También es el primer caso reportado en América Latina. El trabajo de investigadores del Malbrán y del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba permitió tratar en forma oportuna a la paciente
Un equipo de científicos argentinos identificó el primer caso en América Latina de una paciente infectada con un hongo comúnmente asociado a plantas. El patógeno lleva el nombre científico de Pseudozyma aphidis y ha sido aislado de hojas de cerezos, manzanos y de pastos en distintos lugares del mundo, comunicó la Agencia CyTA del Instituto Leloir.
Son pocos los casos reportados de seres humanos afectados por ese patógeno. “Los pacientes infectados con este hongo suelen sufrir algún tipo de inmunosupresión que lo predispone a sufrir infecciones oportunistas. Tal era la situación de esta paciente, quien padecía un tipo de cáncer de hueso”, indicó la bióloga María Eugenia Bosco Borgeat a cargo del Laboratorio de Levaduras del Departamento Micología del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) “Dr. Carlos G. Malbrán”.
La paciente ingresó al Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba con un cuadro febril y un bajo recuento de neutrófilos (un tipo de glóbulos blancos que aparecen ante la presencia de bacterias y hongos y que disminuyen por efecto tanto de la enfermedad de base como por el tratamiento con quimioterapia). “En estos casos, es fundamental implementar a tiempo una correcta terapia antimicrobiana para poder eliminar la infección”, indicó Bosco Borgeat a la Agencia CyTA-Leloir.
El hongo Pseudozyma aphidis no pudo identificarse mediante los tests de rutina que se utilizan en el laboratorio de un hospital. Y fue remitido al Malbrán para análisis más específicos. “Lo que hicimos fue aislar al patógeno de la sangre y mediante secuenciación de regiones específicas del ADN descubrimos que se trataba de esa especie”, destacó Bosco Borgeat. Luego de 14 días de tratamiento con fármacos antifúngicos, la paciente no presentó síntomas de infección y se comprobó que las muestras de sangre eran negativas por lo cual se le dio de alta.
Una de las posibles puertas de entrada del hongo al organismo son los catéteres venosos colocados en los pacientes, la inhalación o la penetración a través de la mucosa gastrointestinal, subrayó la especialista, quien agregó que se desconoce la prevalencia de infecciones provocadas por este patógeno. “Sin embargo, es importante reconocer que está circulando en nuestra región. Hay que estar atentos, no desestimar la posible infección y así implementar un tratamiento a tiempo”, afirmó.
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