El INTI junto con la UNSAM, desarrollaron una técnica, novedosa a nivel mundial, que ofrece la posibilidad de obtener una mayor eficiencia cuando se usa semen crío-preservado para la inseminación artificial en ganado bovino
La calidad seminal del ganado vacuno incide en la producción de leche y carne. En ese camino, suele emplearse semen crío-preservado para la inseminación artificial. No obstante, el proceso de crío-preservación produce daños en la membrana de los espermatozoides (EZ) que son perjudiciales para la fertilidad del semen.
Por ese motivo, el Centro de Procesos Superficiales del INTI junto con la Escuela de Ciencia y Tecnología de la UNSAM desarrollaron una técnica que se vale de la nanotecnología y el uso de aptámeros (anticuerpos sintéticos de ADN) para separar los EZ dañados, mejorando la capacidad fertilizante del semen.
La licenciada Carla Camaño del INTI comentó: “Esta técnica, a diferencia de las habituales que utilizan micropartículas, aplica nano-partículas especialmente diseñadas para separar células del tamaño del EZ. Sus ventajas principales consisten en realizar la separación de esas células reproductoras dañadas con el simple uso de un imán.
La relación de superficie-volumen se ve incrementada cien veces respecto a las utilizadas comercialmente,abaratando 10 veces los costos. Además, no presentan toxicidad para la formación de embriones in vitro”.
Por su parte, la licenciada Verónica Farini de la UNSAM explicó: “La utilización de aptámeros disminuye los costos de producción por su naturaleza sintética, lo que a su vez hace posible evitar riesgos de contaminación biológica. Su disposición en la superficie de las nano-partículas permite reconocer específicamente al EZ dañado con una eficiencia del 92%”.
Para extender la vida útil, se consiguió liofilizar las nanopartículas con los aptámeros, sin necesidad de emplear conservantes ni refrigeración, y conservando intactas sus propiedades, las que pueden reconstituirse con el simple agregado de agua. La efectividad de separación espermática no se vio modificada luego de ese proceso.
“La aplicación de un campo magnético externo, completa la separación deseada en cuestión de segundos, pudiendo recuperar las células espermáticas viables para luego utilizarlas en tratamientos de reproducción asistida como la fertilización in-vitro. Además, la sencillez de la técnica, permite su utilización directa a campo.” expuso el doctor Martín Radrizzani de la UNSAM.
La nueva tecnología, única a nivel mundial, ofrece la posibilidad de obtener una mayor eficiencia en los casos que se utiliza semen crío-preservado. Se constató que aumenta la eficiencia en la industria pecuaria que utiliza inseminación artificial tan necesaria en nuestro país. Los especialistas señalan que en un futuro podría usarse en humanos, reemplazando los métodos actuales y abaratando los costos.
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