueno para la industria…
-La lectura buena es que estamos sorteando como industria exportadora la dificultad de los bajos precios de los comodities tradicionales, que siempre se habían exportado en años anteriores, como leche en polvo en sacos, la mantequilla en cajas de 25 kilos, como ingredientes, con una exportación de productos de valor agregado que van al retail, que tiene menor valor y también porque los precios de esta temporada son superiores a los de 2016.
-¿La materia prima es suficiente para tener un buen volumen de productos para exportación?
-Siempre nos piden mucho más de lo que exportamos, lo que pasa es que no siempre se está en buenas condiciones económicas como para estar entusiasmados con esas peticiones del exterior, pero la demanda de leche en el mundo es infinita, hay países que están en niveles de consumo per cápita muchísimo más bajos que nosotros y claro que nos piden bastante. Ojalá la producción lechera aumente todo lo necesario. Hay una capacidad productiva excendetaria de casi un 30% en Chile, las plantas van a elaborar ojalá productos que se puedan exportar, porque el consumo interno no puede crecer mucho, ya que somos solo 18 millones.
-Los productores lecheros dicen que estas cifras no se reflejan en sus propias ganancias…
-Hay que ponderar lo que significan las exportaciones para el sector, esto no es el vino ni la fruta. En el vino se producen 10 litros y se exportan ocho y en la fruta se producen 10 kilos y se exportan ocho, dos litros y dos kilos respectivamente se quedan para el consumo interno. En la leche de cada diez litros que se producen se exportan 1,5, o sea, se exporta el 15% de la producción. Por lo tanto, los mejores precios internacionales se van a reflejar con esa ponderación dentro del precio que se paga por la materia prima.
-Y depende de qué producto…
-En segundo lugar está el efecto de qué es lo que se exporta. Si quisiéramos que fuera un 80% total de la producción, dejamos sin consumo al país y dos, tendríamos que exportar los comodities que no producen ninguna rentabilidad. Exportar leche en polvo en saco no es negocio, nuestro punto de equilibrio mínimo son 3.500 dólares por tonelada y no llegamos aún a ese nivel. El trabajo de los productos de valor es más lento, pero más seguro.
Con leche importada
-¿El gran volumen de leche en polvo importada este año se usa para elaborar productos de exportación?
-Más bien se usa para que podamos exportar, pero no la misma leche. La leche importada se usa normalmente para elaborar productos nacionales, de manera que la leche de origen chileno, que es la que se puede enviar, se vaya a los productos de exportación. Pero podría darse en el futuro, porque los tratados de última generación como la Alianza del Pacífico o el TPP, que falló con la negativa de Estados Unidos, incluyen encadenamientos productivos, que si se exporta un producto con un código arancelario y se transforma en otro código arancelario, son perfectamente exportables. Por ejemplo, la leche en polvo que pudiera entrar, transformarla en preparados infantiles con probióticos, ya que al cambiar de glosa, puede exportarse.
-Luego de las conversaciones que tuvieron distintos personeros para abrir ese mercado, ¿en qué pie está el mercado chino para recibir productos lácteos nacionales?
-Hay que ser muy claro en esto. Eso no es así, es una mala información que se le está entregando a la comunidad. El mercado chino está abierto desde 2008. Partimos exportando 500 mil dólares, al segundo año 1.500, al tercer año 3 millones y medio, luego 5 millones 700 mil dólares y llegamos al año 2013 y 2014, en que se exportaron 26 millones de dólares al mercado chino y ese país estuvo en el tercer o cuarto lugar en los destinos de lácteos chilenos. No se necesita abrir China. Eso ya está hecho.
– ¿Qué productos se exportaron a ese mercado?
-Cuando fueron los años más altos en que se ganaron 26 millones de dólares, se exportó mucho ingrediente. Entre los productos de mayor valor hay leche líquida Loncoleche en china, leche líquida UHT Colun, que son productos de menor volumen, pero mejor negocio.
-¿Es una buena estrategia para mejorar el sector abrirse a otros mercados?
-Lo que menos tenemos que hacer es abrir mercados, porque ya hay 43 mercados abiertos y abastecemos a cinco con el 90% de nuestra exportación. Nuestro desafío es otro, es tener más productos disponibles para la exportación a los países que ya están abiertos. Ir a China a promover el sector tiene sentido solo para atraer inversión a Chile, que tampoco es tan interesante para ellos, porque en el país hay una sobrecapacidad de procesamiento.
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